El cierre de Radio Caracas Televisi�n (RCTV) por Hugo Ch�vez ha sido condenado por tirios y troyanos. Se ha sostenido, con raz�n, que se ha violado la libertad de expresi�n, derecho esencial a respetarse en toda sociedad democr�tica. Poco se ha dicho, sin embargo, acerca de la g�nesis de dicha medida. Rara ha sido la alusi�n al car�cter ineluctable de la supresi�n progresiva de las libertades que caracteriza toda propuesta socialista cuando pasa de la utop�a a la realidad, como es el caso del llamado Socialismo del Siglo XXI que impone a la fuerza el Comandante Ch�vez en Venezuela.
La contradicci�n entre socialismo y libertad hab�a sido advertida por algunos de los m�s ilustres pensadores pol�ticos del siglo XIX, como lord Acton y Alexis de Tocqueville. Este �ltimo opon�a la democracia concebida como un medio para la libertad individual con el socialismo "� que hace de cada hombre un simple agente, un simple n�mero. La democracia y el socialismo, dec�a, solo tienen en com�n una palabra: igualdad. Pero advi�rtase una diferencia: mientras la democracia aspira a la igualdad en libertad, el socialismo aspira a la igualdad en la coerci�n y la servidumbre".
El Premio Nobel de Econom�a, Friedrich Hayek, en su obra de divulgaci�n m�s conocida, Camino de Servidumbre (escrita en plena Segunda Guerra Mundial) advert�a sobre las semejanzas entre el fascismo y el socialismo. En ambos casos, sosten�a, se utilizaban m�todos id�nticos para lograr sus respectivos fines, obteniendo resultados similares. En ambos casos, se empezaba por darle al Estado cada vez m�s presencia en la econom�a, violando los derechos de propiedad y destruyendo el sistema de mercado para sustituirlo por la planificaci�n central. En ambos casos segu�a inevitablemente cada vez m�s represi�n, cada vez menos libertades individuales, completando el camino de servidumbre con el control de las vidas privadas.
La historia del resto del siglo XX no hizo m�s que confirmar la visi�n de dichos pensadores. La experiencia de la Uni�n Sovi�tica, el Este Europeo, la China de Mao, Corea del Norte, entre tantas otras, no solo ha demostrado que el socialismo real es ineficiente econ�micamente. El socialismo real gener�, por su propia naturaleza, adem�s de par�lisis productiva, verdaderas c�rceles a escala pa�s. Si las juventudes "chavistas" recibieran un m�nimo de cursos de historia, ser�an conscientes de que buscar de esa manera el para�so sobre la tierra resultar� inevitablemente en un infierno. Y con un poco de objetividad ver�an que, en Cuba, un dictador que se acerca a los 50 a�os de gobierno ha generado islas de libertad econ�mica para algunas empresas extranjeras de turismo, pero no para su pueblo que sigue sin poder hacer empresa individualmente y, por supuesto, sin poder decir en p�blico lo que le venga en gana.
Cierto es que en dictaduras de derecha condenables como la de Pinochet en Chile o tantas otras, la libertad econ�mica convivi� con la censura y la violaci�n a los derechos humanos. Pero cierto es tambi�n que, en gran parte, gracias a la libertad econ�mica y al innegable progreso econ�mico y social resultante, las dictaduras de derecha �en Asia del Este est�n los casos m�s frecuentes� terminaron obligadas a abrirle paso a la libertad individual. Tal fue el caso de Chile, cuyo dictador entreg� pac�ficamente el Poder, permitiendo el desarrollo de una democracia que se ha convertido en la m�s s�lida de Am�rica Latina. Algo imposible para Fidel Castro y Hugo Ch�vez. La supresi�n de la libertad de expresi�n es una necesidad sist�mica del Socialismo del Siglo XXI chavista. La violaci�n de los derechos de propiedad, la estatizaci�n de las empresas, los controles de precios, el copamiento del Poder Legislativo y del Poder Judicial y la supresi�n de la libertad de expresi�n, son piezas de un mismo rompecabezas. Como lo es su intenci�n de imponer el mismo modelo en sus pa�ses vecinos. No bajemos pues la guardia, que dinero tiene y lo est� utilizando para imponer su trasnochado proyecto dictatorial a escala continental.
Publicado en El Diario Exterior