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El curioso ecosistema se esconde debajo de un glaciar ant�rtico, y lo forman los descendientes de antiguos organismos que habr�an existido hace un mill�n y medios de a�os, explican sus descubridores en la revista Science.

Estas reliquias vivientes de tiempos remotos viven agazapadas en un estanque situado en las cercan�as de Blood Falls (Cascadas de sangre, en ingl�s), una corriente te�ida de un rojo sangu�neo que mana de las grietas del glaciar Taylor. Los exploradores las detectaron en una muestra de agua tan cargada de sal, que impide su congelaci�n. Al parecer, esa salmuera rojiza procede de un reservorio escondido debajo de 400 metros de hielo.

El an�lisis gen�tico de los extra�os seres revel� un linaje similar al de otros microorganismos m�s conocidos que habitan en los oc�anos plenos de luz y nutrientes. Tal parentesco avala la hip�tesis de que se tratar�a de parientes de poblaciones microbianas de mayor tama�o, que moraban en los fiordos de esa regi�n ant�rtica, hasta que el avance del glaciar las sepult�. Los microbios, faltos de luz, no pudieron alimentarse mediante el habitual proceso de fotos�ntesis, por lo que aprendieron a nutrirse del hierro desprendido del fondo rocoso con la ayuda de un catalizador de azufre, liberando �xidos que explicar�an la peculiar coloraci�n de las cascadas.

Tales cualidades hacen de ellos unos dignos miembros del club de los extrem�filos, esas bizarras criaturas que deben su nombre a su capacidad para sobrevivir en los entornos m�s extremos (volcanes, g�iseres, abismos oce�nicos, etc.). �Y vaya si el suyo es extremo! Los Dry Valleys, en donde se localiza el glaciar Taylor son territorios des�rticos en donde no se atreven animales ni plantas. De ah� el valor del hallazgo de los cient�ficos estadounidenses: con �l la biolog�a ha traspasado una frontera hasta ahora nunca hollada: los ecosistemas ocultos bajo los glaciares polares.

Su aislamiento de un mill�n y medio de a�os hace de esta charca salina "una especie de c�psula del tiempo de un periodo de la historia de la Tierra", afirma entusiasmada Jill Mikucki, una de las autoras del texto publicado en Science. "No conozco ning�n ambiente similar en la Tierra", comenta la investigadora del Instituto de Estudios Ant�rticos del Dickey Center for Internacional Understanding (Darmouth, EEUU). A su modo de ver, ese ecosistema posee "el potencial para ser un moderno an�logo de la geoqu�mica y la biogeoqu�mica de hace millones de a�os".

El descubrimiento traer� cola. No s�lo porque enriquecer� el conocimiento de la biosfera actual, sino tambi�n el de las condiciones biol�gicas en el pasado m�s distante, en especial del periodo denominado "Bola de Nieve", cuando, hace 600 millones de a�os, una capa de profundos glaciares cubr�a la mayor parte de la superficie terrestre; e incluso promete anticipar las eventuales formas de vida que podr�an existir en otros planetas, especialmente en medios ultrag�lidos como los casquetes polares marcianos o los oc�anos helados de Europa, una de las lunas de J�piter.

Publicado originalmente en Soitu (Espa�a)