La obesidad en las adolescentes va m�s all� de una simple condici�n f�sica. Es un asunto emocional, intelectual y social.Seg�n el soci�logo Robert Crosnoe, profesor e investigador de la Universidad de Texas en Austin, el sobrepeso influye notoriamente en el estado emocional y la preparaci�n acad�mica de las jovencitas que lo padecen.
La opini�n de Crosnoe est� respaldada en su reciente estudio Gender, Obesity and Education, en el cual us� un muestreo de 11 mil chicas y chicos.
De acuerdo con el catedr�tico, los estigmas de la sociedad estadounidense en torno a la persona obesa: "fea, inaceptable, perezosa y tonta", tienen efectos muy negativos en las adolescentes con sobrepeso.
En su estudio, el experto identific� en las adolescentes obesas, posibles efectos de bajo rendimiento acad�mico, desinter�s para seguir una carrera superior, problemas emocionales y psicol�gicos, automedicaci�n y abuso de alcohol o drogas.
A nivel laboral, la investigaci�n encontr� que las chicas obesas que lograron ingresar al mercado laboral tienden a ganar salarios m�s bajos, no son promovidas de su puesto ni se les da la oportunidad de ocupar cargos altos.
Otro dato interesante de esta investigaci�n es que a los muchachos obesos por lo regular no les afecta tanto su condici�n a nivel acad�mico, emocional y laboral, como a las mujeres.
A Romy Torres-Ward, psicoterapeuta del Centro Terap�utico Olive Branco, con consultorios en Rancho Cucamonga y Riverside, no le sorprendieron los resultados de este estudio, que "por primera vez pone al descubierto la relaci�n existente entre la obesidad y el nivel acad�mico que logran las adolescentes obesas".
"Las chicas obesas sufren mucho m�s que los chicos y se debe a la presi�n social que se le impone a la mujer de lucir bella y esbelta como las actrices de Hollywood. Otro efecto es la preocupaci�n que siente toda adolescente de ser aceptada por sus compa�eros y de que no tengan ning�n comentario negativo de ella", dice la entrevistada.
Seg�n la experta, la baja autoestima en la mayor�a de las chicas obesas tambi�n influye en su afecci�n psicol�gica y el bajo rendimiento acad�mico.
"Ellas sienten que no valen nada, ya que desde la ni�ez son v�ctimas de burlas, hostigamiento y aislamiento en el ambiente escolar y social", afirma Torres-Ward.
Ante estas presiones externas e internas, asegura la psicoterapeuta que se produce en la joven obesa todo un c�rculo vicioso: una adolescente triste, aislada, que puede buscar consuelo en la comida, las drogas o el alcohol.
"Por eso, si la obesidad de la adolescente no tiene un perfil gen�tico, es importante desde el comienzo buscar la causa de su condici�n f�sica, que por lo regular se debe a alg�n problema emocional que le afecta y provoca ansiedad, lo que la conduce a comer en exceso para llenar ese vac�o que siente".
Torres-Ward afirma que el apoyo emocional es una de las mejores terapias para ayudar a la joven obesa. Esta medicina la conoce muy bien Mar�a Mar�n, motivadora y autora del audiolibro Secretos de la mujer segura, quien asegura haber tenido una preadolescencia y adolescencia muy triste debido a un problema de obesidad.
"Mi autoestima estuvo muy baja entre los nueve y 14 a�os de edad; era la ni�a m�s gordita del vecindario y de la escuela", cuenta Mar�n. "Por mi sobrepeso, sent�a que ten�a que trabajar muy duro para ganarme el cari�o y la atenci�n de otros. Por mi aspecto me sent�a rechazada por mis compa�eros de clase y amigos. Pero por suerte, logr� superar este problema con el apoyo de mi madre y la actitud positiva que siempre he tenido hacia la vida. Y un d�a me dije: "Ya que no soy popular por mi f�sico, voy a ser la chica m�s c�mica". Y me convert� en la payasa de la escuela, y era muy popular por mis chistes e imitaciones ". Tiempo despu�s, esta capacidad histri�nica la llevar�a a destacarse en muchos escenarios con sus pl�ticas sobre motivaci�n y superaci�n personal.
Seg�n dice la motivadora, el papel que desempe�� su madrastra fue vital. Ella se puso en una campa�a diaria de hacerle notar a Mar�a cada una de sus caracter�sticas positivas, de hacerla sentir segura de s� misma y la ayud� a explotar sus habilidades especiales. "Esto, junto a mi visi�n personal de ver una esperanza frente a todo problema, me ayud� a cambiar mis complejos y convertirme en una persona jocosa; de una imagen obesa, pas� a una de peso normal".
La familia puede ayudar al hijo obeso en sus esfuerzos por adelgazar. �C�mo? Simplemente, quit�ndole importancia al peso.
Criticar, avergonzar o forzar una dieta, son acciones totalmente ineficaces y contraproducentes. No olvidemos que el adolescente tiene como meta la adquisici�n gradual de su independencia, y el control filial sobre la dieta interfiere con el sentimiento de autonom�a del joven y la p�rdida de peso. En cambio, la familia puede ayudarlo, cambiando las costumbres alimenticias en el hogar, haciendo, por ejemplo, que se coma a horas preestablecidas de mutuo acuerdo, promoviendo comidas que den lugar a conversaciones, impulsando actividades f�sicas conjuntas y salidas campestres, llevando en la nevera port�til frutas en lugar de helados.
Ocasionalmente, tambi�n ser� �til recibir apoyo de grupo, seguir las indicaciones de un m�dico o nutricionista naturista, y recibir formaci�n espiritual o tratamiento psicol�gico para ayudar a manejar adecuadamente la necesidad por adelgazar.
Publicado originalmente en Diario La Opini�n (EEUU)