De hecho, comportamientos varios en la amplia gama humana, han sido moldeados por la necesidad de que exista variedad a la hora de reproducirnos.
Nuestra especie se opone al incesto y se rige por el dicho que asegura que los opuestos se atraen, sin embargo, la ciencia hace mucho que ha estado investigando los mecanismos que conforman las bases que rigen la atracci�n sexual, ese inicio del camino hacia el emparejamiento: el impulso central de la evoluci�n.
�Junto a la supervivencia, la reproducci�n sexual marca el camino del desarrollo de las especies. Los genes cambian, se transforman y buscan un genoma que aporte el mayor beneficio a sus genes en su combinaci�n. Por ello la atracci�n de semejantes, biol�gicamente hablando, no deja beneficios�, explic� para El Caribe la neur�loga Amy Armentrout de la Universidad de Pittsburgh.
Ahora, en la conferencia anual de la Sociedad Europea para la Gen�tica Humana, que inici� en Viena, la profesora Maria da Gra�a Bicalho, directora del laboratorio de histocompatibilidad e inmunogen�tica de la Universidad de Paran�, en Brasil, asegur� que investigaciones han demostrado que las personas con una diversidad mayor en sus complejos de histocompatibilidad (MHC) tienden a gustarse m�s.
Es decir, mientras mayor variabilidad exista en la sangre de usted y su pareja, pues es posible que mayor atracci�n hayan sentido al conocerse.
�Se trata de una estrategia evolutiva que no es exclusiva de nuestras especie y que ha sido descubierta en otros vertebrados, especialmente en las hembras; mientras m�s similar sea su histocompatibilidad, menor ser� la atracci�n, es una forma de asegurar una reproducci�n saludable�, expres� la profesora durante la conferencia.
La doctora explic� que muchas de estas diferencias son emitidas en olores varios que afectan el nivel de atracci�n que sentimos hacia el sexo opuesto (o el mismo sexo, de acuerdo a su preferencia sexual). Bicalho y su equipo han estado estudiando la atracci�n sexual desde 1998 entre la poblaci�n brasile�a.
�Aunque lo natural es que estemos tentados a pensar que los humanos elegimos una pareja que se parezca a nosotros, biol�gicamente no es as�, nuestros genes nos han programado por mucho tiempo para que nos atraigan personas que sean disimilares a nosotros pues son estas diferencias las que aseguran una reproducci�n segura y sana�, explic�.
Los mejores hijos son de Padres diferentes
Dos grupos fueron creados para participar en el estudio, noventa parejas de casados y 152 parejas no controladas con las que iban a ser comparados.
�Notamos un patr�n que aparece en parejas oficiales, donde el nivel de disimilitud entre los MHC eran mucho mayores que en parejas creadas al azar, es decir, cuando la atracci�n ya ha sido afianzada con un compromiso para formar familia, se contaban muchas m�s diferencias�.
Este patr�n de discrepancias elimina la probabilidad de endogamia, o reproducci�n entre miembros de familia. �Las diferencias en nuestros genes y nuestra sangre son buenas, aumenta la variabilidad gen�tica del beb� y refuerza su sistema de defensa�.
La acci�n de una regi�n
La MHC es una regi�n gen�tica bastante grande que est� situada en el cromosoma 6 y que ha sido descubierta en la mayor parte de los vertebrados.
Estas mol�culas tienen un efecto significativo en las reacciones del sistema de inmunolog�a y tambi�n en el �xito reproductivo. Adem�s de ser una regi�n grande, cuentan los cient�ficos, tambi�n es sumamente diversa.
�En muchas investigaciones hemos visto que las parejas que tienen MHC similares, se tardan m�s en concebir y existe un tiempo mucho m�s largo entre nacimientos.
Deseamos comprender m�s estas combinaciones para mejorar los tratamientos de fertilidad entre parejas y comprender mejor el proceso de apareamiento desde la perspectiva evolutiva�, dijo la profesora.
Publicado originalmente en El Caribe (Rep�blica Dominicana)