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Un ordenador y una conexi�n a internet es todo lo que necesita el hombre del siglo XXI para controlar su vida. Sentado frente a una pantalla puede trabajar, conseguir comida, jugar al solitario o incluso encontrar pareja, si uno juega bien sus cartas. Todo lo que hace unos a�os requer�a tiempo y esfuerzo ahora est� a s�lo un click de distancia. Sin embargo, las mismas comodidades que han permitido al hombre de la sociedad digital dar un salto en su calidad de vida le han hecho esclavo de un nuevo mundo gobernado por la tecnolog�a. Vivir en un entorno automatizado ha convertido al ser humano en un animal avocado al sedentarismo, principio y final de todas las enfermedades que amenazan su existencia.

Hipertensi�n, diabetes y obesidad son ahora los principales depredadores de nuestra especie, que contempla como su organismo, heredado del hombre de las cavernas, no ha sabido sincronizar su evoluci�n f�sica con la revoluci�n social que ha transformado su entorno. El cuerpo humano ha dicho basta. Ya no necesita consumir grandes cantidades de comida para afrontar el desgaste f�sico diario. La capacidad innata para cicatrizar r�pido las heridas se ha vuelto en su contra y ahora amenaza con provocar ictus y ataques al coraz�n. Adem�s, la facilidad con la que se puede conseguir comida convierte en innecesarias las ocho horas de sue�o que pide el organismo.

Mejora humana

La gen�tica podr�a ser la clave para actualizar este desfase evolutivo. Al menos as� opinan dos de los m�ximos responsables del Instituto del Futuro de la Humanidad de la Universidad de Oxford, Nick Brostom y Anders Sandberg, principales defensores de la eugenesia, en la actualidad rebautizada como �t�cnicas de mejoramiento humano�. 

Seg�n estos dos �gur�s� de la gen�tica del futuro, los avances en este campo podr�an permitir al hombre moderno pisar el acelerador en la carrera evolutiva y allanar el camino a la aparici�n del �Homo Sapiens 2.0�. Como si de una actualizaci�n de �software� se tratase, la gen�tica permitir�a reprogramar al ser humano para que necesitara dormir y comer menos, tuviese una mayor capacidad de concentraci�n y pudiera nacer sin predisposiciones gen�ticas a determinadas enfermedades.

La idea no es descabellada, pero la ciencia a�n tiene un largo camino que recorrer hasta alcanzar esta meta. �El ser humano ha ido evolucionando lentamente a lo largo de los siglos gracias a la selecci�n natural. La manipulaci�n gen�tica ser�a una manera de acelerar este proceso y dirigirlo hacia donde m�s nos interese�, explic� a este semanario Salvador Macip, cient�fico espa�ol que ha investigado las posibilidades de la gen�tica durante casi diez a�os en el Hospital Monte Sina� de Nueva York.

Sin embargo, este especialista recuerda que la manipulaci�n gen�tica, una t�cnica que ya se emplea para conseguir cultivos resistentes al fr�o o animales con los que desarrollar nuevas vacunas, �est� prohibida en los humanos y, por el momento, ning�n laboratorio trabaja en este sentido�.

Evitar dolencias

�Otra cosa bien distinta �se�ala este experto� es la selecci�n de embriones, algo t�cnicamente factible que se est� utilizando en todo el mundo para evitar que un beb� concebido por inseminaci�n �in vitro� nazca con enfermedades hereditarias graves�. 

Este tipo de intervenciones se engloban dentro de la llamada �eugenesia negativa�, que persigue �mejorar� el cuerpo humano suprimiendo o modificando defectos gen�ticos. La pol�mica surge al hablar de �eugenesia positiva�, aquella que plantea la posibilidad de que los padres puedan elegir los rasgos f�sicos y psicol�gicos de sus hijos sin razones terap�uticas. 

Sobre esta opci�n, el profesor Shaun Cowley, experto en Biolog�a Molecular de la Universidad de Leicester (Reino Unido) es taxativo: �La selecci�n positiva de rasgos gen�ticos como la altura o el color de ojos es, adem�s de ilegal, todav�a t�cnicamente inviable, ya que estas caracter�sticas dependen de la interacci�n simult�nea de muchos genes�. 
No obstante, apunta Cowley, la experiencia con la fecundaci�n �in vitro� ha demostrado que, desde el punto de vista cient�fico y al margen de los fines que se persiga, �es posible elegir el sexo del beb�, ya que s�lo depende de dos factores: los cromosomas X e Y�.

Este tipo de intervenciones ser�an s�lo la punta del iceberg, teniendo en cuenta las posibilidades que puede ofrecer en un futuro la Gen�tica. En esta l�nea avanza el Proyecto Genoma Humano, que ha tardado 15 a�os en dibujar el mapa completo del ADN pero que ahora, con gran parte del camino andado, espera descifrar esa informaci�n y averiguar c�mo sacarle beneficio en mucho menos tiempo.

Uso m�s que terap�utico

A juicio de Fernando Abell�n, autor del libro �Selecci�n gen�tica de embriones, entre la libertad reproductiva y la eugenesia�, los avances en este sentido �piden abrir el debate social sobre las ventajas y peligros del mejoramiento humano�. 

Abell�n a�ade que, �en alg�n momento la ciencia se va a encontrar con unas posibilidades de decisi�n que van a ir m�s all� de lo meramente terap�utico y es ah� �dice el experto� donde va a ser preciso modificar algunas normas, como el C�digo Penal espa�ol, que castiga, por ejemplo, la alteraci�n del genotipo con penas de entre dos y seis a�os de c�rcel�.
El fantasma de la eugenesia practicada como pol�tica de Estado por el r�gimen nazi ya es cosa del pasado. Seg�n este abogado experto en medicina evolucionista, �los juicios de Nuremberg, donde se conden� a los cabecillas del r�gimen nacionalsocialista, dejaron claro que, en investigaci�n, el fin no justifica los medios�.

Sociedad �Gattaca�

Otro de los reparos que surgen al pensar en �mejorar� al ser humano parte del miedo a que, de la uni�n del dinero y la ciencia, nazca una ��lite gen�tica� que lidere la que se podr�a denominar sociedad �Gattaca�, en honor a la pel�cula de 1997 dirigida por Andrew Niccol. En ella, los rasgos f�sicos y mentales de los individuos eran seleccionados desde el nacimiento, limitando el futuro de aquellos a quienes sus padres no pudieron o quisieron costear los tratamientos.

Otros pensadores alertan del peligro de que los cient�ficos �jueguen a ser Dios�,  atrevi�ndose incluso a cambiar la esencia del ser humano dot�ndole de capacidades impropias de su especie, como por ejemplo leer la mente.

No es el caso del presidente de la Sociedad Espa�ola de Medicina Gen�mica, Ram�n Cacabelos,  a quien no le cabe ninguna duda: �El principal obst�culo con el que se encuentra estos avances es el desconocimiento o falta de sensibilidad a estas f�rmulas de progreso para la poblaci�n�. �La historia de la ciencia nos ense�a que, desde que se realiza un descubrimiento revolucionario hasta que �ste es admitido por la comunidad m�dica y las autoridades sanitarias, suelen pasar de 10 a 15 a�os�, coment�. �Quiz� el vertiginoso progreso de la ciencia actual debiera acortar un poco esta insensibilidad o miedo al progreso, porque con ello �opina Cacabelos� perjudicamos el avance de la ciencia y la aplicaci�n de nuevos procedimientos en beneficio de la poblaci�n�.

Publicado originalmente en La Raz�n (Espa�a)