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Los sujetos �ticos son las personas, los seres humanos plenamente desarrollados con una mente normal capaz de controlar sus acciones, de sentir, preferir, valorar, razonar con l�gica, argumentar, comunicarse, negociar, alcanzar acuerdos, reclamar y ofrecer explicaciones, asumir responsabilidades y exigir derechos.

Las normas �ticas regulan las relaciones entre los sujetos �ticos pero tambi�n necesitan referirse, como una categor�a distinta, a las entidades reales que no son sujetos �ticos, el resto de los seres vivos no humanos y objetos inanimados. La distinci�n es crucial porque las normas �ticas protegen de forma exclusiva a los sujetos �ticos para permitir su desarrollo mediante la utilizaci�n de todas las dem�s cosas.

La �tica es una herramienta intelectual evolutiva de desarrollo y supervivencia para los humanos y por los humanos. La �tica humana defiende los intereses humanos. No es inteligente poner obst�culos al propio desarrollo. No pueden ser adecuadas aquellas normas que dificulten o impidan el progreso de la especie humana y favorezcan al resto de entidades: si provocaran su extinci�n las mismas normas dejar�an de tener sentido. Cualquier ser vivo que supedita su existencia a los intereses de otros competidores a cambio de nada est� condenado a la extinci�n. Los seres humanos dependen para su subsistencia de los dem�s seres vivos, defender los intereses humanos no implica destruir la naturaleza.

Un concepto fundamental en �tica es la sensibilidad, la facultad de percibir lo que es beneficioso o perjudicial para cada organismo vivo. Todos los seres vivos son sensibles en alg�n grado. Pero aunque es un requisito necesario no es suficiente: tambi�n hace falta inteligencia y lenguaje, no tiene sentido considerar sujeto de normas �ticas a entidades que no pueden comprenderlas, es imposible intentar explic�rselas o exigirles su cumplimiento. La sensibilidad es especialmente desarrollada en el reino animal. Aunque muchos animales sociales son capaces de comunicarse, su lenguaje es muy b�sico y su capacidad de formar y manipular conceptos abstractos es insuficiente para asumir una �tica.

La �tica es antropoc�ntrica, coloca al ser humano en una categor�a especial y separada del resto de entidades. Pero no se trata de que la �tica privilegie a los seres humanos solamente porque son ellos mismos quienes la inventan. La �tica no se inventa de forma arbitraria sino que se descubre al reflexionar sobre la naturaleza humana y las relaciones sociales. La especie humana es peculiar por su inteligencia y su capacidad de comunicaci�n. Las normas �ticas se construyen y comprueban de forma argumentativa y se expresan y comunican mediante el lenguaje. Los sujetos �ticos deben ser capaces de razonar y de comunicar ideas �ticas abstractas. Los seres humanos son las �nicas entidades conocidas capaces de razonar y de comunicarse con la complejidad suficiente como para comprender las normas �ticas, explicarlas, discutirlas, cumplirlas y exigir su cumplimiento a otros.

El origen evolutivo de la �tica son las morales particulares de diversos grupos de seres humanos que luchan por sobrevivir y prosperar. Estos grupos se dotan de forma espont�nea de normas sociales en las que los miembros del grupo son sistem�ticamente privilegiados frente a los no miembros, quienes a menudo son considerados enemigos. Los grupos humanos prosperan m�s cuando pueden cooperar en lugar de competir de forma violenta y destructiva. La �tica es la moral universal que considera que el grupo es toda la especie humana.

Una �tica parahumana es aquella que considera que pueden existir personas, con capacidad de control y argumentaci�n racional, que no son seres humanos, como seres vivos no humanos avanzados, terrestres o extraterrestres, o inteligencias artificiales. Los seres humanos son los sujetos de la �tica no por pertenecer a la especie humana, sino por su capacidad intelectual y ling��stica. Actualmente la especie humana es la �nica que tiene la capacidad intelectual y ling��stica imprescindible para utilizar las herramientas �ticas, pero si otras especies terrestres evolucionaran y pudieran razonar y comunicarse con la especie humana, entonces s� cumplir�an los requisitos para ser admitidos como sujetos �ticos y cooperar con ellos en lugar de utilizarlos. Otras inteligencias extraterrestres o tal vez inteligencias artificiales tambi�n podr�an ser sujetos �ticos. Si los humanos se negaran a aceptar en su misma categor�a �tica a otras inteligencias equivalentes ya no podr�an pretender que el fundamento de la �tica es la argumentaci�n y la comunicaci�n, y las normas humanas ser�an solamente morales particulares que privilegian a unos contra otros y se imponen por la fuerza.

Si una especie no humana tuviera la capacidad intelectual de entender la �tica probablemente tambi�n tendr�a la capacidad tecnol�gica como para ser enemigos temibles, no se dejar�an esclavizar y si fueran m�s fuertes podr�an por el contrario considerar inferiores a los seres humanos y utilizarlos en su beneficio. Tal vez en el futuro los humanos se enfrenten al dilema de qu� hacer con una nueva especie que podr�a entender la �tica pero que a�n no se ha desarrollado lo suficiente como para ser una amenaza para la especie humana.

La categor�a definida por el concepto de ser humano no es un conjunto est�tico y de l�mites dr�sticos definidos con absoluta claridad. Diversas concepciones de lo humano son posibles, y la concepci�n que se acepte como premisa o punto de partida tiene importantes repercusiones para las normas �ticas. El ser humano tiene un desarrollo f�sico, biol�gico y psicol�gico desde la constituci�n del cigoto hasta la muerte del organismo. Las personas no son eternas, cada individuo tiene una existencia contingente en el tiempo, con comienzo y fin m�s o menos graduales.

Si la �tica se fundamenta en la inteligencia y la argumentaci�n racional, entonces una concepci�n de lo humano basada exclusivamente en lo biol�gico (c�lulas con un genoma humano) no es adecuada. El sujeto �tico pleno es la persona, el organismo perteneciente a la especie humana que ha alcanzado su desarrollo mental adulto. Pero una persona no surge en un instante, justo antes no hab�a nada y justo despu�s ya est� todo. Un ser humano surge de forma gradual mediante un largo y complejo proceso de desarrollo desde la c�lula inicial hasta el adulto.

La persona puede desaparecer bruscamente de forma definitiva si el organismo sufre una muerte r�pida, pero tambi�n puede desvanecerse gradualmente como en los casos de las enfermedades mentales degenerativas. En algunas situaciones la vida biol�gica contin�a pero la actividad mental se ve gravemente alterada, de forma transitoria o definitiva, como en las locuras, las enajenaciones transitorias o el coma.

Es com�n forzar, distorsionar y simplificar en exceso la realidad para conseguir categor�as n�tidas y absolutas, sin zonas intermedias, sin gradaciones (todo o nada, verdadero o falso, blanco o negro, s� o no) que permiten utilizar la l�gica cl�sica: pero la l�gica solamente es una herramienta formal y produce resultados inadecuados si las premisas no son v�lidas. Las normas �ticas correctas deben reconocer la naturaleza emergente de la persona y permitir una integraci�n y exclusi�n gradual de cada individuo como sujeto �tico.

S�lo las personas vivas son sujetos �ticos. Los seres humanos ya fallecidos o todav�a inexistentes como las generaciones futuras no existen, ni piensan, ni sienten, ni valoran, ni se comunican, ni act�an, no tiene sentido que la �tica los considere, no puede haber ning�n conflicto presente con ellos.

Solamente las personas individuales son sujetos �ticos. Los conceptos �ticos no son adecuados a niveles de agregaci�n inferiores o superiores, no tienen sentido para las c�lulas, los subsistemas mentales o las sociedades humanas. Cada persona es un colectivo org�nico formado por una enorme cantidad de c�lulas (a su vez integradas en tejidos, �rganos, sistemas funcionales) y cada sociedad es un colectivo formado por una gran cantidad de personas. A todos los niveles de integraci�n existe alg�n tipo de comunicaci�n, sensibilidad y comportamiento pautado que permite la coordinaci�n, pero solamente cada ser humano individual, con su sistema nervioso, es una unidad integrada que piensa por s� mismo, siente, act�a, se comunica ling��sticamente con otros individuos.

Las c�lulas no entienden los conceptos �ticos, y los colectivos humanos no est�n tan integrados a partir de los individuos como estos lo est�n respecto a sus c�lulas. Los organismos son sistemas coordinados que facilitan la supervivencia individual de sus componentes, las c�lulas y su material gen�tico com�n, y al mismo tiempo est�n tan integrados que pueden considerarse entidades individuales. Los colectivos o grupos de personas no piensan por s� mismos, ni act�an, ni sienten, ni valoran, ni desean, ni se comunican entre s�: y si fueran capaces de hacerlo los humanos no se enterar�an. Igual que los humanos no hablan de �tica con sus c�lulas, si los grupos humanos tuvieran sus normas de conducta de unos frente a otros las discutir�an entre ellos sin considerar a sus componentes humanos, quienes se habr�an convertido en partes prescindibles de un todo superior.

La integraci�n coordinada de los cientos de tipos de c�lulas que constituyen un organismo humano es resultado de la evoluci�n mediante selecci�n natural que favorece a los genes (o grupos de genes) m�s capaces de sobrevivir y hacer copias de s� mismos. Los organismos multicelulares han descubierto evolutivamente formas de coordinar las actividades de sus componentes de modo que se optimizan sus posibilidades de mantenimiento y reproducci�n. Las c�lulas no reflexionan ni tienen intereses ni intenciones, pero ajustan su comportamiento para propagar sus genes, pudiendo llegar a sacrificarse por otras c�lulas que tengan los mismos genes.

Los colectivos sociales formados por seres humanos no son equivalentes a un organismo pluricelular. Las personas son mucho m�s complejas que una simple c�lula: sienten, piensan, planifican, se comunican de formas imposibles para una sola c�lula. Las c�lulas de un organismo est�n ligadas de forma irreversible; las personas pueden unirse a grupos o abandonarlos, o pertenecer a varios grupos simult�neamente. Las c�lulas tienen una misma y �nica funci�n simple durante toda su vida; las personas pueden realizar tareas diversas y cambiantes en el tiempo seg�n sus intereses y capacidades. Los miembros de un grupo, especialmente cuando este es muy grande, no tienen los mismos intereses y su coordinaci�n centralizada es en general imposible. Las normas �ticas son aquellas que permiten la convivencia colectiva de las personas en beneficio de todos y cada uno de los individuos, no del colectivo como unidad superior.

El bien com�n es un concepto problem�tico. Conviene diferenciar los elementos del conjunto que estos puedan formar, est�n a niveles diferentes y pueden tener propiedades distintas. No es lo mismo el bien del colectivo (tal vez le interese sacrificar alguno de sus componentes para mantener la existencia integrada del resto) que el bien de cada uno de sus miembros (que se asocian porque lo consideran beneficioso y pueden deshacer la asociaci�n si deja de serlo).

El organismo humano est� formado por diversos sistemas integrados que realizan distintas funciones vitales: percepci�n (aparatos sensoriales), actuaci�n (m�sculos), estructura (esqueleto), procesamiento de alimentos para obtenci�n de materiales y energ�a (aparato digestivo, respiratorio y circulatorio) y coordinaci�n, control y toma de decisiones (sistema nervioso). El componente clave que diferencia a los seres humanos de otros animales es su sofisticado sistema nervioso, especialmente el cerebro y la corteza cerebral, con sus capacidades para el lenguaje, el razonamiento, la valoraci�n y la toma de decisiones. Un ser humano sigue siendo persona aunque carezca de m�ltiples extremidades u �rganos, pero no existe la persona cuando no hay cerebro o este no tiene actividad normal (por lesiones, enfermedades o desarrollo inadecuado).

La mente es la descripci�n funcional de la actividad fisiol�gica del cerebro como procesamiento de informaci�n. La mente humana es una sociedad coordinada e integrada de m�ltiples agentes especializados en diferentes tareas. La neurociencia quiz�s consiga distinguir f�sicamente los diversos agentes mentales responsables de comportamientos relevantes para las normas �ticas.

El comportamiento humano es resultado de la interacci�n entre m�ltiples agentes mentales que cooperan y compiten por el control de las partes del organismo que permiten actuar sobre el entorno (aparato muscular). Algunos sistemas causan comportamientos reflejos involuntarios; otros sistemas causan emociones pasionales intensas que escapan al control racional; algunos sistemas planifican de forma intencional conseguir objetivos deseados; los sistemas encargados de las relaciones sociales entienden de conceptos �ticos abstractos y consideran los efectos que las acciones pueden tener sobre otros y sus posibles reacciones.

No tiene sentido considerar sujetos �ticos a estos subsistemas mentales por separado, ya que por s� solos no son capaces de causar el comportamiento, comunicarse con otras personas, argumentar y entender de �tica. Es la mente completa, con sus m�ltiples partes cooperando y compitiendo, con sus componentes conscientes e inconscientes, voluntarios e involuntarios, la que genera un comportamiento y se responsabiliza de �l. La �tica se refiere a personas respecto a otras personas, no a partes de su mente frente a las partes equivalentes de los otros.

Publicado originalmente en Inteligencia y Libertad (Espa�a)