Desgraciadamente, y a pesar de varios monogr�ficos sobre el tema (de Rothbard, Robbins), todav�a hoy se considera a la Gran Depresi�n americana como un "fracaso del mercado" o una consecuencia inevitable del capitalismo de corte laissez-faire. Todav�a sigue constituyendo una excusa hist�rica para aumentar la intervenci�n econ�mica y aumentar el poder del Estado, siendo una de las bases del actual Estado del Bienestar.
Muy al contrario de la "versi�n oficial", pensadores austriacos (para ver un resumen de las principales explicaciones de la depresi�n, aqu�) han ofrecido una interpretaci�n muy diferente de lo ocurrido, desplazando el presunto "fracaso del mercado" al fracaso de la intervenci�n econ�mica en varias de sus formas. Uno de ellos, el recientemente fallecido Hans Sennholz, dividi� la crisis en cuatro fases que reproduzco a continuaci�n, a�adiendo los errores cometidos entre par�ntesis en cada una de ellas:
- Ciclo Econ�mico, 1921-1929 (manipulaci�n monetaria y malas deudas): la reci�n creada Reserva Federal (Fed) expandi� la oferta monetaria brutalmente durante la d�cada de los a�os 20, cre�ndose malas deudas que no eran sostenibles en el tiempo. As� se origin� un auge econ�mico, sustentado en las arenas movedizas de la pol�tica monetaria expansiva, lo cual gener� la conocida burbuja de los activos financieros que pinch� en 1929. Fue en ese a�o cuando se paraliz� la expansi�n crediticia y las consecuencias de las medidas suicidas de la Fed salieron a la luz, a pesar de que los austriacos Mises y Hayek ya alertaron de los peligros que se avecinaban. En octubre de 1929 tuvo lugar el c�lebre crash burs�til, alentado, seg�n algunas fuentes, por fuertes rumores acerca de la aplicaci�n de una ley fuertemente proteccionista, la Ley Arancelaria Smoot-Hawley, aprobada finalmente en 1930.
- Desintegraci�n econ�mica, 1929-1933 (proteccionismo exacerbado, subidas de impuestos, etc.): en estos cuatro a�os, las pol�ticas del republicano (supuestamente partidario del laissez-faire, seg�n se dice) Herbert Hoover no hicieron m�s que agravar la crisis, dispar�ndose el desempleo del 8% de la poblaci�n activa en 1930 al 15% en 1931. Las medidas que aplic� consistieron b�sicamente en acabar con el libre comercio internacional a trav�s de leyes arancelarias (como la ya comentada) y restricciones varias e incrementar la presi�n fiscal del 16% al 29% del producto privado neto, seg�n estimaciones de Rothbard.
- New Deal de Roosevelt, 1933-1937 (planificaci�n econ�mica, aumento gasto p�blico y m�s impuestos): el plan salvador de la aguda crisis de la econom�a americana lleg� con Roosevelt, que empeor� las cosas todav�a m�s merced a sus ansias planificadoras: controles de precios, salarios m�nimos, altas regulaciones sobre horas y condiciones de trabajo, reducci�n de la oferta agr�cola (destruy�ndose cosechas y ganado para mantener los precios de los agricultores), aumento de varios impuestos y expansi�n notable del gasto p�blico, en forma de grandes obras p�blicas. El desempleo alcanz� su m�ximo en el 25%, pero afortunadamente dos de las medidas estrella del New Deal, a saber, la Ley de Recuperaci�n Nacional, NRA (en la industria) y la Ley de Asistencia a la Agricultura, AAA, fueron consideradas inconstitucionales por el Tribunal Supremo, entre 1935 y 1936, por lo que la tasa de desempleo descendi� hasta el 14% en 1936.
- Ley Wagner, 1937-1941 (no aprender de los errores): esta nueva ley supuso un nuevo rev�s para la recuperaci�n econ�mica, imponiendo nuevos controles e impuestos, mayores salarios m�nimos y reforzando el poder de los sindicatos, quienes no dudaron en usarlo mediante amenazas, boicots, y huelgas. As�, el desempleo volvi� a repuntar, hasta el 20% en 1940.
Finalmente, Estados Unidos entr� en guerra en plena crisis, convirti�ndose en una econom�a dirigida hasta su final, tras el cual el pa�s pudo salir definitivamente de la tan prolongada depresi�n (v�anse los art�culos de Robert Higgs criticando la idea de que fue la guerra la que salv� al pa�s norteamericano: 1, 2).
En la actualidad vivimos en una coyuntura muy delicada, que podr�a guardar alg�n paralelismo con los acontecimientos arriba descritos. En efecto, la existencia de unos tipos de inter�s artificialmente bajos a�os atr�s produjo la creaci�n de nuevo cr�dito que afluy� a inversiones (especialmente al mercado inmobiliario y de valores) que no se hubieran realizado de no haberse actuado de forma irresponsable desde las autoridades monetarias. Es decir, estas nuevas inversiones eran insostenibles en el tiempo, ya que el proceso de expansi�n monetaria debe acabar tarde o temprano. Y cuanto m�s se retrase el final, peor ser� la subsiguiente crisis, periodo inevitable, en el cual aquellas malas inversiones realizadas se muestran no rentables, y deben liquidarse. Este proceso de ajuste, que repito, es inevitable, deber�a facilitarse, y no tratar de retrasarlo con mayores intervenciones en el funcionamiento del libre mercado.
Se podr�an extraer varias lecciones de la Gran Depresi�n. En primer lugar, Mises y Hayek demostraron contar con una teor�a econ�mica con un poder predictivo mucho mayor que el de otros economistas m�s prestigiosos que ellos, como Keynes o Fisher. Esto fue debido en parte porque estos �ltimos centraban su atenci�n de an�lisis en el �ndice de precios, es decir, un agregado macroecon�mico, mientras que los primeros examinaban las variaciones de los precios relativos de los distintos bienes (siguiendo la taxonom�a mengeriana de bienes m�s alejados o cercanos al consumo). De hecho, durante la d�cada de los 20 el �ndice general de precios apenas se modific�, con lo que para Keynes y Fisher todo estaba en orden, tanto que este �ltimo predijo unas semanas antes del crash burs�til que la bolsa seguir�a subiendo. Por tanto, esto nos podr�a dar la idea de la insuficiencia te�rica de las ense�anzas surgidas a partir de estos economistas, y de la gran capacidad predictiva de la econom�a austriaca, que podr�a revelar la mayor correcci�n del aparato te�rico desarrollado por los austriacos.
Por �ltimo, en nuestra situaci�n actual es muy necesario recordar por qu� se produjo la Gran Depresi�n, pero sobre todo, dado que la crisis parece inevitable, por qu� se alarg� durante tantos a�os. Se deber�a aprender de los errores cometidos a partir del crash burs�til para evitar que se empeore la situaci�n todav�a m�s. No es �sta una �poca propicia para experimentos planificadores ni medidas demag�gicas como las que llevaron a cabo Hoover y Roosevelt. Sin embargo, me temo que mucho tendr�an que cambiar las cosas para que se aplique la sensatez y prudencia en las pol�ticas econ�micas. Pero, por favor, �aprendan de una vez de sus errores!
Art�culo publicado en Instituto Juan de Mariana