Desde tres d�as antes de la luna llena y durante un per�odo de seis d�as, la Luna cruza la cola de la
magnetosfera terrestre. Todos conocemos el campo magn�tico terrestre, �se que hace funcionar las br�julas cuando necesitamos orientarnos. El campo magn�tico no se limita a la superficie del planeta, vivimos inmersos en una burbuja de magnetismo que se extiende como la cola de un cometa m�s all� de la �rbita de la Luna. Cuando nuestro sat�lite cruza esta regi�n cargada magn�ticamente suceden cosas extra�as.
Tim Stubbs, un cient�fico de la Universidad de Maryland que trabaja en un programa de la NASA en el Centro de vuelos espaciales Goddard afirma: �Esto puede provocar desde �tormentas de polvo� hasta descargas electrost�ticas�.
Cuando la Luna cruza la cola de la magnetosfera entra en contacto con part�culas cargadas, los electrones act�an sobre la superficie lunar y la dotan de una carga negativa. En la zona en la que es de d�a en la Luna el efecto se ve contrarrestado por la luz solar, los rayos ultravioleta devuelven a los electrones a la superficie y la carga acumulada se mantiene en valores relativamente bajos. Pero en la zona nocturna los electrones se acumulan y la tensi�n el�ctrica puede llegar hasta centenares o miles de voltios.
Esto podr�a provocar descargas desagradables a los astronautas, por lo que se recomienda que dispongan de una correcta toma de tierra. Y en la Luna...�ya me contar�n!
Otro efecto visible es que las finas part�culas de polvo lunar cuando est�n lo suficientemente cargadas flotan sobre la superficie lunar. Esto hace que por las noches aparezca una atm�sfera de polvo temporal. En la imagen siguiente, tomada a finales de los a�os sesenta por la sonda Surveyor 7, se puede ver un extra�o brillo en el horizonte que corresponde a la dispersi�n de la luz solar sobre las part�culas cargadas.
El polvo lunar incluso puede dar lugar a una especie de ligera brisa, debida a las diferencias de campo el�ctrico en distintas zonas. Este efecto es m�s acusado en el terminador, la l�nea divisoria que separa la zona iluminada de la zona oscura. Como la magnetosfera var�a continuamente el efecto sobre la Luna no es siempre igual de pronunciado, siendo m�s acusado durante las tormentas solares y geomagn�ticas.
Ning�n astronauta ha estado en la Luna durante un cruce por la magnetosfera, as� que las pr�ximas misiones lunares nos permitir�n ser testigos de un fen�meno que siempre ha permanecido oculto a los ojos de los humanos.
Publicado originalmente en Astrolabio ADN (Espa�a)