Van Dover, que estudia la ecolog�a del fondo marino, ha dirigido desde entonces casi 50 expediciones a bordo del Alvin, documentando el terreno y las criaturas de ese misterioso entorno. En casi todas estas exploraciones ha descubierto nuevas formas de vida y animales.
El a�o pasado, Van Dover, bi�loga estadounidense, de 53 a�os, logr� otro avance decisivo. Se convirti� en la primera mujer que dirige el Laboratorio Marino de la Universidad de Duke en Durham (Carolina del Norte). "Tiene gracia que sea directora", declaraba en esta entrevista realizada en sus oficinas. "En los a�os setenta fui ayudante de laboratorio aqu�. Para llegar a fin de mes, dorm�a en una tienda de campa�a en la isla que hay al otro lado y me desplazaba al trabajo en canoa. Ahora soy directora de investigaci�n".
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Cindy Lee Van Dover |
Pregunta. Cuando era una ni�a criada en el Nueva Jersey de los a�os cincuenta, �so�aba con pilotar un submarino?
Respuesta. Quer�a ser profesora y luego zo�loga, aunque no sab�a exactamente qu� hac�an los zo�logos. Sab�a que me encantaban los animales, pero las especies inusuales. Me intrigaban los cangrejos bayoneta. Ten�an 10 ojos y com�an con las rodillas. Me encantaba.
Durante un tiempo quise ser astronauta. En casa de mis abuelos en Misuri le� un libro sobre el fondo del mar y me pareci� el lugar m�s fant�stico del mundo. Despu�s quise ser bi�loga marina, porque los animales m�s curiosos -grandes ascidias, cochinillas gigantes y lirios de mar ancestrales- estaban all�.
P. �Cu�ndo descendi� por primera vez al fondo del mar?
R. En 1985 tuve la gran suerte de poder realizar una inmersi�n a bordo de un Alvin, un sumergible que puede descender cinco kil�metros y que el Instituto Oceanogr�fico Woods Hole gestiona para la Fundaci�n Nacional de la Ciencia y la Armada. Todav�a no ten�a el doctorado, que era lo normal para una misi�n a bordo del Alvin, pero necesitaban un t�cnico de laboratorio que procesara las muestras biol�gicas que se tomaran en esta misi�n. As� es como pude sumergirme.
La noche antes de la inmersi�n no pude dormir. Al d�a siguiente, descendimos tres kil�metros, hasta un punto de la falla de las Gal�pagos, donde se separan dos placas tect�nicas y donde, a consecuencia de ello, existen unos manantiales submarinos calientes incre�bles. Las chimeneas, como se les conoce, son oasis de vida en el fondo oce�nico. A medida que vas bajando, ves tonos de azul que no existen en tierra firme. En el lecho del mar, el piloto nos condujo hasta unos gigantescos gusanos tubulares rojos de dos metros de largo. Vimos mejillones amarillos del tama�o de una patata grande y lechos enormes de an�monas y almejas gigantes. No dejaba de pensar. "Probablemente s�lo haya 30 personas en el planeta que hayan visto esto".
P. �Por qu� los cient�ficos centran su inter�s en estas chimeneas y no en otras partes del fondo marino?
R. Porque ah� es donde se encuentran la geolog�a y los animales interesantes. Puedes recorrer centenares de metros del fondo marino y no ver nada. Pero entonces llegas a una chimenea y es un jard�n de criaturas ex�ticas. En las chimeneas, como en los g�iseres de Yellowstone, el agua se filtra por las grietas abiertas por los terremotos y luego sale por ellas. Hay muchos minerales, como cobre, oro, plata, cinc y otros. Hay mucha vida all�, y es muy distinta de la que estamos acostumbrados a ver. Cada vez que descendemos, casi siempre encontramos criaturas nuevas.
P. �Y eso qu� indica?
R. Que todav�a queda mucho por descubrir en el fondo marino: nuevas formas de vida y nuevos tipos de h�bitat. Cuando te encuentras all� abajo, realmente entiendes que este entorno fuese la cuna de la vida en la Tierra. Puedes imaginar c�mo se formaron las primeras c�lulas a partir de los elementos qu�micos y las arcillas que hay all�, y c�mo pudo ayudarlas el medio ambiente c�lido.
Entonces piensas: "Puede que hoy d�a se den los mismos procesos, porque sigue siendo el mismo entorno". La diferencia es que cuando comenzaron las formas de vida originales no ten�an depredadores, porque no hab�a nada m�s. Ahora siempre se las come algo m�s grande.
Entrevista completa en El Pa�s (Espa�a)