En 1994, mientras paseaba por los terrenos de una f�brica de cemento en los alrededores de Sucre, Bolivia, el paleont�logo aficionado Klaus Sch�tt comprendi� que estaba ante un hallazgo fascinante. Ante sus ojos se extend�a una pared del tama�o de seis campos de f�tbol cubierta de lo que parec�an centenares de huellas de dinosaurios.
Luego de que el paleont�logo aficionado Klaus Sch�tt hiciera su primer hallazgo en torno a lo que supon�a eran huellas de dinosaurio en Sucre, Bolivia, telefone� inmediatamente al Museo de la Historia Natural de La Paz para que enviaran a un paleont�logo que certificara el hallazgo, pero cuando dijo que hab�a m�s de 500 huellas en el lugar, nadie le crey�.
Despu�s de varios a�os tratando de llamar la atenci�n sobre el descubrimiento, la casualidad llev� uno de sus videos hasta Suiza, donde el paleont�logo Christian Meyer comprendi� inmediatamente que aquello era algo excepcional.
"Fue una visi�n que te dejaba sin aliento", asegura Meyer, quien se desplaz� al lugar en 1998 y tras meses de investigaci�n confirm� la magnitud de lo encontrado: sobre una pared de 80 metros de altura y 1.200 metros de largo, se extend�an m�s de 5.000 huellas de 293 especies distintas de dinosaurios, el mayor yacimiento de pisadas en la historia de la Paleontolog�a.
Entre las marcas, el equipo de Meyer descubri� la huella de la caminata de dinosaurio continua m�s larga conocida hasta el momento, un paseo de 347 metros de largo protagonizado por una cr�a de Tyrannosaurus rex bautizada por los cient�ficos con el simp�tico sobrenombre de "Johnny Walker".
Tal y como atestiguaba aquella superficie, decenas de criaturas hab�an correteado alegremente por aquel lugar a finales del Cret�cico Superior, hace unos 66 millones de a�os, entre ellas enormes titanosaurios (con huellas de hasta 70 cent�metros), voraces ter�podos, pac�ficos saur�podos y una larga variedad de animales de todos los tama�os cuyas huellas se cruzaban aqu� y all�. La profusi�n de pisadas era tal que a alguien se le ocurri� comparar aquel lugar con una gigantesca �pista de baile� para dinosaurios.
Evidentemente, y aunque alguno haya podido imaginar lo contrario, no se trataba de superdinosaurios capaces de caminar por las paredes. La superficie hab�a sido el lecho de un lago de poca profundidad, desplazado posteriormente hasta la posici�n vertical por el movimiento de las placas tect�nicas, las mismas que formaron la cordillera de los Andes.
Tal y como lo imaginan los cient�ficos, hasta aquel peque�o lago de agua no potable acud�an los dinosaurios herb�voros a refrescarse, mientras los carn�voros acechaban y los saurios voladores hac�an vuelos rasantes. "Como si fueran ba�istas en las playas de Mallorca", aseguraba Meyer sobre el lugar en alguna entrevista.
Hoy d�a, la pared de Cal Orcko (literalmente �cerro de cal�) no s�lo es el mayor yacimiento de huellas del mundo, sino que deja muy atr�s a sus competidores. El parque de Moenchenhagen, en Alemania, alberga unas 220 pisadas, mientras que el National Dinosaur Tracks Monument, en Texas, apenas cuenta con 60.
Los esfuerzos de Sch�tt y Meyer terminaron obligando a las autoridades bolivianas, tan incr�dulas al principio, a crear un plan de conservaci�n de las huellas, integradas desde el a�o 2006 en una gran instalaci�n tur�stica denominada �Parque Cret�cico�, en la que, adem�s de la fascinante pared, se pueden ver algunas r�plicas de los dinosaurios que alg�n d�a poblaron este lugar.
El descubrimiento ha cambiado algunas de las ideas que ten�an los paleont�logos sobre los dinosaurios y sigue siendo una fuente constante de sorpresas, pues con frecuencia las lluvias descubren nuevas huellas.
Publicado originalmente en Fogonazos