El t�rmino emergente se refiere a nuevos problemas o a una reagudizaci�n de los existentes. En el campo de la infecci�n nosocomial asistimos con frecuencia a brotes epid�micos, aislados de multirresistentes, nuevas situaciones, etc. La infecci�n por S. aureus meticilin resistente (SAMR) es un ejemplo en que se ha discutido el coste biol�gico de la resistencia, la delimitaci�n del proceso o los factores predisponentes. Incluso los brotes han desbordado el hospital creando una emergencia comunitaria.
Haciendo un inciso, resumiremos las caracter�sticas de las infecciones hospitalarias: son las que presentan los pacientes durante su estancia en el hospital o las diagnosticadas fuera del hospital, tras ser dados de alta o hasta un mes despu�s (cirug�a general) y que son adquiridas por los pacientes durante la hospitalizaci�n no estando presentes ni encontr�ndose en periodo de incubaci�n en el momento de su ingreso en el centro hospitalario.
Constituyen una complicaci�n de la atenci�n hospitalaria que se asocia con un aumento de la morbilidad, mortalidad y costo de tratamiento. Se estima que un 5 por ciento de los pacientes que ingresan en un hospital desarrolla la infecci�n y alrededor del 4 por ciento de los que se infectan fallece. Ning�n hospital est� exento de esta situaci�n, pero es m�s frecuente en los hospitales terciarios, donde los pacientes ingresan con patolog�as m�s graves y el n�mero de empleados es m�s elevado. La mayor�a de las infecciones intrahospitalarias son end�genas, dependiendo de factores predisponentes del propio paciente, pero cuando se extienden en forma de brote, a favor de factores externos, son realmente temibles.
�Qu� caracter�sticas le dan la categor�a de emergentes? Tenemos nuevos factores predisponentes como agresivas t�cnicas diagn�stico-terap�uticas, especialmente las quir�rgicas (trasplantes, uso de biomateriales...) Las mejoras m�dicas, insospechadas en otras �pocas, que llevan a alargamiento de la vida (neutrop�nicos, diab�ticos, cuidados intensivos�) con nuevas patolog�as infecciosas. Tambi�n encontramos nuevos agentes que van tomando posiciones en el hospital como Acinetobacter, enterococos, zigomicetos, citomegalovirus, etc. Raro es el mes en que no se publica una nueva especie o variedad aislada en el hospital con nuevo comportamiento respecto a sus resistencias o capacidad de diseminaci�n. La enorme presi�n por el uso masivo de antibi�ticos hace del hospital un verdadero laboratorio de selecci�n de resistencias. �stas son de tal calibre que se consideran problema prioritario por los fracasos terap�uticos y la limitaci�n del desarrollo m�dico.
El coste biol�gico que se presume en una bacteria multirresistente podr�a explicar la autolimitaci�n de los brotes hospitalarios. Pero excepciones como las infecciones por SARM, Pseudomonas aeruginosa, Micobacterium tuberculosis, etc., que saltan del hospital a la comunidad, rompen el concepto de compartimento estanco. De hecho, asistimos a un preocupante flujo de microorganismos, como los citados que salen del hospital, los que llegan al hospital desde la comunidad (neumococo PR, virus de la hepatitis, Haemophilus...) y a todos ellos hay que a�adir los que llegan desde el compartimento animal como son los enterococos multirresistentes, los E. coli, fluorquinolonas resistentes, salmonela, etc.
Estas nuevas situaciones provocan consecuencias imprevistas. Por ejemplo, a nivel de los pacientes, las citadas complicaciones y fracasos terap�uticos, brotes epidemiol�gicos de muy dif�cil delimitaci�n y control, con diseminaci�n a otros compartimentos como el caso de los SAMR. Una consecuencia no bien estudiada es la ecol�gica, derivada del uso masivo de antibi�ticos que presionan en el hospital y que, eliminados directamente o como metabolitos en los residuos, ejercen una selecci�n sobre la microflora ambiental.
Publicado originalmente en Gaceta M�dica (Espa�a)