Eran parecidos a los Diplodocus, s�lo que m�s esbeltos; incluso pod�an parecer gr�ciles. Sus patas, m�s largas y estrechas; el cuello, tambi�n. Sorprendente en unos bichos tan enormes y acorazados que med�an hasta 20 metros y pod�an alcanzar entre 20 y 30 toneladas de peso. Se llamaban titanosaurios; eran dinosaurios fit�fagos que se alimentaban de arbustos, plantas y hojas de �rboles, y poco antes de extinguirse, hace unos 65 millones de a�os, al final del cret�cico superior, se paseaban a sus anchas por un territorio subtropical rico en vegetaci�n y humedales, un aut�ntico para�so de saur�podos que hoy es la pen�nsula Ib�rica.
En alg�n momento, los restos de estos fant�sticos animales, que tanta curiosidad y fascinaci�n ejercen sobre nosotros, quedaron atrapados en una zona muy definida de aquellas tierras emergidas, exactamente en lo que hoy es la provincia de Cuenca, y ahora han salido a la superficie gracias a las obras del AVE Madrid-Valencia, provocando un cataclismo entre los paleont�logos espa�oles. �No hay nada parecido en Europa, es como un milagro. Nos ha tocado la loter�a�, repiten a coro los responsables del yacimiento. Se acab� el complejo de inferioridad frente a pa�ses como Estados Unidos, China, Mon���golia, Argentina o Canad�, con yacimientos de grandes dinosaurios. Espa�a entra en el c�rculo de los importantes gracias a los titanosaurios de Cuenca.
El milagro de este gran dep�sito de restos de saur�podos, los dinosaurios de mayor tama�o conocido, un aut�ntico bot�n cient�fico �m�s de 8.000 f�siles s�lo en la primera campa�a�, se refleja en el entusiasmo del paleont�logo Jos� Luis Sanz, catedr�tico de la Universidad Aut�noma de Madrid, conocido experto en dinosaurios avianos (aves primitivas) y director cient�fico de Lo Hueco, el yacimiento encontrado en Fuentes, a 15 kil�metros de Cuenca. �Si a un paleont�logo de dinosaurios se le pudiera aparecer un genio de la l�mpara y le preguntara qu� quiere, yo dir�a: algo que tenga muchos f�siles; que est�n articulados, bien conservados y que representen muy bien la biota de la �poca; con posibilidad de excavarse r�pidamente, pero que pueda continuar excav�ndose. Es decir: Lo Hueco�.
El arrebato de Sanz, un pajarero de prestigio internacional, es refrendado con igual calor por el paleont�logo de la UNED Francisco Ortega, codirector del yacimiento. �Son las cosas que nunca ocurren, a ning�n paleont�logo� Lo encontrado es pr�cticamente desconocido en el registro espa�ol�. Y otra codirectora (junto con Fernando Escaso y Mauro Garc�a Oliva), la arque�loga F�tima Marcos, curtida en excavaciones como Ampurias, Seg�briga o It�lica, pero por primera vez metida en una de dinosaurios ��yo, que no hab�a visto Parque Jur�sico porque no me gustaban los dinosaurios���, se declara ahora ferviente conversa. �Es impresionante, he pillado el mejor yacimiento del mundo. Es como la Pompeya de los arque�logos; est� todo in situ, todo colocado. Si tuvi�ramos que hacer alg�n parang�n, yo dir�a que Pompeya es al mundo romano lo que Lo Hueco es a la paleontolog�a de dinosaurios del cret�cico superior en Espa�a�.
El yacimiento �financiado por la Administraci�n de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) y gestionado y administrado por Port�saurios, SL, sociedad creada por estos paleont�logos� est� en plena ebullici�n. Nadie dir�a que apenas faltan 24 horas para su cierre temporal hasta la primavera. Varias docenas de j�venes trabajan pincel o maza en mano, arrodillados o tirados por tierra. A la euforia que se palpa no es ajeno el hallazgo de la v�spera. Porque, para que se cumpla la tradici�n paleontol�gica �siempre dos d�as antes del cierre aparece alg�n resto importante que lo retrasa�, acaban de salir unos f�siles estupendos. �Esto que vemos es una columna vertebral asociada a parte de una pelvis. Y aquello, las v�rtebras, f�mur, tibia, f�bula y huesos de la pata y dedos, posiblemente todos de un mismo titanosaurio. Cuando los tengamos limpios, los montaremos en la misma disposici�n y veremos si realmente pertenecen a un individuo. Tenemos m�s de una docena de bichos en estas condiciones��, cuenta Ortega. �Hay hallazgos espectaculares, columnas vertebrales con todo el sacro montado, y m�s de 60 f�mures de titanosaurios�. F�mures que, en su mayor�a, ha cargado hasta la furgoneta Fernando Escaso, del Museo de Ciencias de Castilla-La Mancha, y que dice no va a olvidarlo: �Puedo asegurar que pesan lo suyo�.
Cuando empezaron a excavar, en junio pasado, los campos que rodeaban el yacimiento estaban cuajados de girasoles.
Ahora, en medio del fr�o invernal del �ltimo d�a de noviembre, aparecen grises y en barbecho. El equipo de paleont�logos y t�cnicos (en ocasiones un centenar y siempre rayando en los 80) ha pasado de los sofocantes 40 grados del est�o a los 12 bajo cero de noviembre. No ha habido vacaciones, y los horarios han sido de sol a sol. �Ha sido una experiencia fa�bulosa que pocas veces se presenta en tu vida, he aprendido un mont�n�, dice la bi�loga Cristina Mateos, pincel en mano, mientras limpia un f�mur de titanosaurio. �Todos hab�amos hecho ya alguna excavaci�n�, comenta la madrile�a Ana Elvira, �pero el ambiente de �sta ha sido fant�stico�.
Pero, �c�mo era la existencia de estos grandes saur�podos? �Viv�an mucho o poco? �Eran veloces o lentos? �C�mo se defend�an? �Fue la pen�nsula Ib�rica la �nica zona de Europa donde habitaban? Preguntas, que surgen inevitablemente cuando aparecen evidencias de algunos de estos fascinantes monstruos todav�a poco conocidos.
Parece que los titanosaurios, a diferencia de los saur�podos jur�sicos �de formas muy pesadas, grandes cuellos y colas�, ten�an cuellos y rabos largu�simos, adem�s de patitas delgadas y altas. Pod�an dar la imagen de un animal un poquito jirafoide, aunque no podr�an elevar el cuello como ellas. Eran parecidos a un Diplodocus, aunque en proporci�n ten�an el cr�neo m�s grande. No sabemos si eran de sangre caliente o fr�a, y su vida no era muy larga. Aunque nadie ha estudiado su longevidad, se la supone similar a la de otros saur�podos adultos de la �poca que viv�an entre 30 y 50 a�os. �Lo m�s sorprendente es que crec�an muy r�pidamente, pod�an alcanzar su momento de madurez sexual a los ocho o nueve a�os. Su car�cter es muy evolucionado, y por eso ten�an un exoesqueleto que no pose�an otros saur�podos. Todo el animal no estar�a acorazado, como los cocodrilos, sino que s�lo tendr�a el dorso y zonas laterales cubiertas de osteodermos [placas o escamas grandes y muy duras hechas de tejido �seo]. En cuanto a su defensa, lo m�s probable es que estuviera basada en su esqueleto externo, que le permit�a atreverse con un Velocirraptor; a diferencia del hadrosaurio, que la basaba en la huida�, afirma Sanz.
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