El humo cu�ntico
Alguien camina; alguien lee; parejas que pasean y perros husmean la basura. El bar, la biblioteca, las rutinas laborales. Toda acci�n y toda materia que se desarrolla en el universo conforman lo que conocemos como Realidad. Es el entorno en el cual nacimos, en el cual crecimos, y en el cual est�n destinadas a morir todas las part�culas de la creaci�n. Incluyendo las de nuestro organismo. Suponer que la existencia del universo transcurre como el sue�o de un gigante, o como producto de un complej�simo programa de realidad virtual, se asemeja m�s a un ingenioso gui�n de ciencia ficci�n que al mundo crudo e imperfecto en el que nos movemos cada d�a.
Sin embargo, seg�n las investigaciones m�s recientes en el campo de la f�sica cu�ntica, todo lo que conocemos como materia, aquel s�lido cemento del cual parece estar compuesta nuestra realidad, podr�a no ser m�s que fluctuaciones cu�nticas en medio del vac�o universal. Burbujas ef�meras que revientan apenas nacen; el sue�o loco de un burbujero c�smico.
De acuerdo a nuevos descubrimientos en el campo de la f�sica cu�ntica, la teor�a que propone que la mayor parte de la masa de la materia est� formada por part�culas que aparecen y desaparecen constantemente en medio del vac�o, podr�a ser la candidata ganadora a la hora de explicar el universo en el que vivimos de forma adecuada.
Un grupo de f�sicos liderados por Stephan D�r, del Jhon von Neumann Institute, en Alemania, confirm� que la suma de las tres part�culas subat�micas que componen a protones y neutrones (llamadas quarks), representan apenas el 1% de la masa de los mismos. Tal evidencia lleva a suponer que el resto de la masa nuclear estar�a conformada por los gluones, ef�meras part�culas que burbujean en medio del vac�o, cuya funci�n es mantener unido al tr�o de quarks dentro de los protones y los neutrones. Este hecho apuntala a�n m�s la hip�tesis que relega a nuestra tan tangible realidad, a meras fluctuaciones del vac�o. A pura nada.
Vivir en �la Matrix�
Entonces, �por que es que podemos sentir, ver, oler, pensar y amar? �por qu� la realidad parece tan s�lida, como la verdad misma que lleva a mis huesos fracturarse si mi pu�o impacta contra el suelo?
La realidad que percibimos parece ir en contra de cualquier l�gica cient�fica, si tenemos en cuenta de que la materia apenas existe. Los bloques constructores de toda la materia visible, los �tomos, apenas si est�n compuestos por un peque�o n�cleo perdido en medio de un gran espacio vac�o, limitado por part�culas casi invisibles (electrones) que giran a velocidades magn�ficas alrededor del mismo.
En palabras del bi�logo evolutivo Richard Dawkins: �La ciencia nos ha ense�ado, en contra de toda intuici�n, que al parecer las cosas s�lidas como rocas y cristales, est�n en realidad casi enteramente compuestas de espacio vac�o�.
�Un ejemplo ilustrativo� dice el cient�fico brit�nico, �es que el n�cleo de un �tomo es como una mosca en medio de un estadio deportivo. El siguiente �tomo est� en el estadio siguiente�. �Por lo tanto, parece que la m�s dura y s�lida roca est� en realidad compuesta de espacio vac�o, solo interrumpido por part�culas diminutas tan ampliamente espaciadas que no deber�an ni contar�.
Siguiendo pasos m�s abajo, la ilusoria realidad del �tomo parece ocultar una segunda jugarreta. Toda la materia que compone a esos protones y neutrones perdidos dentro de aquel �gran estadio�, parece estar reducida a solo un tr�o de quarks girando en el espacio vac�o. Probablemente el aspecto m�s cercano de nuestros cuerpos ante un microscopio poderoso, sea el de un mar de granos de arena en perpetuo movimiento. Luces y colores en un escenario completamente vac�o.
La otra verdad
Lo que vemos con nuestros ojos f�sicos se reduce mas bien a un conveniente enga�o. Con mentes humanas y cuerpos humanos, la vacuidad de la materia parece m�s bien una broma pesada cuya comprensi�n se muestra totalmente in�til a los fines pr�cticos de los humanos. Poseer un par de ojos capaces de ver solamente objetos microsc�picos nos har�a imposible movernos en un mundo de cuerpos m�s grandes, donde los objetos con que nuestro organismo interacciona generalmente est�n compuestos por billones y billones de ellos.
�Las rocas se sienten duras e impenetrables a nuestras manos, precisamente porque objetos como las manos y las rocas no pueden penetrarse entre si� dice Dawkins. �Por lo tanto, es �til para nuestro cerebro la construcci�n de nociones como la solidez y la dureza, por que tales ideas nos ayudan a navegar a trav�s de nuestros cuerpos en el mundo en el que tenemos que navegar�.
Sin embargo, navegar en una realidad ilusoria implica aceptar una verdad sumamente inc�moda: en alg�n lugar del universo ha de hallarse otra realidad. El gigante dormido; el burbujero loco; el programador de ilusiones; acaso Dios.
La realidad de que las part�culas que conforman lo que vemos, medimos y sentimos no sean m�s que humo y sombras, podr�a implicar que la existencia real de todos los objetos en el cosmos resida en uno o m�s espacios paralelos. As� como un cuerpo tridimensional proyecta una sobra bidimensional sobre el piso, muchos cient�ficos especulan que un universo multidimensional (como en el caso de la teor�a de las supercuerdas) podr�a arrojar su sombra a un espacio tridimensional, tal como el que tratamos de comprender mediante las herramientas de la ciencia.
Si la teor�a es correcta, cada objeto y organismo en este mundo no ser�a m�s que una representaci�n grosera y voluminosa de objetos y organismos en universos m�s �reales�. Tal vez coincidiendo con tales conceptos, la existencia de una mente extracorp�rea encontrar�a la soluci�n ideal si tomamos en cuenta que podemos recordar sucesos de nuestra infancia aunque los �tomos de nuestro cerebro se hayan recambiado cientos de veces a trav�s de la vida. �Ni un solo �tomo de los que conforman su cuerpo hoy, estuvieron all� cuando ese evento se llev� a cabo� expone Dawkins acerca de la paradoja de la memoria.
Steve Grand, autor de �Creaci�n: la vida y como hacerla�, argumenta que �la materia fluye de un lugar a otro y se re�ne moment�neamente para que usted sea usted. Por lo tanto usted no es el material del que est� hecho�. Esto podr�a implicar que nuestro verdadero cuerpo se encuentra en un espacio que no podemos comprender, y una suerte de cuerpo virtual, un mero envase mutable, se hallar�a en esto que confiadamente llamamos realidad.
�Realidad, no es una palabra que debemos utilizar con confianza� explica Dawkins. Nuestra realidad es aqu�lla en la que las rocas es materia s�lida. Pero, dice el acad�mico, �hay una inconfortable variedad de realidades�.
Publicado originalmente en La Gran �poca (China)