Pero seg�n dijo un funcionario de alta jerarqu�a del Ministerio Econom�a y Finanzas al peri�dico local Capital, en el Imperio Romano no hubo inflaci�n porque no se usaba papel moneda, sino solo monedas.
Veamos lo que realmente sucedi�. Hasta no hace mucho, todas las monedas ten�an un contenido de metal valioso como el oro o la plata. Y su valor en el mercado �lo que pod�as comprar con cada moneda� depend�a de su contenido met�lico.
Cuando el denario (nombre de una moneda romana) se crea en la �poca de la Rep�blica Romana dos siglos antes de Cristo, su contenido en plata equival�a al 95% del peso de la moneda. Esta proporci�n se mantuvo durante casi 300 a�os. Luego Ner�n, durante una administraci�n legendaria por sus desastres, empez� a degradar el contenido met�lico del denario.
La clave era que al acu�ar las monedas, se usara menos plata y m�s de otra aleaci�n, como el bronce, para mantener su peso y tama�o original. De esa manera, con la misma cantidad de plata original, se pod�an hacer m�s monedas con un mismo valor de cara. El nombre o valor nominal de la moneda, en este caso �un denario�, se manten�a, aparentando tener el mismo valor que antes. A esto se le llama se�oreaje, una ganancia fraudulenta al acu�ar monedas. Te dicen que te dan un denario, y en realidad, te dan 75% de un denario en t�rminos del contenido de plata.
Esto significa que hab�a m�s denarios circulando, paro una misma cantidad de plata base. Por ejemplo, mientras que el pan antes costaba 1 denario, ahora costar�a 1 denario y un cuarto de denario. Pero, claro est�, en t�rminos de plata (el metal), seguir�a siendo el mismo precio.
Para finales del siglo tres, durante el gobierno de Diocleciano, el denario hab�a desaparecido como tal y consist�a en una moneda de bronce ba�ada en plata, y por ello, los precios de todos los productos escalaban en t�rminos de denarios. Esto llev� a Diocleciano a promulgar su edicto de precios m�ximos. Por supuesto, el chivo expiatorio fueron los comerciantes, que en su avaricia segu�an subiendo los precios, y no la degradaci�n del contenido met�lico de las monedas que multiplica la masa monetaria.
Los precios sub�an porque se hab�a �inflado� el n�mero de monedas con una misma cantidad de metal base. Recordemos que cuando todos los precios suben, lo que vemos es una consecuencia de la inflaci�n. Lo que se infla es la moneda o circulante, no los precios. Los precios simplemente responden a la nueva cantidad de masa monetaria.
Seg�n el historiador Joseph Peden, durante la �poca de Diocleciano, una libra romana de oro costaba 50.000 denarios. 37 a�os despu�s, cuando muere el emperador Constantino, se requer�an 20 millones de denarios. Estos fueron los primeros episodios de inflaci�n masiva y ni siquiera hab�a papelitos.
Si bien, se puede argumentar que el impacto inflacionario de la acu�aci�n de 80 millones de balboas ser� peque�o (80 millones en comparaci�n con la masa monetaria del pa�s es poco), lo que se pierde de vista es que se est� sentando un precedente peligroso para el pa�s. Esta pol�tica estira la costura, cerca del punto de quiebra, de una instituci�n que en Panam� lleva m�s de un siglo: la estabilidad monetaria y la falta de banco central.
Si queremos ayudar al comercio y fortalecer la econom�a, requerimos una estabilidad monetaria a�n mayor. El d�lar cada d�a se debilita m�s y sus prospectos a largo plazo son malos. Lo que se necesita es una moneda fiable, y esas son aquellas que tienen un respaldo en un 100% de una materia. �Por qu� no un balboa respaldado en oro o plata? �Por qu� no monedas y billetes con respaldo emitidos por bancos o entes privados?
Diego E. Quijaron Dur�n es economista y miembro de la Junta Directiva del Instituto de Estudios para una Sociedad Abierta (Panam�).