�C�mo fue que los peque�os dinosaurios carn�voros, de a lo sumo un metro y medio de largo, llegaron a convertirse en animales herb�voros gigantescos, con un peso equivalente a 20 elefantes? La respuesta, que implica el estudio de millones de a�os de evoluci�n, acaba de dar con un punto clave. Se trata del Adeopapposaurus mognai, un dinosaurio de 200 millones de a�os de antig�edad cuyos restos f�siles encontr� d�as atr�s el equipo de paleont�logos del Museo de Ciencias Naturales de la UNSJ. El hallazgo se produjo en la localidad jachallera de Mogna y lo m�s valioso que tiene este animal es su pico, ya que agrega una nueva hip�tesis a las teor�as sobre su desarrollo.
Hasta ahora, lo que se manejaba en el campo cient�fico de todo el mundo era que los sauropodomorfos hab�an llegado a ser herb�voros gigantes gracias a tres elementos evolutivos clave: el desarrollo de piedras en el est�mago para triturar las fibras de los vegetales, los dientes adaptados para cortar esas fibras y el largo del cuello, que les permit�a alcanzar las plantas m�s altas. De hecho, Adeopapposaurus significa "lagarto que come lejos" en lat�n, por su cuello tan largo. Y mognai hace referencia al lugar donde se lo encontr�.
Lo que aporta este animal a lo que ya se sab�a es la evidencia de que empezaba a desarrollar un pico, algo que m�s adelante fue fundamental para su alimentaci�n. Y es justamente el modo de comer donde los paleont�logos ponen la lupa para entender los cambios en la morfolog�a de los animales. El Adeo es un animal primitivo en su grupo, por eso se supone que a partir de �l, los dinosaurios fueron desarrollando m�s a�n el pico, para poder cortar tallos y ramas dif�ciles.
Seg�n los cient�ficos de la UNSJ, este pico fue clave para garantizar el �xito en la evoluci�n y la expansi�n de estos dinosaurios, a diferencia de los que no desarrollaron pico largo.
Si bien dar con este f�sil fue producto de una de las exhaustivas campa�as de exploraci�n que emprende todos los a�os el equipo del museo, contaron con la ventaja del excelente estado de conservaci�n de los restos. Sobre todo los del cr�neo. La forma de los maxilares permiti� ver la "organizaci�n t�pica que se ve en un hueso cuando hay un ajuste de estructura c�rnea", explic� el paleont�logo Ricardo Mart�nez, al frente del hallazgo. El especialista dijo que la calidad de preservaci�n de los huesos del Adeo es pocas veces vista en los restos f�siles de todo el mundo.
Gracias a eso, adem�s, en el museo lograron reconstruir la imagen del animal y elaborar su corporizaci�n. Seg�n la descripci�n de los investigadores, "era cuadr�pedo, de cuello largo y cr�neo peque�o. Ocasionalmente pod�a levantarse y tripodar, es decir, levantar patas delanteras apoy�ndolas en un �rbol mientras se equilibraba con los miembros posteriores y la cola sobre el suelo. Era una estrategia para llegar m�s alto y alcanzar los brotes tiernos en la parte superior. No fue un animal extremadamente grande. Pudo haber alcanzado unos cuatro o cinco metros de largo, entre ejemplares adultos. Es factible que haya vivido en manadas. De esto no hay prueba directa. Se supone porque es una estrategia com�n entre los herb�voros de gran tama�o".
Por otro lado, haber encontrado estos restos tan bien conservados en Mogna (y no en Ischigualasto, cuyo suelo corresponde a sedimentos del Tri�sico) tambi�n es importante porque Adeopapposaurus es el primer hallazgo de dinosaurios del Jur�sico Inferior para toda Sudam�rica y Mogna es el primer ejemplo de Jur�sico en zona de precordillera. Por eso este descubrimiento e investigaci�n del museo y de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNSJ es fundamental para el mundo de la ciencia.
Publicado originalmente en Diario de Cuyo (Argentina)