Posada actualmente en un cohete espacial Delta 2 en Cabo Ca�averal, se halla una nave espacial de nombre Kepler. Si todo va bien, el cohete despegar� sobre las 22:50 del viernes en un viaje que acabar� por propulsar a Kepler hasta una �rbita alrededor del Sol. Una vez ah�, la misi�n de la nave ser� descubrir planetas como la Tierra en lugares similares al de la Tierra, es decir, en las zonas ni demasiado fr�as ni demasiado calientes alrededor de estrellas donde puede existir el agua l�quida.
"No se trata de E.T., pero s� de la casa de E.T.� dijo William Borucki, un astr�nomo del centro Ames Research Center de la NASA de Moffett Field, California, que es el cient�fico que lidera el proyecto. Kepler, que recibe este nombre por el astr�nomo alem�n que en 1609 public� las leyes del movimiento de los planetas que ahora llevan su nombre, buscar� peque�as variaciones en la luz de las estrellas causadas por la existencia de planetas que pasan por delante de sus estrellas. El doctor Borucki y sus colegas dicen que Kepler podr�a encontrar docenas de planetas as�, en caso de que existan. El objetivo no es encontrar ning�n planeta en particular, sino descubrir cu�l es el nivel de rareza de planetas como la Tierra en el cosmos.
Jon Morse, director de astrof�sica de la oficina central de la NASA, se refiere a Kepler como el primer censista planetario.
La estrategia de Kepler consiste, en efecto, en buscar sombras de planetas. El n�cleo de la nave, que cuenta con un telescopio de 140 cm. de di�metro, es una c�mara digital de 95 millones de p�xeles.
Durante tres a�os y medio, el telescopio observar� la misma parcela de cielo, de alrededor de 10 grados, o 20 lunas llenas, en las constelaciones de Cygnus y Lyra. Har� una lectura de la luminosidad de 100.000 estrellas cada media hora, buscando las se�ales reveladoras de que un planeta cruza por delante de su estrella, un fen�meno conocido como tr�nsito.
Para detectar algo tan peque�o como la Tierra, las medidas deben hacerse con una precisi�n s�lo disponible en el espacio, lejos de las turbulencias atmosf�ricas que hacen que las estrellas centelleen y lejos de la Tierra, de manera que nuestro planeta no interfiera en la visi�n de otros mundos en sombra en esa parcela de cielo. Har�n falta por lo menos tres a�os �hasta el fin de la actual legislatura de Barack Obama- para que los astr�nomos sepan si Kepler ha encontrado alguna Tierra distante.
Si Kepler encuentra planetas, explica el doctor Borucki, la vida podr�a ser algo com�n en el universo. Los resultados indicar�n el camino de las misiones futuras dirigidas a captar im�genes en el universo de lo que Carl Sagan, el fallecido astr�nomo Cornell y cient�fico divulgador, llam� �p�lidos puntos azules�, y a la b�squeda de vida y, quiz� tambi�n, de inteligencia.
De cualquier modo, los resultados ser�n profundos. Si Kepler no lo consigue, significar� que la Tierra es realmente rara y que podr�amos ser la �nica vida existente en el universo y que nuestra soledad no ha hecho m�s que empezar. �Significar�a que podr�a no existir "Star Trek,"� dijo el doctor Borucki en una reciente conferencia de prensa.
La necesidad, de hecho incluso la posibilidad, de un censo planetario es un desarrollo reciente de la historia c�smica. No fue hasta 1995 que Michel Mayor y sus colegas detectaron el primer planeta que orbitaba alrededor de una estrella parecida al Sol, en el observatorio de Ginebra. En los a�os siguientes, ha habido un torrente de descubrimientos -actualmente son 340 y siguen aumentando- que han desconcertado a los astr�nomos y han atra�do la imaginaci�n de la gente.
"Lo que tenemos aqu� es una serie de planetas incre�blemente aleatoria y ca�tica�, dijo Debra Fischer de la San Francisco State University, una cazadora de planetas veterana que no forma parte del equipo de Kepler. Hasta el momento, ninguno de ellos cumple los requisitos para albergar vida y pocos de ellos residen en sistemas que se parezcan a nuestro propio sistema solar. Muchos de los primeros planetas descubiertos eran los llamados Jupiters calientes, gigantes de gas, movi�ndose alrededor de sus estrellas en pocos d�as, en �rbitas estrechas y abrasadoras.
La mayor�a de los planetas han sido descubiertos por el m�todo del balanceo, en el que se deduce la presencia de un planeta por la observaci�n del tir�n gravitacional al que lo somete su estrella cuando la �rbita. Cuanto m�s cerca est� un planeta de su estrella, maor es el tir�n y m�s f�cil es detectarlo.
El planeta exterior m�s peque�o que se ha descubierto tiene una masa tres veces superior a la de la Tierra. Se le conoce como MOA-2007-BLG-192-L b, aunque los astr�nomos todav�a no saben si su estrella es una estrella real o lo que se conoce como una enana marr�n.
El pasado verano, el Dr. Mayor anunci� que su equipo hab�a encontrado lo que se conoce como super Tierras c�lidas � con aproximadamente cuatro, siete y nueve veces la masa de la Tierra � orbitando a una distancia muy corta de una estrella conocida como HD 40307 en la constelaci�n Pictor. De hecho, el Dr. Mayor proclam� que seg�n sus datos en torno a un tercio de todas las estrellas similares al Sol albergan super Tierras o super Neptunos en �rbitas muy peque�as.
Todo esto no es m�s que un pr�logo. Los astr�nomos coinciden en que se trata de objetos extra�os. Aunque, tal como observ� Alan Boss de la Carnegie Institution de Washington, son f�ciles de observar por el m�todo del balanceo. El hecho de que est�n all� sugiere que muchos otros planetas de menor tama�o podr�an ser localizados en �rbitas mayores y por tanto m�s habitables.
La misi�n Kepler es un tributo a la perseverancia del Dr. Borucki, quien empez� a hacer esta propuesta a la NASA en los a�os 80, antes de que se hubiera descubierto ning�n planeta exterior, y continu� haciendo campa�a en este sentido. �ten�a verdadera fe�, coment� Boss.
Hubo que superar numerosos obst�culos t�cnicos antes de que Kepler llegara a poder realizarse. En particular, se requer�an detectores digitales muy precisos y sensibles, explic� James Fanson, del Jet Propulsion Laboratory, director del proyecto Kepler. Cuando el sistema solar es visto desde el exterior, la Tierra bloquea tan s�lo un 0,008 por ciento de la luz del Sol cuando pasa o �transita� por delante suyo�. Kepler se ha construido para detectar cambios en el brillo de tan s�lo un 0,002 por ciento, lo que equivale a una pulga interponi�ndose en el haz de luz de un faro de coche
Publicado originalmente en Gaceta (Espa�a)