Los neurocient�ficos se exprimen al m�ximo el �rgano cuyo funcionamiento quieren desentra�ar y buscan m�todos de investigaci�n que les revelen las verdades que el cerebro se resiste a contarles. Los resultados de tanto esfuerzo van emergiendo y, al menos para los profanos en la materia, algunos avances resultan espectaculares. La revista"Science" dedicaba recientemente un suplemento especial a las herramientas y las corrientes de investigaci�n m�s prometedoras. Basten unos cuantos ejemplos:
El lugar de la memoria. �Los recuerdos se guardan de forma aleatoria o existen mecanismos espec�ficos que determinan a qu� lugar va a parar cada pedazo de memoria dentro de una red neuronal? Los �ltimos hallazgos se inclinan por la segunda opci�n. Por otro lado, se cree que existe un proceso de competencia que mantiene constante el n�mero de neuronas que codifican cada recuerdo. As�, si se produce la muerte de algunas de esas c�lulas, inmediatamente surgen otras que las sustituyen, evitando que se pierda el valioso contenido que atesoran. Este campo de estudio puede ayudar a entender mejor las patolog�as relacionadas con la memoria.
Neuroimagen. Tecnolog�as como la Tomograf�a por Emisi�n de Positrones (PET) o la Resonancia Magn�tica (RM) funcional han permitido trazar un mapa de las �reas cerebrales y clasificarlas seg�n su funcionalidad y las conexiones que establecen entre s�. Estas t�cnicas sirven para visualizar las distintas zonas que se activan con la realizaci�n de una tarea determinada, as� como para observar los da�os que causan las enfermedades neurodegenerativas o la esquizofrenia.
Biomarcadores. Los f�rmacos actualmente disponibles frente al Alzheimer proporcionan mejoras muy modestas de la memoria. Las compa��as y grupos de investigaci�n interesados en desarrollar nuevas armas terap�uticas tienen que superar un escollo importante: no existen procedimientos que permitan diagnosticar el trastorno con plenas garant�as. Tan s�lo puede hacerse mediante estudios post mortem. Por eso, en un ensayo cl�nico con 1.000 participantes, lo m�s probable es que al menos un 10% no tenga la patolog�a.
En estas condiciones, probar la eficacia de un medicamento se hace muy cuesta arriba. Por eso, los neurocient�ficos se han volcado en el desarrollo de biomarcadores que determinen de forma m�s exacta qui�n est� afectado. De paso, los frutos de estos an�lisis pueden aportar las claves para detectar el problema en sus etapas iniciales, es decir, antes de que un deterioro cognitivo leve se convierta en una demencia. El l�quido cefalorraqu�deo, que ba�a el cerebro y la m�dula espinal, es una de las posibles fuentes de informaci�n. Se ha observado que en los enfermos de Alzheimer este fluido contiene menores niveles de una prote�na implicada en el desarrollo de la dolencia.
El poder de la luz. La combinaci�n de elementos �pticos y gen�ticos ha dado lugar a la denominada optogen�tica. Se trata de dispositivos que sirven para controlar la funci�n de grupos de c�lulas. Se emplean en animales modificados gen�ticamente para que algunas de sus neuronas (las que m�s interesen en cada estudio concreto) se estimulen cuando se aplica luz. Este sistema permite, entre otras cosas, manipular el comportamiento sin emplear t�cnicas invasivas.
Grandes descubrimientosTodas estas l�neas de trabajo �y muchas otras igualmente apasionantes� est�n ampliando los horizontes neurocient�ficos. Ha habido grandes descubrimientos y el futuro vendr� cargado de novedades. �Es m�s lo que se ha avanzado o lo que queda por recorrer? En opini�n de Ignacio Torres, director del Instituto Cajal de Madrid, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Cient�ficas (CSIC), "tenemos mucha informaci�n en forma de parches, pero no una visi�n global".
Por ejemplo, se ha desentra�ado el funcionamiento de las capacidades sensoriales y se han sentado las bases celulares del aprendizaje y la memoria. Ahora bien, cuando se trata de describir estos procesos en su conjunto, las certezas disminuyen. �La memoria se distribuye por todo el cerebro o s�lo se localiza en una zona?
Torres cree que "hace falta una teor�a del todo como la que persiguen los f�sicos". No obstante, no cree que se vaya a generar en un futuro pr�ximo. "Ellos la encontrar�n antes; est�n m�s avanzados que nosotros", asevera.
El director del Instituto de Neurociencias de Alicante (dependiente del CSIC y de la Universidad Miguel Hern�ndez), Juan Lerma, asegura que "queda todo por descubrir". Aclara, no obstante, que "es mucho lo que se sabe". El sistema nervioso central constituye, seg�n explica, "uno de los �rganos m�s dif�ciles de estudiar". Por eso, el experto considera que "el cerebro sigue siendo un gran desconocido".
Se han estudiado las distintas partes a nivel celular y uno de los siguientes pasos ser� abordado por el proyecto conectoma, que viene a ser el equivalente en neurociencias de la secuenciaci�n del genoma humano. El objetivo es averiguar c�mo se comunican las neuronas. Para ello, las t�cnicas de biolog�a molecular constituyen la mejor herramienta.
Otro gran desaf�o son las patolog�as neurodegenerativas. En el caso del Alzheimer, el escaso efecto de los f�rmacos dise�ados para tratarlo ha elevado a la categor�a de urgente el conocimiento de los mecanismos que lo desencadenan. Incluso, se est�n poniendo en duda algunas de las nociones que se daban por asentadas. Una de las teor�as que cuenta con un n�mero creciente de partidarios es la metab�lica, seg�n la cual estas dolencias se deben a una falta de aporte energ�tico.