Las bacterias y virus causantes de enfermedades infecciosas del pasado, como la tuberculosis, la fiebre amarilla y el �bola, se tornaron ultrarresistentes a los antibi�ticos y tratamientos conocidos.
Nos precedieron y los apocal�pticos prev�n que nos sobrevivir�n. Como los seres humanos, los microorganismos han sabido adaptarse con el correr de los siglos a entornos hostiles y desconocidos, con lo cual la resistencia que ahora presentan frente a los tratamientos no deber�a resultar tan llamativa.
Algunos culpan al cambio clim�tico y al calentamiento global por las mutaciones de los microorganismos, pero una publicaci�n en la prestigiosa revista Nature afirma que el surgimiento (o resurgimiento) de las enfermedades infecciosas est� directamente relacionado con nosotros, los seres humanos.
El infect�logo N�stor Jacob, del Hospital Universitario Austral, cita uno de los casos m�s resonantes, el de la tuberculosis XRD y MDR, para explicar la idea: "Esta bacteria no se encuentra en el ambiente, sino en el hombre. O sea que cualquier cambio en ella se deber� a un cambio en la conducta de la persona y no del ambiente".
Esta cepa de la antigua enfermedad respiratoria se ha vuelto ultrarresistente y es fatal: se calcula que muere la mayor�a de los contagiados. "Se investigan nuevos medicamentos, pero hay que tener en cuenta que desde los a�os 40, aproximadamente cuando apareci� la tuberculosis, la cura no vari�", se�ala el Dr. Jacob.
�Por qu� ha vuelto a ser una amenaza esta enfermedad que aparentaba estar bajo control? El infect�logo muestra con un ejemplo gr�fico c�mo en una comunidad A, susceptible de contagiarse enfermedades por sus bajas defensas (como puede ser el caso de las personas con SIDA), la bacteria penetra "m�s f�cilmente" que en una comunidad B, resistente, donde le cuesta m�s extenderse. Ahora bien, el contagio posterior entre las comunidades no es dif�cil: "Pas�, por ejemplo, en ciertos hospitales de nuestro pa�s, entre m�dicos y pacientes con SIDA, con tuberculosis XRD", comenta el especialista. El principal peligro, seg�n Jacob, "es que la bacteria gane la calle".
Zoonosis o patolog�as animales
Para retomar la idea del cambio en el comportamiento de los seres humanos que llev� a la proliferaci�n de ciertas enfermedades, entre 1940 y 2004 aparecieron 335 nuevas infecciones, de las cuales el 60% corresponde a enfermedades que saltaron de los animales a los humanos, seg�n datos volcados en Nature.
A estas infecciones se las conoce con el nombre de zoonosis y la "gripe aviar" o el �bola son algunos ejemplos. "Mucho tuvieron que ver las migraciones humanas: �c�mo lleg� el Hantavirus al Sur? Porque las ratas migraron y el hombre se meti� en el nicho que ocupaban", opina el Dr. N�stor Jacob. "El hombre ocupa lugares que no le correspond�an antes y la naturaleza se defiende", sintetiza.
La fiebre amarilla, que tanto pavor caus� en la Argentina cuando se revelaron varios casos en Misiones y en los pa�ses lim�trofes, es otra enfermedad que ha nacido en la selva y que las personas han tra�do a la ciudad. "La fiebre amarilla era propia de los monos de una regi�n selv�tica. El hombre se meti� en su h�bitat y se la llev� a los centros urbanos. All�, el mosquito que sobreviv�a gracias a los ciclos selv�ticos se adapt� en la urbanidad por medio de otro mosquito, el Aedes Egyptis, culpable de transmitir la infecci�n en las ciudades", explica el Dr. Jacob.
Seg�n la investigaci�n en Nature, los puntos m�s "calientes" del planeta, donde la alerta por nuevos focos infecciosos debe reforzarse, son Am�rica Central, el �frica tropical y el Sudeste Asi�tico.
Raya lo c�mico que en Estados Unidos hayan llegado a pensar en los a�os "60 que se hab�an terminado las enfermedades infecciosas, que ya no eran necesarios los antibi�ticos y que la materia "infectolog�a" deb�a desaparecer de los planes de estudios. El Dr. Jacob concluye: "El mundo es un proceso de adaptaci�n constante entre el ser humano y el resto de los seres, es parte de la evoluci�n natural. Algunas bacterias son nobles y podemos convivir con ellas, y existimos gracias a ellas. Otras son perjudiciales y no estamos preparados para cohabitar; ah� aparece el conflicto".
Publicado en Hospital Universitario Austral (Argentina)