Michel Houellebecq es probablemente el escritor franc�s hoy m�s reconocido en el mundo. Rechaza ser considerado un intelectual, argumentando que no ha tenido la formaci�n acad�mica para ser considerado como tal en su pa�s.
Pero sus opiniones sobre temas pol�ticos, ideol�gicos, sociales y culturales, son escuchadas y suele generar debates y discusiones. No teme decir lo que es �pol�ticamente incorrecto�, y ha sido criticado desde la izquierda por posiciones supuestamente xen�fobas. Cuestiona a la generaci�n francesa de los sesenta, en la cual ve cinismo e incoherencia.
Una de sus tesis m�s interesentes y provocativas, la que adem�s ha generado m�s reacciones desde la izquierda, es la que sostiene que la �verdadera revoluci�n� ha sido el capitalismo y no el marxismo.Argumenta que lo es �porque destruy� estructuras, familias y parejas�.
En alguna medida, esta afirmaci�n tiene cierta relaci�n con su planteo acerca del conflicto existencial entre amor y libertad. Dice que �cuando uno ama pierde la libertad, eso es evidente. Nietzsche dec�a que un fil�sofo casado pertenece al registro de la comedia. Amar nos hace menos libres. Uno lo es m�s cuando est� solo�.
Su tesis central tambi�n tiene alguna vinculaci�n con su idea sobre la sexualidad, expuesta en una de sus novelas m�s le�das, Ampliaci�n del campo de batalla. Considera que las relaciones sexuales son un �sistema de jerarqu�a social�.
Sostiene que �es un sistema econ�mico perfectamente liberal; algunos acumulan considerables fortunas, otros se hunden en el paro y la miseria. En un sistema sexual perfectamente liberal, algunos tienen una vida er�tica variada y excitante; otros se ven reducidos a la masturbaci�n y a la soledad�. En mucha menor medida, asigna trascendencia a la generaci�n intelectual francesa de los sesenta, que para �l no provoc� efecto alguno m�s all� de s� misma. El fen�meno de la urbanizaci�n de la poblaci�n, que transform� todas las costumbres sociales e incluso la forma de vida familiar, sufri� mucho m�s impacto con el capitalismo que con el marxismo.
Pero todo el pensamiento de Houellebecq, como suele suceder con muchos pensadores aunque no lo expliciten, est� influenciado por sus gustos, vivencias y prioridades personales.
Es que, indagado acerca de cu�l es su goce preferido, si el sexo, la cocina, las drogas o los vinos, responde sin dudar que �el sexo es el mejor, s�. Y no s�lo es un placer: es algo conmovedor. La cocina tambi�n, pero no hay comparaci�n posible�.
Este reconocido escritor franc�s, con sus tesis provocativas que irritan al pensamiento progresista, aporta una visi�n interesante sobre la profundidad de los cambios que gener� el surgimiento del sistema capitalista.
Publicado originalmente en Perfil (Argentina)