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Por Eduardo Burba

Los entusiastas del biodiesel, descubr�, son tan fundamentalistas en sus convicciones y en su af�n de negaci�n como los ejecutivos de Exxon.

El cultivo m�s destructivo del planeta no es la soluci�n: En los �ltimos dos a�os he realizado un preocupante descubrimiento. Como la mayor�a de los estudiosos del medioambiente, he estado tan ciego ante las limitaciones de nuestras fuentes de energ�a como otros lo han estado respecto del cambio clim�tico.

Ahora me doy cuenta de que he invertido mi tiempo en un cierto tipo de fantas�a que poco tiene que ver con la realidad. En el a�o 2003, el bi�logo Jeffrey Dukes calcul� que los combustibles f�siles que quemamos en un solo a�o fueron producidos a partir de materia org�nica que contiene 44 x 1081 gramos de carb�n, lo cual equivale a decir que contienen unas 400 veces la energ�a primaria que corresponde a la productividad neta de la biomasa del planeta. O por decirlo en lenguaje coloquial, cada a�o quemamos el equivalente a la producci�n energ�tica primar�a de 4 siglos de productividad animal y vegetal de nuestro planeta.La idea de que simplemente podemos sustituir los combustibles f�siles y la extraordinaria densidad energ�tica que conllevan mediante el uso de energ�as renovables pertenece al g�nero de la ciencia ficci�n.

Simplemente no hay sustituto para semejante recurso y sin embargo se pregonan alternativas de los combustibles f�siles a los cuatro vientos como una soluci�n realista. Actualmente se promocionan estas soluciones en las conversaciones de Montreal por estados entre los que se incluye el nuestro (Gran Breta�a) en la esperanza de que podamos evitar las dr�sticas decisiones que demanda una soluci�n al cambio clim�tico. Al menos podemos decir que uno de esos sustitutos es incluso peor que el combustible f�sil que se pretende reemplazar.

La �ltima vez que llam� la atenci�n sobre los riesgos de fabricar biodiesel a partir de aceites vegetales, recib� tantas cr�ticas como cuando hab�a hecho p�blica mi postura sobre la guerra de Irak. Los entusiastas del biodiesel, descubr�, son tan fundamentalistas en sus convicciones y en su af�n de negaci�n como los ejecutivos de Exxon. Ahora me siento preparado para admitir que mis art�culos anteriores estaban equivocados y rectificar, pero estoy seguro que esto no va a ser bien recibido por muchos. Estaba equivocado porque hab�a infravalorado el impacto destructivo de los biocombustibles.

Antes de seguir adelante, debo aclarar que no veo nada malo en usar el aceite de cocina acondicionado para mover cualquier motor. Me parece una buena idea y creo que la gente que se dedica a recoger el aceite usado para reutilizarlo realiza un buen servicio a la sociedad. Pero hay que reconocer que el potencial de aprovechamiento de aceite usado en un pa�s como el Reino Unido da para cubrir la trescientas ochentava parte de lo que consume nuestro transporte por carretera existente en la actualidad en este pa�s. M�s all� de este porcentaje, nos enfrentamos a un problema. Cuando escrib� el a�o pasado sobre este tema, pensaba que el principal problema en relaci�n con los biocombustibles ser�a la competencia por la tierra arable disponible.

Tierra aprovechable para cultivar alimentos ser�a desviada para producir biocombustibles. Pero ahora me he dado cuenta de que cosas peores est�n sucediendo. La industria del biodiesel ha inventado accidentalmente el combustible que demanda m�s energ�a de origen carbon�fero para su producci�n del mundo. En la promoci�n del biodiesel, tanto la Uni�n Europea como los gobiernos del Reino Unido, los Estados Unidos y miles de activistas medioambientales a lo largo del mundo; estamos creando un mercado para el aceite usado de freir las patatas, aceites de semillas, aceites de algas cultivadas en el desierto� En realidad estamos creando un mercado para el cultivo mas destructivo de la tierra.

La semana pasada, el presidente de la agencia federal de desarrollo de Malasia anunciaba que estaban a punto de construir una nueva planta de biodiesel. Esta era la novena decisi�n de este tipo en los �ltimos cuatro meses. Cuatro nuevas refiner�as est�n siendo construidas en la pen�nsula malaya, una en Sarawak, y otras dos en R�tterdam. Dos consorcios extranjeros, uno alem�n y otro americano est�n instalando plantas rivales en Singapur. Todos ellos para producir biodiesel a partir del mismo recurso: aceite de palma.�La demanda de biodiesel, dicen los noticiarios de Malasia, provendr� de la Uni�n Europea�� Esta demanda servir� para colocar al menos la mayor parte de la producci�n de aceite de palma de Malasia�. �Porque? Simplemente porque es mas barato que el biodiesel hecho a partir de cualquier otra cosecha.

En septiembre, la organizaci�n Amigos de la Tierra publicaba un reportaje sobre el impacto de la producci�n de aceite de palma. �Entre 1985 y el a�o 2000, el desarrollo de los cultivos de palma fue el responsable de la deforestaci�n en un 87% en Malasia. En Sumatra y Borneo, unos 4 millones de hect�reas de bosque han sido convertidas en cultivos de palma.Ahora mismo, otros 6 millones de hect�reas est�n planificadas para aclarar en Malasia y otros 16,5 millones en Indonesia.Pr�cticamente la totalidad del bosque que queda est� en peligro. Incluso el famoso parque nacional Tanjung Puting de Kalimat�n est� siendo desbrozado por los plantadores de palma.El orangut�n salvaje estar� extinto en breve plazo, como los rinocerontes de Sumatra, tigres, gibones, tapires y proboscidios, simios y miles de otras especies.

Miles de nativos ind�genas han sido desplazados de sus tierras y hasta unos 500 nativos que se resistieron, han sido sometidos a tortura por oponerse a su desalojo.Los fuegos forestales que suelen ahora cubrir la regi�n en espesas humaredas, son principalmente provocados por los cultivadores de palma. La regi�n entera se est� convirtiendo en un gigantesco campo de cultivo para aceite vegetal.Antes de las plantas de palma, que son peque�as y austeras, exist�an vastas extensiones de bosque, con �rboles de gran tama�o que acumulan significativas cantidades de CO2. Ahora esos bosques son derribados y quemados liberando todo ese carbono a la atm�sfera. A medida que el suelo se empobrece, las plantaciones se van desplazando hacia los nuevos suelos resultantes de arrasar el bosque en busca de la turba rica en nutrientes.Al cortar el bosque, la turba inevitablemente se seca y se oxida, liberando incluso mas anh�drido carb�nico que los propios �rboles.

Publicado originalmente en Agro Diario (Argentina)