Durante una ma�ana de febrero de 2006, el sargento Juan Arredondo de la Segunda Divisi�n de Infanter�a del Ej�rcito de EEUU, abord� un veh�culo junto a otros dos soldados para realizar un patrullaje en Irak. Lo que parec�a una tarea rutinaria tuvo un giro brutal cuando una bomba vol� la puerta del transporte, hiriendo de gravedad a los tres militares. Arredondo recibi� m�ltiples heridas, incluyendo da�os graves en sus piernas y la amputaci�n de su brazo izquierdo a la altura del codo.
Si bien el sargento logr� recuperar su mano -a�n agarrada al volante- y fue rescatado, los m�dicos lograron salvar s�lo sus piernas . Su mano estaba da�ada m�s all� de cualquier posibilidad de recuperaci�n.
Tras ser transferido al centro m�dico del Ej�rcito en San Antonio (EEUU), el soldado prob� varias pr�tesis, incluyendo una que operaba con un simple cable y bandas el�sticas. "Se ve�a como la garra de una langosta, s�lo se abr�a y se cerraba", recuerda.
Eso fue hasta que prob� el modelo i-Limb, fabricado por Touch Bionics.
Considerada como la mano bi�nica m�s avanzada del mundo, es un logro de la ciencia, pues concentra una gran cantidad de tecnolog�a en un espacio reducido y, adem�s, brinda un amplio rango de movimientos. Cada dedo posee su propio motor y puede accionarse independientemente en respuesta a se�ales que son recogidas por dos sensores en la piel del paciente. Estos se colocan en el antebrazo y permiten que, al tensar ciertos m�sculos, la persona pueda usar una llave o tomar una fruta.
"Ahora puedo agarrar un vaso de plumavit sin destrozarlo", dice el ex soldado. Arredondo es beneficiario de d�cadas de avances en materias de pr�tesis bi�nicas que prometen cambiar radicalmente la recuperaci�n de cuerpos afectados por accidentes, guerras o enfermedades como la diabetes, que genera da�o nervioso y muscular y muchas veces obliga a amputar.
Piernas computarizadas que se ajustan autom�ticamente a cada paso y responden en mil�simas de segundo, piel artificial sensible a la presi�n y extremidades que responden al pensamiento son algunos de los avances que ya est�n surgiendo. John Bigelow, del Departamento de F�sica de la U. Johns Hopkins y experto en brazos rob�ticos controlados por el cerebro, indic� a la revista New Scientist que una de las razones para este auge es la tecnolog�a que permite integrar m�s hardware en pr�tesis.
Un ejemplo es el modelo C-Leg, creado por la empresa alemana Otto Block y concebida por el ingeniero Kelly James, de la U. de Alberta (Canad�). El dispositivo utiliza sensores integrados en la pierna artificial para analizar la forma de andar de una personas y realiza ajustes en tiempo real para acomodar su mecanismo de pistones y fluidos hidr�ulicos al pavimento, desniveles en terrenos con pasto o tareas como subir una escalera, evitando que la persona arrastre su pierna o deba realizar movimientos inc�modos para sentarse.
En este campo, otro competidor es Rheo, creada por la compa��a islandesa �ssur e incluida en las listas anuales de inventos de Time.
Considerada como la primera rodilla bi�nica dotada de inteligencia artificial real, es capaz de aprender la forma en que la persona camina.
Gracias a su avanzada tecnolog�a de sensores -que opera 1.000 veces por segundo- logra ajustarse a la estabilidad de la persona mientras camina, adem�s de integrar fibra de carb�n que imita las propiedades de huesos y tendones.
Mano militar
La Agencia de Investigaci�n en Proyectos Avanzados de Defensa de EEUU ha invertido casi US$ 50 millones en un proyecto que busca crear un brazo bi�nico realista y controlado por el pensamiento. Fruto de esa iniciativa es el "brazo Luke", llamado as� por el modelo que usaba Luke Skywalker en Star Wars y hoy logra 18 de los 22 grados de movimiento de un brazo humano.
Esto se logr� mediante el uso de circuitos semirr�gidos que fueron plegados en dise�os similares al origami dentro del brazo. Fabricado con aluminio ligero y durable, tiene un motor especial que responde a la presi�n y permite tomar un grano de caf� sin destrozarlo. El dise�o est� a cargo de la empresa Deka y se estima que costar� US$ 100.000.
Incluso la Nasa se ha involucrado en esta �rea para crear parches de piel con sensibilidad incorporada. Se trata de un compuesto de pol�meros que permitir� sentir el roce de otra piel o estrechar manos de forma natural. A fines de 2009 existir�a el primer prototipo de este material fuerte, ligero y flexible, cuya resistencia el�ctrica cambia cuando se ejerce presi�n sobre �l, algo similar a lo que ocurre con la pantalla t�ctil del iPhone).
Del cerebro al movimiento
Miguel Nicolelis -neurobi�logo del Centro de Neuroingenier�a de la U. de Duke (EEUU)- la llama "Interfaz cerebro-m�quina". Se trata de un dispositivo que monitorea una serie de sensores instalados en la cabeza y que ya ha sido probado con �xito en simios.
De esta manera, el sujeto puede lograr que un brazo rob�tico tome, por ejemplo, una fruta.
En el futuro, Nicolelis planea adaptar este sistema a pr�tesis bi�nicas de �ltima generaci�n e inteligentes. "El cerebro se adapta de forma tan incre�ble que puede incorporar un dispositivo externo dentro de su propio espacio neural como si fuera una extensi�n natural del cuerpo", dijo Nicolelis. "La idea es crear dise�os de pr�tesis que les permita recuperar a las personas lo que han perdido. Esperamos que el cerebro se adapte a estos dispositivos y aprenda a incorporarlos".
Publicado originalmente en La Tercera (Chile)