Acaba de publicarse un interesante libro sobre la patolog�a que se genera en aquellas personas perfeccionistas en exceso. Trastornos, por otro lado, cada d�a m�s frecuentes, quiz� por la influencia de la sociedad occidental moderna sobre la educaci�n y los modelos conductuales que posiblemente actuar�an -estos mecanismos a�n no est�n claros- sobre determinadas bases gen�ticas de esas personas afectadas. Un m�dico internista, Manuel �lvarez Romero, nacido en C�rdoba y residente en Sevilla, es el primero de los autores; tiene una experiencia adquirida con su largo ejercicio cl�nico en un centro m�dico especializado en enfermedades psicosom�ticas de la capital hispalense y une su trabajo con el del otro autor del libro, Domingo Garc�a-Villamisar, nacido en Cerceda (La Coru�a), psic�logo, profesor de Psicopatolog�a y Psicolog�a Cl�nica en la Universidad Complutense.
En �El s�ndrome del perfeccionista: el ananc�stico� (Ed. Almuzara, C�rdoba, 2007) -que tambi�n lleva el subt�tulo �C�mo superar un problema tan com�n y devastador�- los autores abordan desde el punto de vista psiqui�trico y psicol�gico el concepto, caracter�sticas, evaluaci�n y tratamientos del perfeccionismo �insano y negativo�, contrapuesto al que tambi�n se describe como �bueno y positivo�.
El perfeccionismo negativo, adem�s de perfilar un tipo psicol�gico que en s� mismo puede ser considerado en algunas circunstancias un verdadero trastorno psicopatol�gico, definido en las clasificaciones internacionales como trastorno de personalidad obsesiva o �ananc�stica�. Pero adem�s, dicho perfeccionismo est� influenciando la causa y el mantenimiento de otras enfermedades ps�quicas como la depresi�n, los trastornos de la conducta alimentaria, de la imagen corporal, de ansiedad, obsesivo-compulsivos, as� como la fibromialgia y algunas otras enfermedades psicosom�ticas. Se trata, pues, de un factor causal y b�sico muy frecuente en la patolog�a cl�nica que acaba llegando, despu�s de mucho tiempo y sufrimiento para las personas que lo padecen y para sus allegados, a las consultas del psic�logo, el m�dico generalista y el especialista en psiquiatr�a.
El perfeccionista patol�gico se caracteriza por un exceso de control y exigencia que se hace obsesivo hacia �l mismo y hacia los dem�s, elimina la posibilidad de delegar funciones, crea desconfianza en la colaboraci�n, exige prever las situaciones hasta lo imprevisible, planea las situaciones con gran anterioridad, no admite fallos y errores, busca siempre lo mejor -que, como ya se sabe, �es enemigo de lo bueno�- y para ello es capaz de pasar por encima de actividades de descanso, el ocio y las relaciones familiares. En definitiva parece querer moverse con el sentido de posesi�n de la realidad y del mundo que le rodea sin entender las limitaciones humanas, las circunstancias imprevisibles y ni siquiera los factores de intuici�n y creatividad que tantas veces mueven, por fortuna, la actividad humana. Son personas, en el fondo muy inseguras, que s�lo se quedan tranquilas cuando todo todo est� �atado y bien atado� y no son capaces de dejar nada al fluir normal de la vida, la providencia o simplemente a la propia buena voluntad y la experiencia positiva.
Mala cosa es que est� tan de moda eso que ahora se ha dado en llamar �excelencia� y que se hace presente en la vida y en las actividades de todos, desde que el ni�o comienza a tener uso de raz�n. Hay demasiada competitividad para todo, para estudiar, tener, jugar, vestirse, llegar, relacionarse, ganar, conseguir... Y hay en cambio escasez de compa��a y gu�a de los que pueden ayudar, de verdaderos valores humanos, de referencias religiosas, de comprensi�n, de humanidad, en definitiva. Quiz�s en estos hechos sociol�gicos est� uno de los factores decisivos para desencadenar la inseguridad personal que busca en la perfecci�n esa excelencia que cree es su salvaci�n, olvidando que siempre lo mejor ha sido, es y ser� enemigo de lo bueno. Y adem�s, enemigo de la salud mental.
Publicado originalmente en La Nueva Espa�a