Durante siglos, el lago Baikal ha inspirado asombro y, m�s recientemente, apasionados defensores. Con m�s agua dulce que todos los Grandes Lagos de Norteam�rica combinados, y hogar de 1.500 especies de plantas y animales no hallados en ninguna otra parte del planeta, el Baikal ha sido llamado la Perla Sagrada, la Perla de Siberia e incluso los Gal�pagos de Rusia.
Pero esas pr�stinas aguas, que en algunas partes alcanzan 1.600 metros de profundidad, est�n amenazadas por f�bricas contaminantes, una instalaci�n de enriquecimiento de uranio, la tala de �rboles y el calentamiento global. La lucha se ha vuelto feroz, y Rijvanova, una activista ambiental, dice que las autoridades incluso acosaron a su hijo para obligarle a participar en un ataque violento contra su grupo.
Turistas, la mayor�a de ellos rusos beneficiados por la nueva prosperidad, est�n acudiendo al lago, llenando las playas, construyendo casas de vacaciones y cambiando la ecolog�a. Nuevos balnearios est�n apareciendo. Hay m�s pescadores, cazadores y lanchas.
La importancia del lago va m�s all� de las fronteras rusas: su tama�o y su fragilidad, dicen ambientalistas, le hacen una especie de caso de prueba para otras reservas de agua dulce en el mundo. "El Baikal es el mayor lago del mundo. Es una reserva ilimitada y fuente de agua que toda la humanidad puede beber sin necesidad de purificaci�n", dice Izmestieva, bi�loga, al igual que su madre y su abuelo. "Este es un regalo invalorable para todo el mundo, en Bolshiye Koty o Florida ... o Kansas."
Las aguas cristalinas acarician el casco de le embarcaci�n llamada Mija�l Kozhov, en honor al abuelo de Izmestieva, mientras que sus colegas, como Liudmila Ryabenka, organizan recipientes de pl�stico y de vidrio en preparaci�n para las labores del d�a, que incluyen medir la transparencia, temperatura y calidad del agua, examinar el fitopl�ncton que es el alimento esencial de numerosos peces y crust�ceos que viven en el lago y colectar plancton animal.
Al regreso a la desvencijada aldea de Bolshiye Koty, Ryabenka dice que el trabajo es a veces tedioso. Cuando el barco se mece en el fuerte viento invernal, es a�n m�s dif�cil. "Nosotros decimos que solamente rom�nticos hacen este tipo de trabajo". Pero cada semana, cuatro estaciones al a�o, durante m�s de 60 a�os, la familia de Izmestieva y sus colegas lo han estado haciendo.
Izmestiva, de 56 a�os y directora del Instituto de Investigaciones Biol�gicas de la Universidad Estatal de Irkutsk, es la tercera en su familia en realizar ese trabajo. A partir de 1945, su abuelo naveg� las aguas del Baikal - o perfor� sus hielos, para tomar muestras. Cuando muri�, la madre de Izmestiva continu� esas tareas hasta su muerte en el 2000. Izmestieva entonces se hizo cargo.
Tomar las muestras se ha convertido en un ritual de familia, dice. "Es el tipo de trabajo que tiene que hacerse, aunque a uno no le guste ... Y ha resultado que nosotros somos los que tenemos que hacerlo". El resultado ha sido un extraordinario tesoro de datos publicado en la revista estadounidense Global Change Biology (Biolog�a del Cambio Global) en un importante art�culo que concluy� que el Baikal se est� calentando y su cadena alimenticia est� cambiando. Eso se suma a otras evidencias de cambio clim�tico, incluyendo la reducci�n de la capa de hielos, que llegan m�s tarde y se van m�s temprano.
Izmestieva y sus colegas complementan sus magros salarios acad�micos (unos 200 d�lares al mes) con trabajos de asesor�a para compa��as privadas. Las muestras las guardan en botellas de vodka y champ�n. Su espacio de trabajo es el p�rtico de una vieja caba�a junto a las m�rgenes del lago en Bolshiye Koty. Ahora, el rector de la universidad quiere alquilar las caba�as del instituto a turistas. Eso, dice Izmestieva, privar�a a los cient�ficos de una base para monitorear los cambios en el lago.
Hace entre 20 millones y 30 millones de a�os, una brecha en la corteza terrestre cre� la cuenca del Baikal, que tiene unos 640 kil�metros de longitud y forma de hoz. Hoy, el lago cercano a la frontera con Mongolia contiene la quinta parte de las reservas de agua potable del mundo, suficiente para proveer seis vasos de agua diarios a los 7.000 millones de habitantes de la Tierra durante los pr�ximos 6.000 a�os.
Es un vasto laboratorio al aire libre de diversidad biol�gica comparable con la rica fauna de las Islas Gal�pagos. Ge�logos visitan el lugar para estudiar la formaci�n del continente asi�tico. Bi�logos investigan misterios tales como el hecho de que un lago que est� unos 1.600 tierra adentro es hogar de la �nica especie de focas de agua dulce en el mundo.
El mes pasado, dos peque�os submarinos alcanzaron el fondo del lago con cient�ficos a bordo para tomar muestras del suelo y el agua. La inmersi�n de 1.592 metros estuvo a punto de romper el r�cord mundial.
El Baikal inspir� el movimiento ambientalista en la Uni�n Sovi�tica en los sesenta, luego que el abuelo de Izmestieva y otros cient�ficos hablasen contra los planes de Nikita Jrushchev de construir una papelera en sus m�rgenes. Hoy, Marina Rijvanova, que ayud� a formar el grupo Ola Ecol�gica del Baikal, sigue batallando para cerrar la instalaci�n, que ha creado una zona muerta de varios kil�metros en el lago y pudiera estar contaminando las focas.
Hace unos a�os, su grupo encabez� protestas contra un oleoducto de 4.300 kil�metros, parte del cual una a pasar junto a las costas del norte del lago. Las finanzas del grupo fueron inspeccionadas por las autoridades, sus computadoras fueron confiscadas y sus tel�fonos intervenidos, algo que ella dice es represalia por la protesta.
En el 2006, el presidente Vladimir Putin orden� que se modificase la ruta del oleoducto, una rara victoria para el ambientalismo ruso que le mereci� a Rijvanova elogios internacionales. Este a�o, la activista gan� un prestigioso premio de la Fundaci�n Goldman, basada en Estados Unidos, que incluy� un fondo de 150.000 d�lares.
La ex cient�fica de 47 a�os, cuya apariencia no revela su determinaci�n, dice que la victoria demuestra la potencia del Baikal como s�mbolo. El lago "es un indicador de si el hombre moderno puede o no controlar su apetito y preservar lo que ha creado la naturaleza", dice. Ahora, Rijvanova dirige sus esfuerzos a la oposici�n a planes del Kremlin de construir una instalaci�n de enriquecimiento de uranio al oeste del lago. Las autoridades dicen que el proyecto traer�a miles de empleos a la empobrecida regi�n. Ambientalistas dicen que es un grave error que amenazar�a el �rea con radiaciones.
Publicado completamente en El Nuevo Herald (EEUU)