Desde sprays con �efecto lotus� hasta textiles f�ciles de limpiar: la gama de productos cuya funci�n se basa en part�culas nano parece infinita. El �efecto lotus� se refiere a la m�nima capacidad de una superficie de humedecerse, como en el caso de la planta de la que se tom� el nombre. El agua en estas superficies rueda formando gotas que recogen la suciedad, gracias a una compleja arquitectura micro y nanosc�pica de la superficie. Aparte del lotus hay otras plantas que tambi�n poseen esta pr�ctica caulidad, como el tropaeolum, el phragmites (una gramin�cea) y la aquilegia; pero tambi�n las alas de algunos insectos.
Aunque la capacidad de autoliompieza de superficies nanoestructuradas en la naturaleza fue descubierta en los a�os 70, apenas en la d�cada de los 90 pudo ser transmitida a productos t�cnicos biomimetizados. El �Efecto lotus�� es ya una marca registrada.
�Bioneers� estudia efecto biol�gico de nanopart�culas
Debido a que justamente los efectos del uso de las nanopart�culas no es claro, el profesor Roland Stauber, de la Cl�nica Universitaria de Mainz, emprendi� un estudio, promovido por la Asociaci�n alemana de Investigaciones (DFG) a trav�s del proyecto �Bioneers�.
Los cient�ficos quieren saber si, y en qu� medida, las nanopart�culas pueden introducirse en la c�lulas y qu� procesos pueden generar dentro y desde all�. Para este estudio, el grupo interdisciplinario de investigadores utiliza modernos m�todos biol�gicos moleculares con los que se puede seguir el curso de una nanopart�cula.
Muchas interrogantes, pocas respuestas a�n
Las nanopart�culas tienen una especial caracter�stica: su tama�o es similar a las biomol�culas m�s comunes por lo que, como las prote�nas, pueden penetrar las c�lulas.
�Qu� pasa entonces en una c�lula expuesta a nanopart�culas?, �Por cu�les v�as entran las nanopart�culas a una c�lula humana o animal?, �C�mo y hasta d�nde se transportan dentro de la c�lula?, �Pueden las nanopart�culas da�ar informaci�n gen�tica o incluso, generar tumores?
Preguntas a las que, seg�n Roland Stauber, profesor de la Cl�nica Otorrinolaringol�gica de Mainz, �a�n hay pocas respuestas�. El cometido del equipo de Stauber es �analizar todos los efectos biol�gicos provocados por la presencia de nanopart�culas en el cuerpo humano�. Con la implementaci�n de un chip de ADN los cient�ficos visibilizan toda la actividad gen�tica.
�As� podemos ver cu�les programas gen�ticos son activados o bloqueados por las nanopart�culas�, dice Stauber cuyo grupo tambi�n utiliza modelos de cultivos celulares humanos como �bioreactores vivos� en los que se podr� observar la actividad de divisi�n celular permitiendo tambi�n un diagn�stioco del estado de salud de las c�lulas expuestas a nanopart�culas.
Muchas de estas nanopart�culas, contenidas en atomizadores o en polvo, se extienden en el aire que respiramos, por lo que pueden entrar al organismo humano a trav�s de las v�as respiratorias hasta la corriente sangu�nea. �Por eso nos concentramos en los epitelios de los tejidos mucosos, los bronquios y los pulmones�, especifica Stauber.
�Tubillos nano tan nocivos como polvo de asbesto o amianto?
Entre tanto, un equipo de cient�ficos brit�nicos de la Universidad de Edinburgo dice haber identificado un especial tipo de nanopart�cula como �cancer�geno�, seg�n una publicaci�n en la revista Nature Nanotechnology.
Los nanotubillos son uno de los desarrollos nanotecnol�gicos m�s interesantes de los �ltimos tiempos: estos microsc�picos tubos son altamente estables y excelentes conductores de electricidad, por lo que se les considera como los materiales del futuro en la electr�nica y la computarizaci�n.
En un estudio comparativo, los cient�ficos inyectaron nanotubillos y asbesto a sendos grupos de ratones con tal sorpresa de que los animales que recibieron nanotubillos desarrollaron tumores semejantes a los provocados por el asbesto.
A pesar de tan negativos resultados, los mismos investigadores piden empero no demonizar la nanotecnolog�a pues �las sociedades modernas no pueden prescindir de las increibles ventajas de este material�, advierte Andrew Maynard, de la Universidad de Edinburgo. Lo importe, advierten los cient�ficos, es no cometer los mismos errores cometidos con el uso y abuso del asbesto.
Publicado originalmente en Deutsche Welle (Alemania)