A usted le dan la tarea de determinar el tiempo que demora un objeto en recorrer una distancia entre dos puntos, A y B. Si usted es de los que acepta que todo cuanto existe est� en constante transformaci�n, no podr�a cumplir dicha tarea sin escapar de la incertidumbre.
Resulta que en realidad el objeto que sale del punto A no es el mismo que llega al B, como tampoco lo son el espacio ni el reloj encargado de medir el tiempo, pues continuamente usted, el objeto, el espacio y el reloj son diferentes. En la vida cotidiana tal enfoque carece de importancia, pero es determinante para la f�sica actual.
La Transmultiversalidad se basa en un mundo que s�lo puede hallarse en diferenciaci�n perpetua e irrepetible, el Transmultiverso (1), en el cual no es posible determinar con exactitud valores constantes o repetibles seg�n el enfoque espacio-temporal. Semejante postulado sit�a a esta teor�a en franca contradicci�n con la Relatividad y la F�sica Cu�ntica.
Antes de proseguir es indispensable se�alar que en este art�culo no se pretende derogar el papel de aquellos eminentes cient�ficos tales como Planck, Einstein y muchos otros que forjaron los cimientos de la f�sica contempor�nea. Sin sus aportes ser�a imposible el planteamiento de cualquier otra teor�a.
La velocidad de la luz y la Transmultiversalidad
La velocidad de la luz en el vac�o es considerada una constante fundamental de la naturaleza. Sin embargo, desde la Transmultiversalidad es imposible asumir un hecho como invariable, pues todo se est� transformando continuamente. Visto as�, la definici�n de tiempo y espacio quedan concatenados en un c�rculo vicioso.
Observe que en el contexto actual, 1 metro equivale a la longitud recorrida por la luz en el vac�o en un intervalo de tiempo de 1/299.792.458 de segundo. Pero en Transmultiversalidad tanto el espacio como los relojes son considerados continuamente diferentes, por tanto, nunca un metro ser� igual otro metro y nunca un segundo ser� igual a otro segundo, resulta entonces que cualquier medici�n espacio-temporal es siempre diferente.
Si se dispone de 1 reloj, no importa si es de sol, mec�nico o at�mico, �ste al igual que todo el Transmultiverso se estar� transformando continuamente de manera independiente en s� mismo y por ende en �la supuesta lectura� del tiempo que registra, as�, cada segundo que un reloj rastree nunca ser� igual a otro segundo, pues continuamente se trata de otro reloj transformado n veces o continuamente diferente (1).
El Tiempo Universal Coordinado tampoco ayuda
En la actualidad, para lograr una mayor precisi�n del registro del tiempo se utiliza el Tiempo Universal Coordinado, que resulta del promedio de la lectura de unos 200 relojes de cesio esparcidos por distintos lugares del planeta para controlar el efecto de la gravitaci�n sobre la dilataci�n del tiempo. Pero esto complica a�n m�s las cosas, pues si en lugar de un reloj, utilizamos varios relojes, todos se estar�n transformando continuamente, as�, cada uno emitir� la lectura de su horario propio cada vez diferente de s� mismo y del resto de los relojes.
Resulta que los 9 192 631 770 per�odos de la radiaci�n del �tomo de cesio (que define 1 segundo) transcurren de manera diferente en cada reloj, por tanto, la longitud recorrida por la luz en el vac�o en un intervalo de tiempo de 1/299.792.458 de segundo ser� tambi�n continuamente diferente, lo mismo si se emplea un �nico reloj o un conjunto de ellos.
Por esta misma raz�n, en f�sica cu�ntica es imposible medir simult�neamente de forma precisa la posici�n y el momento lineal de una part�cula, seg�n el principio de incertidumbre de Heisenberg (2). Por su parte, el principio de incertidumbre transmultiversal no s�lo afirma la imprecisi�n para medir simult�neamente la posici�n y el momento lineal de una part�cula, sino que se hace extensivo a todas las mediciones del contexto espacio-temporal.
Desde esta perspectiva, la velocidad de la luz o cualquier cuerpo nunca es constante, sino indefinida o continuamente diferente.
A primera vista, esta conclusi�n podr�a parecer un tanto absurda. Sin embargo, es irrebatible bajo el principio de que toda forma de existencia cambia continuamente. Desde luego, para asumirlas debemos luchar contra los prejuicios te�ricos. Para estar m�s claro de la situaci�n el lector s�lo debe contestarse la siguiente pregunta, �est� todo en continua transformaci�n? Si su respuesta es s�, entonces resulta dif�cil negar la Transmultiversalidad.
El tiempo no existe como dimensi�n o ente f�sico
La realidad transmultiversal significa que existir�n tantos registros de tiempo como relojes sean utilizados y no se trata de que la gravedad dilata el tiempo, sino que cada reloj est� sometido a una fuerza de transformaci�n que no puede dejar de ser (que var�a con la gravedad y el resto de las fuerzas fundamentales) y por tanto cada reloj se transforma en concordancia, entre otras cosas, con el lugar que ocupa. As�, cada artefacto muestra un horario singular, lo cual no significa que el tiempo como dimensi�n se atrase o adelante.
Entonces, el tiempo no es una dimensi�n como se ha pretendido observar (el registro horario s�lo indica, en parte, la transformaci�n del reloj) y si bien podemos asumirlo como un m�todo para organizar cualquier actividad, incluyendo las investigaciones, no existe forma posible de asumirlo, fuera del contexto te�rico, como una dimensi�n o ente f�sico. Por tanto, aunque es lamentable decirlo, no tiene sentido el intento de viajar en el tiempo (1).
Lo expresado en este art�culo obliga a una revisi�n del paradigma cient�fico actual. Basta con se�alar que el segundo de tiempo constituye una unidad fundamental de medida del sistema internacional de unidades del cual penden otras unidades de medidas esenciales. Sin embargo, ello no significa que tengamos que desechar los relojes, pues seguir�n siendo indispensables en las investigaciones, al igual que el modelo matem�tico actual y sus valores constantes, que servir�n de base para un nuevo arquetipo.
Hay que empezar a considerar lo que es bien conocido, que todo ente, incluye al espacio y los relojes, est�n sometidos a un proceso de transformaci�n indefectible, de modo que el modelo espacio-tiempo cuatridimensional requiere de una revisi�n. Los acontecimientos adem�s de relativos o probabil�sticos son transmultiversales. En este sentido habr� que transitar de la sistem�tica establecida hacia una nueva metodolog�a de la investigaci�n.
Publicado originalmente en Tendencias 21