Hace ya varios meses, un art�culo sobre la comez�n en la revista �The New Yorker� caus� gran revuelo entre los lectores.
La noticia protagoniz� la columna de ciencia en Pandora y muchos se sintieron afectados por esta curiosa tragedia m�dica.
La protagonista era una mujer joven en una pesadilla que casi aniquila su salud mental. Nadie hubiese pensado que su problema emerg�a de una simple picaz�n.
La paciente se rascaba todo el tiempo, especialmente el cr�neo, ni siquiera cuando dorm�a pod�a contenerse.
Tanto as�, que un d�a despert� con un l�quido verde que se deslizaba sobre su rostro, se hab�a rascado tanto el cr�neo dormida que se hizo un agujero por donde entonces sal�a el l�quido cerebral.
Durante a�os estuvo confinada en un centro donde dorm�a amarrada o con guantes de boxeo; en la habitaci�n de al lado, otro paciente lidiaba con el mismo problema que ella.
Durante d�cadas, los cient�ficos han estado hurgando el sistema nervioso y las mol�culas que act�an all�, buscando las causas del dolor. Hasta el momento, la ciencia afirmaba que tanto el dolor como la picaz�n eran originados por el mismo sistema.
Es decir, los investigadores pensaban que la comez�n era una versi�n menos intensa que el dolor pero que ambas tomaban la misma ruta hacia el cerebro.
Sin embargo, un equipo de cient�ficos acaba de concluir que esto no es as�.
Los resultados de sus experimentos fueron presentados en la reuni�n anual de la Sociedad de Neurociencias, la fuente m�s amplia en el mundo de conclusiones investigativos sobre el cerebro y el sistema nervioso, donde los expertos aseguraron que hab�an logrado separar la comez�n y el dolor en ratones de laboratorio.
�Los dos problemas tienden a ocurrir juntos porque las drogas que se recetan para el dolor tienden a causar comez�n como un efecto secundario�, dijo para EurekAlert el investigador Zhou-Feng Chen, de la Universidad de Washington.
Chen y su equipo trabajan en el Centro para el Dolor de la Universidad y el a�o pasado fueron los primeros en descubrir un gen para la picaz�n.
Ahora, los investigadores descubrieron que si este gen es bloqueado o removido del animal, el dolor no es afectado en absoluto aunque s� la comez�n.
�Es un paso positivo hacia el bloqueo de efectos secundarios desagradables en el tratamiento contra el dolor�, agreg� el investigador.
El gen de la picaz�n trabaja solo
Chen, quien es profesor de anestesiolog�a, psiquiatr�a y biolog�a del desarrollo, considera que existen dos tipos de picaz�n desencadenadas en un organismo.
Una es la dependiente a la histamina, como las causadas por picaduras de insectos o ataques al�rgicos y que es remediada con medicamentos antihistam�nicos, como el conocido Benadryl.
Sin embargo, aseguran los expertos, la mayor parte de las comezones cr�nicas no reaccionan con estas drogas y los pacientes se quejan de no poder detener esta incesante comez�n.
�Muchos pacientes con dolor reciben una inyecci�n en la espina dorsal de analg�sicos opioides, como la morfina, cuyo efecto negativo principal es la comez�n.
La mayor�a de los cient�ficos creen que el dolor no puede ser separado de la picaz�n pero no es as�.
Nuestra hip�tesis afirma que esta comez�n es causada por el gen descubierto, GRPR, pero �ste, hemos descubierto en el laboratorio, no afecta en nada el dolor�.
Los investigadores continuar�n desvelando las rutas, tanto del dolor como de la picaz�n en el cerebro, como una forma de erradicar, no s�lo las comezones cr�nicas sino el dolor, una condici�n que, como hemos visto antes, origina complejos cuadros y puede llevar a la persona a la depresi�n.
Ratones que no se rascan
Todo el lector de Ciencia conoce ya muy bien los ratoncitos modificados gen�ticamente. Estos animales facilitan la investigaci�n porque los cient�ficos pueden ordenarlos a la medida, con genes espec�ficos desactivados.
En esta ocasi�n, el equipo de Chen us� ratones con el gen GRPR desactivado.
�En ambos casos, los animalitos sin el gen de la comez�n recibieron inyecciones de morfina en la espina dorsal y el dolor fue erradicado, adem�s, estos animales no se rascaban�, explic� Chen.
�En ocasiones anteriores, cuando el gen era eliminado, los ratones se rascaban menos pero lo hac�an, en esta ocasi�n y como reacci�n a la morfina, la comez�n no se present� en lo absoluto�.
Publicado originalmente en El Caribe (Rep�blica Dominicana)