Entre el denso verdor de la jungla, el joven levanta el brazo y se�ala: la criatura estuvo all�. Estaba sentada en una roca, a la salida de una cueva, y, aunque s�lo la vio unos segundos, est� seguro de que no se parec�a a nada que hubiera visto. �Ten�a cara de simio, pero era mucho m�s grande que un humano�, asegura Tengsim Marak.
Durante generaciones, pobladores del estado de Megalaya, en el noreste de India, han susurrado relatos del mande burung, el hombre de la selva. Dicen que vive entre los �rboles, mitad hombre mitad simio, y que a veces se le ha visto, pero sobre todo se ha o�do su extra�o gru�ido entre los arrozales. Se dice que mide 10 metros de alto y pesa hasta 4.5 toneladas.
Funcionarios forestales y cient�ficos han desechado siempre estos relatos; los consideran una variante de los que en otros lugares se cuenta sobre el yeti, pie grande o sasquatch. Sin embargo, la historia del mande burung tiene un giro intrigante y tal vez notable.
A principios de este a�o, unos buscadores aficionados mostraron a un renombrado primat�logo brit�nico dos cabellos que dijeron haber descubierto en un �nido� de la criatura. Luego de examinarlos, Ian Redmond se�al� que no se parec�an a los de ning�n otro animal conocido que habitara en esa jungla.
Adem�s, dijo, bajo el microscopio esos cabellos se parec�an a los de un humano, un chimpanc�, un gorila o a los presuntos �cabellos de yeti� que trajo del Everest en 1953 la expedici�n de sir Edmund Hilary.
Una de las explicaciones
Actualmente esos cabellos se someten a ex�menes de ADN. Redmond se mostr� cauteloso en cuanto a qu� criatura podr�a ser. La explicaci�n m�s mundana es que se trata de una especie conocida, pero cuya presencia no se hab�a registrado en las junglas de Megalaya. Tambi�n podr�a ser una especie desconocida. Como se�ala Redmond, hace apenas cinco a�os se descubri� una �nueva� especie de macaco en el cercano estado de Arunachal Pradesh.
M�s all� de estas explicaciones est� lo impensable. No es sorpresa que la sola posibilidad de que una bestia semejante al yeti viva en las junglas de India haya desatado un esc�ndalo en el mundo de la criptozoolog�a, estudio de especies sin catalogar, al que por lo regular se concede escasa importancia.
Jon Downes, del Centro de Zoolog�a Forteana, con sede en Londres, dijo creer que estas criaturas podr�an ser los �ltimos ejemplares de un simio llamado gigantopiteco, que seg�n se cree se extingui� hace 300 mil a�os. �Hay tantos reportes de bestias semejantes al yeti en el sur y el centro de Asia, que no me sorprender�a que quedaran algunos pu�ados de estas criaturas raras y extremadamente t�midas�, expres�.
Los entusiastas que presentaron los misteriosos cabellos afirman haberlos hallado en la sierra Garo occidental, zona remota de Megalaya poblada por tribus que antes de la llegada de misioneros cristianos, hace un siglo, eran notorias cazadoras de cabezas.
�Todos en la sierra Garo creen en esta criatura�, explic� Galbraith Sangma, uno de los buscadores. Hace una distinci�n entre el folclor regional y los informes de la criatura que vive en la jungla. �Existen muchos mitos sobre duendes y dem�s, pero el mande burung no es uno de ellos�, sostiene.
Los observadores presentan una lista de avistamientos. En 2003, Nelbison Sangma, cazador, dijo haber observado a la criatura desde el otro lado del valle por tres d�as consecutivos. En 2005, en una aldea llamada Rongri, se dijo que la criatura entr� en una choza ocupada por una viuda y su hijo peque�o; apag� el fuego a pisotones, pero no da�� a la mujer, que estaba demasiado aterrada para correr. Otro hombre dijo que de ni�o hab�a visto el brazo rojo y peludo cercenado de una criatura desconocida a la venta en un mercado remoto.
B�squeda en la espesura
El equipo busca a un maestro rural que, seg�n se dice, vio a fines de mayo pasado una criatura que encaja en la descripci�n del mande burung. Luego de un viaje de tres horas en autom�vil, el grupo sale del camino principal y se adentra en las monta�as. La brecha se detiene en una villa llamada Tingba. Los nativos dicen que el hombre a quien buscan los observadores est� en una aldea mucho m�s lejana, pero que el hijo de un morador de ese pueblo ha visto a la criatura.
Mohin Sangma y su hijo, Tengsim Marak, gu�an al grupo a trav�s de la jungla, cortando el follaje con un machete. Luego de 20 extenuantes minutos, se detienen junto a una oquedad en la ladera de una colina. Uno de los observadores toma video del muchacho al relatar lo que vio.
�La criatura jugaba a lanzar una piedra a la roca. Era negra. Dur� s�lo unos segundos. Tuve mucho miedo.�
La emoci�n inicial del equipo se troca en escepticismo. De acuerdo con el espacio de la cueva, la criatura debi� de ser bastante peque�a. Adem�s, los reportes previos del mande burung sugieren que es rojo, no negro. Tal vez la criatura que vio el muchacho fue un oso negro asi�tico.
�Tenemos que verificar todos los reportes �explica uno de los exploradores�. No nos daremos por vencidos hasta encontrarlo.�
Se le indica que casi todas las comunidades ind�genas del mundo tienen leyendas sobre criaturas semejantes al yeti, y que no todas pueden ser verdaderas. �No �respondi�, pero tampoco todas pueden ser falsas.�
Publicado originalmente en La Jornada (M�xico)