Deben su nombre a los volcanes de Hawai y se caracterizan por sus suaves pendientes de 2 a 10º que dan lugar a edificios en forma de escudo o un plato de sopa invertido, su lava es muy fluida y puede abarcar cientos de kilómetros a lo largo y ancho, emiten muy pocas cenizas y piroclástos, no poseen explosiones sino más bien surtidores de lava.
En los volcanes de escudo a menudo se presentan conos adventicios, también se presentan erupciones por fisuras, y hornitos que son burbujas de lava solidificadas. Los volcanes de las Islas Galápagos en Ecuador como los volcanes Alcedo, Santo Tomás, Ecuador, entre otros, encajan muy bien en esta clasificación.