En la pel�cula cada centro pol�tico y religioso del mundo es destruido sin piedad alguna. Parece que las emociones humanas para prosperar requieren de alg�n desastre. Algo semejante ocurre con la historia del cambio clim�tico.
En toda la prensa mundial -y, por supuesto, tambi�n en Espa�a- la noci�n de cambio clim�tico ha sido presentada como una especie de 2012. Este mes, a medida que nos acercamos al cl�max de la gran cumbre en Copenhague, donde los l�deres mundiales tienen que decidir una pol�tica para con el fen�meno, la histeria ha llegado a proporciones atemorizantes. En Espa�a, se interpretan canciones como: La Tierra se calienta. Los hielos se derriten. Y no es ciencia ficci�n. Bien, tal vez no sea ciencia ficci�n, pero por supuesto es ficci�n, creada a prop�sito por gente desinformada. Cuando este verano se remontaron las temperaturas, un destacado peri�dico de Madrid afirm� que el cambio clim�tico hab�a golpeado Espa�a. No explicaba por qu� el cambio no hab�a alcanzado el norte de Europa, donde las temperaturas segu�an fr�as.
Y ya que es una historia de desastre, hay que sacarle beneficio. Abran cualquier peri�dico y ver�n anuncios de productos para protegernos contra el cambio clim�tico, como si el cambio clim�tico fuera la gripe A. Por toda Espa�a, las instituciones que necesitan hacer dinero est�n ofreciendo cursos sobre cambio clim�tico. Tengo ante m� un anuncio de una instituci�n que est� ofreciendo diplomas para crear �expertos en cambio clim�tico�. Uno a bien seguro se pregunta: �y estos expertos qu� capacidades tendr�n cuando el cambio finalmente llegue?
Estas instituciones necesitadas de dinero est�n explotando al Gobierno para financiar cursos sobre el cambio. Esto por supuesto tambi�n es verdad para otros pa�ses. El cambio clim�tico es una de las industrias m�s pr�speras de hoy en d�a. Si alguien lo duda, deber�an considerar la carrera del ex vicepresidente Al Gore, quien se ha convertido en el primer s�perbillonario del cambio clim�tico, con propiedades personales que pasan de once cifras de d�lares. Solo en octubre, una de sus compa��as en California consigui� un contrato valorado en 560 millones de d�lares para construir dispositivos ahorradores de energ�a. El cambio clim�tico es por supuesto un muy buen negocio.
No es de sorprender que nos aseguren cada d�a que el cambio clim�tico realmente existe. �Pero ya est� aqu� el desastre? �Podemos creer un informe respaldado por el anterior Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan, alegando que �cada a�o el cambio clim�tico representa m�s de 300.000 personas muertas, 325 millones de personas gravemente afectadas, p�rdidas econ�micas de 125 mil millones de d�lares�? La verdad es que hay suficiente incertidumbre sobre el alcance del cambio clim�tico como para permitirnos dudar. Hay una gran variedad de opiniones entre los cient�ficos, como siempre ha ocurrido con tales asuntos en las �ltimas d�cadas. Por cada art�culo publicado sobre un desastre latente, hay otros sobre la falsedad de las alarmas. La prensa a menudo quiere desastres, porque vive del sensacionalismo. En una entrevista reciente en el Reino Unido, el jefe del Centro Internacional de Investigaci�n del �rtico, Syun-Ichi Akasofu, afirm�: �El �rtico siempre se ha expandido y contra�do. Pero la prensa siempre viene aqu� y nos pregunta: �Dir� algo sobre el desastre invernadero? Y yo digo: no hay desastre�.
Hace poco en la revista Science, un cient�fico arg��a que las alarmas sobre el aumento del nivel del oc�ano Atl�ntico eran falsas. La Coalici�n Nuevazelandesa de la Ciencia del Clima, que est� formada por 13 cient�ficos, afirma que la temperatura de Nueva Zelanda no es m�s alta ahora que lo fue en los a�os de 1800. Dicen que ha habido a�os calurosos y a�os fr�os desde mediados de los a�os 1800, y que la temperatura ha experimentado un aumento anual casi imperceptible. Podemos as� seguir citando muchos testimonios, que demuestran que hay suficientes diferencias de opini�n, como para llegar a tener dudas, no necesariamente sobre el cambio sino sobre su grado y su significado.
La semana pasada, un informe en la revista Nature, citado en EL MUNDO, dijo que �aunque las consecuencias del cambio clim�tico podr�an llevar a pensar que atravesamos la �poca m�s c�lida de los �ltimos milenios, la temperatura del Polo Sur fue alrededor de seis grados cent�grados superior a la actual durante el �ltimo periodo c�lido, que tuvo lugar hace 125.000 a�os�. La larga �lista de cient�ficos oponi�ndose a la tendencia general de la valoraci�n cient�fica del calentamiento global�, que se puede consultar (en ingl�s) en internet, deber�a motivar a cualquiera a detenerse a pensar. En EEUU, 31.000 cient�ficos han puesto sus nombres en una declaraci�n que est� en desacuerdo con la ortodoxia oficial.
Sin embargo, como se�ala un cient�fico en el Daily Telegraph de Londres, �los cient�ficos est�n bajo una intensa presi�n para ajustarse al imperante paradigma del alarmismo clim�tico si desean recibir fondos para su investigaci�n�. Esto significa que incluso los cient�ficos se convierten en v�ctimas del negocio. Esta semana una serie de acontecimientos asombrosos han revelado c�mo algunos cient�ficos parecen estar retocando los resultados de sus investigaciones para coincidir con los puntos de vista de aquellos que les financian. Como informa el New York Times esta semana: �Cientos de e-mails privados y documentos robados de un servidor en una universidad brit�nica han conducido a afirmar que cient�ficos del clima conspiraban para exagerar la influencia humana en el cambio clim�tico�. Uno de ellos confiesa en uno de los e-mails: �De momento, lo que falta es el calentamiento global�.
LA MAYOR�A de cient�ficos est�n de acuerdo en que se ha producido un aumento de la concentraci�n de CO2 en la atmosfera de la tierra, y que este aumento puede tener graves consecuencias. Pero no es tan f�cil tratar el asunto con eficacia. Ese es el principal problema al que se enfrentan las naciones que estar�n representadas en la conferencia de Copenhague. Haci�ndole justicia, Obama se da cuenta de que la acci�n debe ser real y no ficticia. Durante la hist�rica visita a China en noviembre, tanto Barack Obama como el presidente de China, Hu Jintao, dejaron claro que no podr�n alcanzar un acuerdo en Copenhague para reducir las emisiones de gases invernadero. EEUU y China son los dos mayores contaminadores. Sin ellos no es posible acuerdo alguno.
Publicado completamente en El Mundo (Espa�a)