Hace m�s de cinco mil millones de a�os, una estrella mor�a. El combustible en su interior se agotaba, y la energ�a que generaba no era capaz de soportar la presi�n gravitatoria que trataba de comprimirla.
Al final, ocurri� un colapso gravitacional, la temperatura del n�cleo de la estrella aument� monstruosamente, y �sta explot�, formando una supernova, que emiti� al espacio una gran cantidad de materia, en particular elementos pesados, forjados en el horno nuclear.
La materia emitida ser� la base para crear otra estrella y sus planetas, en uno de los cuales los elementos qu�micos formados jugar�n un papel esencial para el surgimiento de la vida y, tiempo despu�s, para el progreso de la raza humana.
Entre los compuestos qu�micos salidos de la supernova, destaca el uranio (U), un elemento qu�mico pesado, de n�mero at�mico 92, y que posee varios is�topos, esencialmente los marcados como U-235 y U-238, por su �ndice de masa.
El �ltimo es el m�s abundante, casi el 99% del U natural. ¿Y qu� hay de importante con el Uranio? Pues resulta que es una fuente de energ�a.
El n�cleo del U-235 puede reaccionar con un neutr�n, dividi�ndose en dos n�cleos m�s ligeros, emitiendo dos o tres neutrones y liberando una enorme cantidad de energ�a (19 millones de kWh por kilogramo de U-235).
Suponga que tenemos una masa dada de U, y le enviamos un haz de neutrones, cada uno de los cuales reacciona con un n�cleo de U-235.
Uno de los neutrones que emite cada n�cleo golpea otro n�cleo de U-235, que emite m�s neutrones, que reaccionan con otros n�cleos que, como vemos, se ha establecido la llamada reacci�n en cadena, que produce gran cantidad de energ�a mientras no se agote el combustible.
El proceso en realidad es m�s complejo, y existen tres estados diferentes. Si la cantidad de n�cleos que reacciona en una etapa es mayor que la que reacciona en la etapa siguiente, la reacci�n se frena y puede apagarse: el sistema se llama subcr�tico.
Si la cantidad que reacciona en una etapa es menor que la que reacciona en la etapa siguiente, la reacci�n aumentar� de intensidad, liber�ndose cada vez m�s energ�a, y puede llegarse a una explosi�n. En este caso el sistema se llama supercr�tico; as� trabajan las bombas at�micas.
Est� tambi�n el estado cr�tico en el que la reacci�n se mantiene estable: as� funcionan los reactores nucleares, una importante fuente de energ�a hoy, que podr�a aumentar su papel en el futuro.
En estos momentos las plantas nucleares generan alrededor del 17 por ciento de la energ�a el�ctrica a nivel mundial, y se ha previsto para el 2020 un incremento de apenas un 5%, mientras que la generaci�n global de energ�a se incrementar� un 75%.
�Por qu� tan poco?
Hay dos causas esenciales. En primer lugar, accidentes como el ocurrido en las plantas de Three Mile Island (Estados Unidos) y (especialmente) la cat�strofe de Chernobil, Ucrania, donde por problemas de operaci�n, y la carencia de un segundo muro de protecci�n, se emiti� una gran cantidad de polvo radiactivo a la atm�sfera, lo cual no hacen atractivo el uso de esta energ�a.
No es de extra�ar que la construcci�n de estas plantas se haya frenado. Por otra parte, los costos de generaci�n en ellas son superiores a las plantas a carb�n o a gas natural. La combinaci�n de ambos factores provoc� que la energ�tica nuclear perdiera adeptos.
Sin embargo, en los �ltimos tiempos cada vez son m�s los que analizan la posibilidad de que aumente el n�mero de centrales.
La causa est� en la emisi�n por las plantas termoel�ctricas que queman carb�n o petr�leo de enormes cantidades de CO2, un importante gas de efecto invernadero, que est� contribuyendo al calentamiento global.
Los reactores nucleares operados correctamente son mucho m�s seguros para la salud humana que las plantas de carb�n.
En efecto, las plantas termoel�ctricas emiten a la atm�sfera CO2, �xidos de azufre (que contribuyen a las lluvias �cidas), �xidos de nitr�geno, cenizas, e incluso compuestos radioactivos: la radiactividad cerca de una central termoel�ctrica es mayor que cerca de una �tomoel�ctrica.
Un ejemplo de programa nuclear exitoso es el realizado en Francia.
Este pa�s no cuenta con recursos energ�ticos propios, as� que hizo una apuesta por la energ�a nuclear, compr� el dise�o del Reactor Norteamericano de Agua a Presi�n de la Westinghouse, y fabric� m�s de 50 plantas de ese tipo.
Estas producen alrededor del 75% del total de la energ�a generada en el pa�s y ha logrado que la poblaci�n acepte esta energ�a, operando las plantas con un buen record de seguridad.
Sin embargo, un problema apareci� para la energ�tica nuclear: los desechos radiactivos. El combustible, Uranio enriquecido con hasta un 3% de U-235, va consumi�ndose, convirti�ndose el U-235 en otros elementos que son muy radiactivos.
Incluso con los sistemas de reutilizaci�n del material remanente para producir m�s energ�a, queda siempre un residuo de elementos radiactivos que no se puede utilizar. La verdad es que no resulta muy voluminoso.
Los c�lculos demuestran que una familia de cuatro personas usando s�lo ese combustible 20 a�os, genera unos pocos cent�metros c�bicos de desechos.
De todas formas surge la pregunta, ¿qu� hacer con ellos? Se ha tratado de enterrarlos en sustratos geol�gicos profundos, pero es imposible asegurar que no habr� escapes. Incluso trasladar los desechos es una operaci�n riesgosa, pues un accidente tendr�a consecuencias impredecibles.
En estos momentos se investiga intensamente como procesarlos, ya que su almacenamiento es algo transitorio, obviamente, y la radioactividad en ellos dura miles de a�os.
De no resolverse este problema, as� como los riesgos de proliferaci�n del armamento nuclear, el futuro de esta fuente de energ�a, a pesar de aliviar las emisiones de CO2, est� cerrado.
Los grupos ecologistas, en particular Greenpeace, est�n tratando de impedir que se reinicie la construcci�n de centrales: el problema que est�n creando los desechos puede ser mayor que el que se desea resolver, aunque a primera vista no lo parezca, pues puede ser irresoluble.
Publicado originalmente en Mercado Media Network (Rep�blica Dominicana)