El dan�s Eske Willerslev creci� leyendo las historias de Knud Rasmussen, el famoso explorador del �rtico a principios del siglo XX. Aquellas aventuras marcaron al adolescente hasta el punto de que en cuanto pudo se fue a vivir con una tribu en Siberia. Hoy, dedicado a la investigaci�n cient�fica en el Centro de Gen�tica Antigua de la Universidad de Copenhague, ha logrado revelar c�mo era la fauna y la flora de Groenlandia (que significa la tierra verde) hace entre medio mill�n y un mill�n de a�os. Y ha descubierto, gracias a las muestras de ADN fosilizado que ha encontrado, que en aquella lejana �poca la g�lida isla danesa era un bosque de pinos y alisos por el que revoloteaban las mariposas y las moscas.
Los hallazgos de Willerslev y sus colegas de la Universidad de Alberta (Canad�) tienen doble relevancia: no s�lo ayudan a comprender c�mo era el planeta en el Pleistoceno, sino que da pistas para el futuro, dado que hoy, debido al calentamiento de la Tierra, la superficie afectada por el deshielo en Groenlandia ha aumentado un 42% en 25 a�os.
Para realizar esta investigaci�n, que se publica en la revista "Science", el cient�fico dan�s ha analizado varios testigos del hielo instalados en diversas zonas de la isla.
Fue en uno de ellos, situado en el centro meridional de Groenlandia, donde, a dos kil�metros de profundidad, logr� extraer muestras de ADN que, aseguran, podr�an tener entre 450.000 y 809.000 a�os de antig�edad. Pertenec�an a pinos, alisos, tejos, piceas y tambi�n a escarabajos, ara�as, moscas y mariposas, que viv�an a una temperatura de entre 10� C en verano y -17� C en invierno.
Los resultados demuestran que, en un periodo interglaciar muy antiguo, la isla era un bosque, que luego se cubri� de una capa de hielo. Esa capa logr� sobrevivir sin derretirse en el �ltimo periodo geol�gico de subida de las temperaturas (hasta cinco grados m�s que hoy), hace entre 116.000 y 130.000 a�os. �Si son datos correctos, significa que la capa de hielo en esa zona es m�s estable de lo que se pensaba y que, si el nivel del mar subi� cinco o seis metros, ese agua debi� venir de otras fuentes de hielo, como la Ant�rtida�, argumenta Willerslev.
En otro caso, habr�an aparecido restos de ADN m�s modernos.Igualmente interesante es comprobar c�mo hay mol�culas tan primitivas conservadas en el hielo y que, pese a su escasez, pueden ser �tiles a los investigadores para reconstruir c�mo eran los ecosistemas en ese 10% del planeta que hoy permanece congelado y que funciona como un perfecto congelador de ADN prehist�rico.
De hecho, una parte muy complicada del trabajo fue comprobar que las secuencias gen�ticas que hab�a en la Base del Proyecto Hielo en Groenlandia (GRIP, en ingl�s), no hab�an sido contaminadas, ni eran muestras que hubieran llevado el viento o el agua, o arrastradas por un glaciar en �pocas posteriores.
Para el experto Luis Balair�n Ruiz, responsable de Predicci�n del Clima en el Instituto Nacional de Meteorolog�a, "lo m�s relevante del trabajo son los datos sobre las especies que viv�an en la isla y que confirman c�mo el planeta se adapta al cambio clim�tico, pero cuando no es r�pido, como el que los humanos estamos provocando ahora".
Publicado originalmente en El Mundo (Espa�a)