Por Danny Ayala Hinojosa
Toda entidad gubernamental le pasa la factura a los ciudadanos tardeo temprano, temprano desde que el primer dolar de impuestos va a financiar costosas aventuras espaciales y tarde cuando el organismo cient�fico estatal a la larga produce m�s costos que beneficios. En el caso de la NASA las iniciativas han terminado con resultados mixtos: grandes avances y descubrimientos, y tambi�n tragedias y errores casi infantiles como la confusi�n de medidas inglesas y m�tricas o el olvido de un gui�n en el software de alguna sonda que propiciaron la p�rdida de costosos equpos cient�ficos perdidos en alg�n lugar del espacio.
Varios esc�ndalos han sucedido �ltimamente en las inmediaciones de la NASA, la p�rdida de documentos hist�ricos como son los videos del primer alunizaje y el esc�ndalo amoroso protagonizado por la astronauta Lisa Nowak acusada de intento de secuestro, agresi�n f�sica, intento de robo y destrucci�n de pruebas, que aunque problema personal al fin, compromete el sistema de valuaci�n de personal del organismo espacial.
Pero los problemas no son nuevos, la negligencia y burocratismo al interior de la NASA cost� la vida de las tripulaciones del Columbia y del Challenger, el burocratismo gubernamental de la agencia encarece la exploraci�n espacial llegando a inflar el costo de equipos y maquinarias que el sector privado produce hasta en un 10% del costo que asigna la NASA. El despilfarro en el que incurren las agencias gubernamentales han impulsado la construcci�n de la Estaci�n Internacional cuyo costo es mayor a cualquier beneficio obtenido y en la comunidad cient�fica apenas se considera "espacial". Por otro lado proyectos verdaderamente �tiles han sido dejados de lado como el mantenimiento del Hubble.
Cuando la guerra fr�a ha terminado hace d�cadas, los objetivos de la NASA parecen haberse diluidos y las verdaderas prioridades parecen haberse olvidado. Sin embargo es temprano para anunciar el declive de las agencias gubernamentales, pero s� es hora de considerar la delegaci�n de muchas funciones de la NASA a contratistas privados y en el caso de la investigaci�n cient�fica a las universidades y organismos cient�ficos privados que priorizan y administran mejor los recursos disponibles.
El sector privado ya hace una mejor labor en investigaci�n y construcci�n de naves y sat�lites, y a una fracci�n del costo logr� el despegue del SpaceShipOne, queda demostrado que bien podr�a concesionarse el desarrollo de veh�culos espaciales a contratistas privados. Siendo un poco observadores, yase le ha delegado al sector privado el transporte, terrestre y mar�timo de millones de pasajeros y millones de toneladas de carga cada a�o, la diferencia con los programas espaciales se reduce, gracias al capital y la tecnolog�a, a una cuesti�n de n�meros: mayor potencia, veh�culos ligeros, menos pasajeros, mas carga cient�fica por metro c�bico o por libra, menores costos en combustibles. El mercado encontrar� la forma, los medios, los proveedores, los recursos.
Por otra parte, la investigaci�n cient�fica bien podr�a ser liderada por centros universitarios que administren los distintos programas de diversos departamentos de los que ahora dispone la NASA. Peque�os grupos con mucha motivaci�n, con recursos disponibles gracias al m�rito y la trayectoria y resultados de los integrantes, pueden lograr muchos mas avances y coordinar mejor la colaboraci�n con otros centros que el pesado lastre burocr�tico en que se ha convertido la NASA. Losrecursos adem�s son mas f�ciles de fiscalizar, priorizar y orientar a programas �tiles liderados por peque�os centros que a leviatanes organizacionales.
Pero incluso el sector privado puede organizar estos centros de investigaci�n (de hecho los hace y el mercado sigue en expansi�n) o financiar las iniciativas p�blicas y privadas de investigaci�n. Las inversiones en los sectores de investigaci�n de vanguardia son de alto riesgo pero involucran grandes beneficios a largo plazo, no es de extra�ar entonces que los sectores mineros, de biotecnolog�a, ingenier�a de materiales, software, etc.ya han empezado a mostrar inter�s. No hay que olvidar tampoco a los capitalistas que a nivel particular muestran inter�s en financiar proyectos de investigaci�n por mero gusto por las ciencias.
En definitiva, ya puede estar pasando la �poca de las agencias gubernamentales de ciencia y tecnolog�a para dar paso a los centros, la industria y el financiamiento privado de los proyectos de ciencia y tecnolog�a de vanguardia.