No es cosa de fantas�a. No solo tienen los ojos salidos, las patas largas y las manos como si fueran de pato sino que su barriga es transparente y a trav�s de ella se puede ver claramente su coraz�n, su ves�cula biliar, sus pulmones, su aparato digestivo. Y si se presta m�s atenci�n las arterias, las venas y la irrigaci�n sangu�nea. Y tambi�n se pueden observar sus huesos, que a veces son verdes.
Son los sapos de la familia Centrolenidae. Y hay m�s de 150 especies. Su nombre m�s conocido son ranas de cristal. Generalmente miden tres cent�metros y son verdes y esto les ayuda a camuflarse en la vegetaci�n. Pero, exactamente no se sabe porque no tienen color en la parte de abajo.
Existen algunas especulaciones. Juan Manuel Guayasam�n es experto en biolog�a evolutiva y cree que todo responde a una estrategia de lograr mayor eficiencia en la composici�n de su cuerpo. En lugar de utilizar material para cubrirlo todo solo lo usan para ciertos �rganos.
El herpet�logo Luis Coloma piensa que como en el d�a pasan pegadas a las hojas no es necesario que inviertan en tener color, pues no necesitan melanina para combatir la radiaci�n. Pero, solo es una teor�a.
Esta no es la �nica extravagancia que se permiten estos animales. Ellos han impuesto sus propias reglas en lo que a cuidado del hogar se refiere. El macho, que es m�s peque�o que la hembra, es quien cuida los huevos. Se puede decir que es un padre soltero, que cuida a sus cr�as de depredadores.
Pero, para llegar a ser padres antes tienen que cautivar a su amada. Y lo hacen con cantos de alta frecuencia que m�s bien son mon�tonos, nada de sinfon�as bien elaboradas o serenatas. Tan solo sonidos altos. Pero, eso s�, todo en la noche. A ellos no les gusta cantar en las ma�anas porque a esa hora duermen profundamente pegados en las hojas. Ni siquiera se mueven.
Lamentablemente est�n pasando por una crisis de extinci�n. Antes se las encontraba en Quito, pero ahora ya no hay rastro de ellas. La �ltima vez que las vieron por estas �reas fue por Chillogallo, en el sector de Fundeporte, al sur de la capital.
Es que ellas no son como cualquier rana de barrio. No es que pueden vivir en charcos, en la tierra o en cualquier lugar. Esta rana tiene sus exigencias. No pueden vivir si no est�n asociadas a riachuelos. Incluso hay una especie que vive solo debajo de las cascadas. Pero, esto tiene una raz�n.
Cuando el macho logra la aceptaci�n de la hembra, �ste se sube sobre su lomo. Es lo que se conoce como el abrazo nupcial. Entonces fecunda los huevos y estos pueden quedar encima o debajo de las hojas. Cuando los renacuajos est�n desarrollados gotean de las hojas y caen al riachuelo. Por eso es que tienen una cola m�s larga que su cuerpo. �sta les sirve para nadar, pues siempre luchan contra la corriente. Y all� contin�an su desarrollo hasta hacerse sapos o ranas.
Pero, si de peleas se trata, son excelentes guerreros. Generalmente sus contiendas se producen por la lucha de territorio. Guayasam�n cuenta que a veces hay machos que buscan asentarse en otros lugares e invaden el territorio de machos viejos.
Obviamente el antiguo due�o del lugar no cede f�cilmente y empieza la pelea. Su lucha no es com�n y corriente. Ellos pelean de cabeza como trapecistas. Con las patas se agarran de las hojas y empiezan los golpes, sobre todo de vientre contra vientre. Los machos de esta especie tienen en los brazos una especie de espinas y al parecer las utilizan para la batalla, como una arma para da�ar pero no para matar.
Y en algunas variedades adem�s pueden tener el dedo en forma de gancho, con una punta muy fina que tambi�n es muy �til a la hora del combate, seg�n Luis Coloma. Pero, todas las peleas son entre ellos, nunca les pegan a las mujeres.
Entre los machos, las contiendas no son a muerte. Todo termina cuando uno de los dos cae de la hoja. All� s�, el perdedor se va con la cabeza agachada a buscar otro territorio. No todos los lugares son iguales, pues existen �reas que les gusta m�s a las hembras, explica Guayasam�n. Y al parecer a estas doncellas les gusta que el macho sepa cantar.
TENGA EN CUENTA
La ubicaci�n La familia de los Centrolenidae son anfibios que solo se encuentran en Am�rica. Esta especie no est� en otros continentes.
El punto central Hay m�s de 150 clases de esta familia. La mayor diversidad est� en los Andes de Colombia y Ecuador.
Alimentaci�n Estos animales son muy generalistas, comen insectos o lo que se les aparezca.
El h�bitat Generalmente est�n sobre las hojas y en las partes altas del bosque. Les gusta permanecer encima de las bromelias, que muchas veces est�n en la parte alta de los �rboles.
Publicado originalmente en El Comercio (Ecuador)