El 29 de octubre de 1969, Leonard Kleinrock, profesor de la UCLA, envi� un mensaje a sus colegas del Standford Research Institute. Se trataba de comprobar que una m�quina pod�a dialogar con otra con un nuevo protocolo. Ten�a que escribir L-O-G. Llegaron la L y la O. Al primer intento, fue imposible con la G. El ordenador que emple�, Interface Message Processor, es hoy una pieza de museo. Kleinrock ha confesado que nunca imagin� a su abuela empleando Internet. Pens� que era un sistema para conectar m�quinas, pero no aventur� el empleo que le han dado las personas. Este mensaje se considera el acto fundacional de Internet. Sin �l, hoy el mundo se colapsar�a. As� de simple. Las empresas, los sistemas de defensa de los pa�ses, el transporte, el ocio, las telecomunicaciones, la ense�anza y la sanidad. En este tiempo de constantes invenciones hay tres aplicaciones b�sicas, seg�n el autor del art�culo: el correo electr�nico, la WWW y el sistema de intercambio de archivos P2P.
En la segunda mitad de la d�cada de 1960, las grandes empresas constructoras de inform�tica empezaron a desarrollar los primeros sistemas de comunicaci�n entre ordenadores. En aquellos d�as, lejos de la omnipresencia actual de la tecnolog�a microinform�tica, tan s�lo exist�an lo que hoy llamar�amos sistemas propietarios, cada empresa dise�aba sus procesadores y su software, y por tanto, su sistema o arquitectura de comunicaciones.
Posiblemente influidos por la estructura centralizada de sus clientes m�s importantes (bancos, empresas de seguros, grandes corporaciones, etc�tera), las empresas constructoras de ordenadores para la gran inform�tica dise�aron sistemas de comunicaciones con topolog�a en estrella, sumamente centralizados.
Un ordenador principal gestionaba y supervisaba la incipiente red que permit�a interconectar diversos ordenadores sat�lites del ordenador principal, terminales m�s o menos potentes, o simples terminales de pantalla o impresi�n. Tambi�n era posible la conexi�n directa entre los ordenadores sat�lites, aunque siempre bajo la supervisi�n del gestor �nico de la red, residente siempre en el ordenador principal.
Cada empresa ten�a su sistema: SNA (System Network Architecture) en el caso de IBM, DSA (Distributed System Architecture) en el caso de Honeywell o el equivalente de Univac. Y todos estos sistemas eran incompatibles entre s�, lo que hac�a casi del todo imposible (o terriblemente complicada) la interconexi�n de ordenadores de diversos fabricantes.
Sistemas vulnerables
Pero hab�a otro camino alternativo, el de la futura Internet, que, a pesar de ser poco considerado durante los a�os setenta y ochenta por los profesionales de la gran inform�tica, ha sido el que ha predominado. La orientaci�n centralizada de las comunicaciones inform�ticas que hab�an previsto los fabricantes de ordenadores no resultaba en absoluto �til para los militares. Una topolog�a en estrella resulta sumamente vulnerable: si se destruye el ordenador principal de la red, el que tiene todo el control de la red, todo el sistema de comunicaciones se hunde.
Por ello, en ARPA (Advanced Research Projects Agency), la agencia de proyectos adelantados de investigaci�n norteamericana, se propuso dise�ar un sistema para interconectar ordenadores en red de manera que ninguno de esos ordenadores o nodos fuera decisivo ni imprescindible para el funcionamiento de la red. De ah� naci� la primera red de investigaci�n concebida con esta filosof�a, Arpanet (la red, net, de ARPA), de la cual deriva la actual Internet.
Parece que la idea fue de J. C. L. Licklider, director de la Agencia de Proyectos de Investigaci�n Avanzada de la Defensa (DARPA) desde octubre de 1962, pero fue Robert Taylor quien la puso en pr�ctica despu�s de contratar a Larry Roberts, del MIT. La primera red Arpanet se estableci� entre los ordenadores de la Universidad de California, Los �ngeles (UCLA), y del Stanford Research Institute, el 29 de noviembre de 1969.
La nueva red incorporaba una tecnolog�a innovadora de conmutaci�n de paquetes, desarrollada a instancias de la DARPA, en contraposici�n a la conmutaci�n de circuitos habitual en la telefon�a. Despu�s, hacia 1983, la conjunci�n de diversas redes inform�ticas con la misma tecnolog�a (Arpanet de ARPA, Milnet de los militares y CSNET de la investigaci�n inform�tica) acab� creando la llamada red de redes o Internet.
La gesti�n de la nueva Internet por parte de la National Science Foundation (Fundaci�n Nacional de la Ciencia de Estados Unidos) hizo que algunos emprendedores pidieran convertirse en proveedores de servicios en Internet (ISP: Internet Service Providers) y el uso de la red Internet, inicialmente un proyecto militar reservado, lleg� al gran p�blico.
Hoy Internet es, como sabemos, una red sumamente abierta, sin control posible, ya que ning�n nodo la domina y controla. Hay que decir que, como proyecto militar que fue en sus or�genes, la red pod�a ser abierta y sin control, ya que sus usuarios, los militares, s� estaban controlados y sometidos a la disciplina militar. Eso imped�a el descontrol de la incipiente Internet: la red era abierta y libre, pero no sus usuarios. Por eso Internet es hoy imprevisible: se trata de una red no regulada en manos de personas escasamente reguladas por leyes siempre retrasadas con respecto a la tecnolog�a.
Por este motivo, siempre hay nuevas posibilidades en Internet, incluso la de la organizaci�n espont�nea de la creatividad de todos. Se podr�a decir que Internet es, en cierta medida, un gran proyecto militar fracasado.
Publicado originalmente en El Pa�s (Espa�a)