Usualmente consideramos a la libertad como uno de nuestros grandes valores y derechos; pensar siquiera en alguien que intente socavarla mediante alg�n tipo de coacci�n, enga�o o control (f�sico, legislativo, econ�mico, pol�tico, etc.) le otorgamos adjetivos como autoritario, controlador, retr�grada, una persona con caracter�sticas dictatoriales, etc. Por su parte, en los �mbitos religiosos (jud�os, cristianos, musulmanes, budistas, etc.) se considera a la libertad en relaci�n directa con la dignidad; al libre albedr�o como �l m�s grande de los dones divinos, otorgado por una deidad abierta y misericordiosa para con sus hijos-criaturas: la libertad de elegirlo o rechazarlo, de seguir sus ense�anzas.
El campo legal, que inscribe a las personas como sujetos jur�dicos, valora la libertad como un derecho inalienable, as� como un criterio de autonom�a y responsabilidad desde donde alguien piensa y act�a.
"Ente los individuos como entre las naciones. El respeto al derecho ajeno es la paz" reza la m�xima de Ju�rez.
En todos lados se habla y defiende la "libertad": libertad de expresi�n, libertad de tr�nsito por el pa�s, libertad de elegir y/o profesar cualquier ideolog�a, creencias y/o confesi�n religiosa.
Sin embargo, es caracter�stica de los lugares comunes, hablar y tener demasiado consenso sobre el concepto en cuesti�n, sin por ello hablar de las minucias �Qu� significa decir "soy libre"?
Se entiende que libertad de elegir -con su correlato, no ser discriminado- (residencia, ocupaci�n, diversiones, creencias, practicas ideol�gicas, sexuales, que ver o no ver en la televisi�n, expresiones, etc.) sin embargo la elecci�n supone el deseo, y el deseo, siempre es el deseo del otro (J.
Lacan) ese articulado y tejido por la mirada del semejante que tiene-posee "algo" que supongo me llenar�a el deseo, el Yo se forma, deviene de tales juegos identificatorios.
Las estrategias de mercado est�n marcadas por dichos juegos de seducci�n: "Al comprar "esto" o lo "otro" no solamente est� usted adquiriendo x producto, sino... (Felicidad, seguridad, belleza, alegr�a, juventud, salud, confort, poder ser alguien, status, etc.) El requisito del lado del comprador es que sienta (se crea) que est� eligiendo "que desea libremente" y no que el mercado est� molde�ndole (creando) el qu� y c�mo desear.
Por ello los slogans se�alan el apropiamiento en primera persona: "Soy totalmente..." "Yo soy t...." "Ahora si me doy -�qui�n?- un lujito", �Por los qu� quieren -�qui�n? �Yo? �Nosotros?- jugar a la botella con ella, etc.
�Pero la libertad solo se traduce en "libertad" de comprar? �En producir una lucha de productos por "acaparar" a un determinado mercado? Tal "libertad", podr�amos llamarle, libertad Light, no produce mayores problemas para el sujeto o la econom�a, al contrario potencia y desarrolla el flujo de capital.
Pero cuando la libertad apunta hacia el ejercicio vital de la misma, como en el caso de elegir terminar con un embarazo o con la propia vida, y ya no sobre las triviales disyuntivas sobre qu� celular comprase o qu� pel�cula ver o d�nde vivir o en que banco abrir cuenta, etc. ese derecho (singular) supuestamente inalienable se ve impedido por la generalidad (legal) de la protecci�n de la vida (biol�gica), en detrimento del deseo singular de un sujeto.
En ese sentido, si una mujer decide interrumpir el proceso de gestaci�n o si alguien desea terminar con su vida, esa libertad de decidir (actuar) sobre su vida, otrora del �mbito privado, se convierte en un asunto regulado por el estado, haciendo de un hecho privado un hecho p�blico.
Los argumentos, tanto como a favor como en contra, funcionan tambi�n como lugar com�n, sali�ndose por la tangente, haciendo de estos dos casos, un problema de otra �ndole (moral-religioso), se dice que de ninguna manera se "legalizara" el asesinato, o que la medida promover�a el libertinaje, etc. Ser�a importante revisar los argumentos, puesto que en lo que se�alan est�n implicadas las concepciones (morales, religiosas) sobre el sujeto y su libertad.
En �ltima instancia, �Qu� entiendo por mi libertad? �Libertad de elegir...?
Originalmente publicado en El Porvenir (M�xico)