Actualmente sigue siendo una tecnolog�a reservada a tareas de investigaci�n y de desarrollo de productos, aunque se espera que su evoluci�n sea muy r�pida en los pr�ximos a�os, hasta el punto de poder llegar a convertirse en interfaz de uso cotidiano en dispositivos de consumo.
Quiz� parezca que se trata de una tecnolog�a muy relacionada con la inform�tica moderna, pero lo cierto es que las primeras investigaciones en este �rea datan de los a�os 50, aunque por aquella �poca los dispositivos empleados eran bastante menos respetuosos con el sujeto de estudio, m�s invasivos y mucho m�s inc�modos. Llama la atenci�n el dispositivo ideado en 1898 por Delabarre y Huey, en el que se sujetaba una palanca al globo ocular, que a su vez accionaba una polea para dibujar el movimiento del ojo durante la lectura de un texto.
Las primeras observaciones se remontan a 1879, cuando Louis �mile Javal descubri� que durante la lectura de un texto los ojos no realizan un movimiento continuo, sino que hacen varias paradas denominadas "fijaciones" enlazadas por r�pidos movimientos llamados "s�cadas" o movimientos sac�dicos. El �nico momento en que el cerebro puede procesar la informaci�n es durante las fijaciones, de manera que durante las s�cadas realmente no vemos pr�cticamente nada.
Hoy en d�a la tecnolog�a ha mejorado estos dispositivos hasta conseguir que no sean nada invasivos y su uso resulte totalmente transparente para el sujeto de estudio. Es el caso de los Eyetrackers de Tobii, basados en luz infrarroja que, durante unos d�as, hemos tenido ocasi�n de utilizar y que usaremos de base para este art�culo.
Los monitores de Tobii constan b�sicamente de dos elementos independientes, pero integrados bajo una sola carcasa. Por un lado un monitor TFT de 17 o 24 pulgadas, dependiendo de a qu� uso se vaya a destinar (los de 24" son id�neos para trabajar con reproducciones de libros o revistas, al poder mostrar una doble p�gina de tama�o A4 al 100%) y por otro el sistema de seguimiento propiamente dicho.
Para el seguimiento se utilizan dos fuentes de luz infrarroja (infrarrojo cercano y de baja potencia, que no es da�ino) colocadas en la parte superior e inferior del monitor, que se encargan de iluminar la cara del sujeto de forma imperceptible para el ojo humano. Adem�s, en la parte inferior hay dos c�maras que recogen el reflejo de la luz infrarroja en las pupilas, determinando la posici�n tridimensional de ambas y el di�metro de las mismas.
Despu�s, la informaci�n de la posici�n de los ojos, junto con la grabaci�n de v�deo de todo lo que ha aparecido en la pantalla y la imagen en v�deo del usuario, se env�a al ordenador mediante una interfaz Ethernet para que sea analizado por el software.
Adem�s, el fabricante tambi�n dispone del equipo de seguimiento sin monitor, para el an�lisis de escenas no electr�nicas, como puede ser una revista, una valla publicitaria o el lineal de una gran superficie, entre otros.
Del laboratorio al mercado
En una primera fase, las aplicaciones de seguimiento ocular fueron la investigaci�n en �reas de psicolog�a o medicina, y en ellas se sigue utilizando exitosamente en estudios de percepci�n o en el diagn�stico temprano de enfermedades como el autismo, en la que los individuos afectados tienen dificultades para centrar su atenci�n en situaciones en las que el resto de la poblaci�n lo hace sin problemas.
En un uso m�s comercial, el Eye Tracking es un excelente elemento de an�lisis de usabilidad, permitiendo elegir la ubicaci�n id�nea para los controles de, por ejemplo, la interfaz de una aplicaci�n inform�tica o una p�gina web, coloc�ndolos all� donde los usuarios tienden a mirar y evitando las zonas de la pantalla donde pasar�an desapercibidos. De este modo una interfaz desarrollada despu�s de un an�lisis de seguimiento de la vista, ser� percibida como m�s intuitiva y sencilla de usar que otra que tenga los mismos elementos pero colocados en lugares m�s desfavorables.
Todos hemos sufrido alguna vez la frustraci�n de no encontrar la funci�n que busc�bamos en una aplicaci�n, para acabar descubriendo que todo el tiempo estuvo delante de nuestros ojos, pero no la hab�amos visto.
Esta fase de desarrollo de la tecnolog�a ya es de aplicaci�n a un gran n�mero de empresas de multitud de sectores. Cualquier producto que disponga de varios elementos con los que tengan que interactuar las personas puede someterse a un an�lisis para mejorar la distribuci�n de estos elementos.
El desarrollo de p�ginas web es uno de los sectores donde m�s se est� hablando de seguimiento ocular, probablemente por su facilidad para analizar en un monitor y por la relaci�n directa entre percepci�n de la p�gina e ingresos generados. Por ejemplo, seguro que si la p�gina web de su empresa tiene una secci�n de tienda le interesa saber cu�nto tardan los visitantes que lo buscan en ver el enlace, y cu�nto tardan en hacer clic en �l. Y si se financia con publicidad, estar� interesado en conocer qu� zonas de la p�gina son las que m�s miran sus visitantes para colocar all� los anuncios.
El ojo como rat�n
Siguiendo la l�nea de evoluci�n, encontramos la siguiente fase, que es el control de ordenadores con la vista por parte de discapacitados. Aqu� entra en juego un nuevo elemento, pues no s�lo se trata de determinar d�nde mira el usuario, sino que con s�lo mover los ojos sea capaz de controlar las funciones del ordenador, introduciendo as� la interactividad.
La tecnolog�a de Eye Tracking est� llamada a sustituir al rat�n, y el primer paso, sin duda, son precisamente las personas que no pueden hacer uso de este perif�rico. La posici�n exacta de la mirada puede asociarse al puntero del rat�n, haciendo que�ste se desplace all� donde mire el usuario.
Las pulsaciones de los botones del rat�n pueden mantenerse como tales, o bien asociarlas a un parpadeo, o a la fijaci�n de la vista en un punto durante determinado tiempo. De este modo se puede llegar a prescindir completamente del uso de las manos o cualquier otra interacci�n mec�nica, pues bastar�a hacer uso de un teclado virtual en pantalla, para poder escribir s�lo con la vista. El resto depende de las aplicaciones espec�ficas que se desarrollen para cada problema.
Probablemente, el discapacitado m�s conocido que utiliza el control ocular sea el cient�fico Stephen Hawking que, a consecuencia de una Esclerososis Lateral Amiotr�fica, ha perdido la movilidad pr�cticamente por completo, por lo que controla tanto su silla, como el ordenador y un sintetizador de voz con leves movimientos de la cabeza y el movimiento de los ojos.
Publicado completamente en IDG (Espa�a)