El libro "La Percepci�n Visual. La arquitectura del psiquismo desde el enfoque de la percepci�n visual� es un tratado de ciencia de la visi�n con un enfoque especial: mostrar c�mo en la explicaci�n cient�fica del hecho fenom�nico de la sensaci�n-percepci�n-conciencia en la ciencia de la visi�n, y en la psicolog�a cient�fica m�s en general, entran en relaci�n interdisciplinar un conjunto complejo de ciencias como la f�sica, la �ptica, la psicof�sica, la neurolog�a, las ciencias formales y de la computaci�n, entre otras, para trazar los fundamentos y los enfoques en que asentar los resultados de las actuales ciencias del hombre. Su enfoque, pues, se orienta a lo m�s profundo y, por tanto, esto da una medida de su complejidad.
La pregunta, pues, responde a lo dicho: cu�les son las causas que han producido evolutivamente la emergencia de los sistemas sensitivo-perceptivos, integrados en la emergencia de la �conciencia�, y c�mo, desde ah�, puede construirse una explicaci�n cient�fica consecuente de la arquitectura ps�quica (memoria, conocimiento, emociones, lenguaje, etc.). Para responder esta pregunta el libro debe transcurrir por aquellos t�picos habituales en la ciencia de la visi�n, ya que, sin ellos, ser�a dif�cil argumentar respuestas bien construidas a las preguntas de fondo.
Los cap�tulos que constituyen el corpus de la obra responden, pues, a los siguientes t�picos. La epistemolog�a de la ciencia de la visi�n y su orden l�gico en el marco de la epistemolog�a de las ciencias humanas. La f�sica y la �ptica. La psicof�sica. Los sistemas formales y computacionales aplicados a la ciencia de la visi�n, en especial la discusi�n sobre computaci�n serial, sobre conexionismo o procesamiento PDP y la aplicaci�n de la transformada de Fourier a las ciencias humanas. La neurolog�a de la visi�n que constituye la evidencia cient�fica esencial en el marco de la teor�a de redes neurales formulada dentro de la neurolog�a macrosc�pica cl�sica. La teor�a del color. La explicaci�n del orden estructural de la imagen y la percepci�n del objeto. La percepci�n de la tridimensionalidad y la percepci�n del movimiento. La propiocepci�n. La percepci�n auditiva. La atenci�n como an�lisis del campo perceptivo por el sujeto ps�quico. Y otras muchas cuestiones conectadas con el proceso de armonizaci�n de las informaciones provenientes de diversas ciencias para construir una explicaci�n cient�fica 1) de la visi�n (de la sensaci�n-percepci�n-conciencia y �sujeto ps�quico�) y 2) de la consecuente emergencia evolutiva de la arquitectura ps�quica.
La cuestion crucial de la ciencia de la visi�n
La cuesti�n crucial es, pues, qu� causas reales explican que en el proceso de la evoluci�n c�smica hayan surgido seres vivos organizados en torno al hecho real de tener sensaciones, percepciones y, en estadios superiores de la evoluci�n, conciencia. Ignorar este problema es comprensible por su complejidad; pero no est� justificado epistemol�gicamente, ya que la ciencia debe indagar siempre las causas de los fen�menos. Un oftalm�logo puede diagnosticar y curar sin atender a estos problemas b�sicos; un psic�logo puede centrarse s�lo, por ejemplo, en dise�os experimentales sobre atenci�n dividida o sobre percepci�n gest�ltica; pero no atender a las preguntas fundamentales que prescribe la epistemolog�a cient�fica no es una virtud sino una carencia epistemol�gico-cient�fica.
Pues bien, una de las caracter�sticas de la obra que comento es precisamente el tomarse en serio la cuesti�n fundamental, a saber, las causas evolutivas reales del psiquismo. Puesto que el psiquismo ha emergido dentro de la evoluci�n c�smica y el cosmos evolucion� durante miles de millones de a�os sin que existieran ni �sensaci�n� ni seres vivos, el supuesto cient�fico inicial es que la sensaci�n surgi� desde el mundo f�sico dentro de una continuidad evolutiva. La suposici�n derivada es inevitable: la ontolog�a germinal de la materia que ha producido evolutivamente el universo debe de tener aquellas propiedades que hagan explicable que, dadas ciertas formas de organizaci�n, emergiera lo que llamamos �sensaci�n� en los seres vivos. Este supuesto cient�fico obvio y de principio responder�a a un marco emergentista: el psiquismo ha sido producido o causado evolutivamente desde el mundo f�sico, a partir de las propiedades ontol�gicas de �ste.
La explicaci�n cient�fica de este supuesto tiene dos dimensiones relacionadas. La primera de ellas es lo fenomenol�gico: lo que se trata de explicar se nos presenta con unas propiedades observables que, tal como se manifiestan, deben ser explicadas (referidas a sus causas). Ahora bien, si se postula que las causas est�n en la naturaleza del mundo f�sico, entonces la naturaleza de �ste y ciertas propiedades f�sicas deber�an explicarnos c�mo ha sido posible la emergencia de psiquismo y de sus propiedades fenomenol�gicas. La visi�n, por tanto, como una de las principales manifestaciones de la experiencia ps�quica (la conciencia visual, en expresi�n de Crick) deber�a poder explicarse a partir del mundo f�sico y sus propiedades.
La imagen cient�fica de la materia
La ciencia de la visi�n, por tanto, y la explicaci�n general de la arquitectura ps�quica, depende del modo cient�fico de concebir la materia. La expectativa de las ciencias humanas ser�a, pues, que la concepci�n cient�fica de la materia nos permitiera una explicaci�n congruente de las causas que han hecho emerger el psiquismo. Y aqu� es precisamente donde se presenta el problema fundamental de las ciencias humanas: dependen l�gicamente de la idea de la materia, pero la ciencia habitual no ha suministrado una imagen de la materia apropiada como para poder explicar las propiedades experienciales del psiquismo (y de la visi�n).
Para entender el problema es preciso advertir que en la imagen cient�fica del universo material se presentan dos perspectivas distintas. Por una parte la mec�nica cl�sica newtoniana que enlaza con la teor�a macrosc�pica de la relatividad y por otra la mec�nica cu�ntica que se forma en el siglo XX, sobre todo despu�s de Plank y la obra de Schroedinger, Heisenberg, Dirac, Bohr y otros en la d�cada de los a�os veinte.
Publicado originalmente en Tendencias 21