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�Qui�n era realmente Salvador Allende?Por Juan Carlos Girauta
Esta es, textualmente, la enigm�tica pregunta que un d�a le hizo Simon Wiesenthal, el c�lebre cazador de nazis, a V�ctor Far�as, fil�sofo, historiador, Catedr�tico de la Freie Universitat de Berl�n, acad�mico en Estados Unidos y Argentina. Publicado: Lunes, 14/6/2010 - 22:30 | 3546 visitas.
| | Salvador Allende Gossens Imagen: Agencias / Internet
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V�ctor Far�as est� a punto de regresar a su Chile natal despu�s de cuarenta fruct�feros a�os en Alemania, donde fue alumno dilecto de Heidegger. Con el tiempo, acabar�a profundizando en las conexiones de la filosof�a de su maestro -y del maestro mismo- con el nacionalsocialismo; Heidegger y el nazismo se convirti� en un acontecimiento editorial e intelectual tras permanecer cinco a�os in�dito. Temor editorial, algo a lo que el autor est� acostumbrado: veinticinco a�os tuvo que esperar a la imprenta La izquierda chilena. Mucho menos ha tardado su �ltima obra, Salvador Allende. Antisemitismo y Eutanasia, a pesar del rechazo de su editorial, Seix Barral, y tambi�n de Planeta, que lo consideraron �un libro estupendo, pero impublicable�. Lo mismo que otras catorce editoriales.
Quien sienta alg�n afecto por la figura de Salvador Allende, es decir, toda la izquierda, est� a punto de encontrarse con una desagradable sorpresa, por decirlo suavemente. Recordar�n al ex presidente socialista de Chile como el revolucionario m�rtir que tantos j�venes lloramos en los a�os setenta ante las estremecedoras escenas finales de La batalla de Chile, aquella pel�cula inacabable que hab�a que ver por trozos. En realidad fue un convencido antisemita, un defensor de la predeterminaci�n gen�tica de los delincuentes que extendi� su racismo a �rabes y gitanos, consider� que los revolucionarios eran psic�patas peligrosos que hab�a que tratar como enfermos mentales, propugn� la penalizaci�n de la transmisi�n de enfermedades ven�reas y defendi� la esterilizaci�n de los alienados mentales. Ideas rechazadas por la opini�n p�blica mundial en pleno, con una sola excepci�n: la Alemania nazi. Porque Allende defend�a estas posturas precisamente en los a�os treinta.
Lo tiene muy dif�cil quien intente negar estos extremos; el mismo Allende lo dej� todo escrito en dos piezas que se han mantenido ocultas hasta hoy y que Far�as ha rescatado. Se trata de Higiene mental y delincuencia, la memoria o tesis que Allende present� en la Universidad de Chile en 1933 para obtener el t�tulo de M�dico Cirujano, y el Proyecto de Ley que elabor� siendo ministro de Salubridad del gobierno del Frente Popular (1939-1941) de Pedro Aguirre Cerda. Proyecto que no lleg� al parlamento por el rechazo de la sociedad en general y de la clase m�dica en particular, destacando la oposici�n frontal de las primeras autoridades del momento en psiquiatr�a y gen�tica, los doctores Vila y Cubillos.
En declaraciones al diario La Naci�n, Allende explic� su proyecto como �un tr�pode legislativo en defensa de la raza�: tratamiento obligatorio de las toxicoman�as, de las enfermedades ven�reas -�transformando en delito su contagio�- y �esterilizaci�n de los alienados mentales�. Allende preve�a la creaci�n de un Tribunal de Esterilizaci�n, inaccesible a la familia del enfermo y competente para dictar sentencias inapelables. Leemos en el Art�culo 23 que �todas las resoluciones que dicten los tribunales de esterilizaci�n (...) se llevar�n a efecto, en caso de resistencia, con el auxilio de la fuerza p�blica�. Far�as subraya las �incre�bles analog�as entre el proyecto nazi y el de Salvador Allende�, entre la Ley de Esterilizaci�n del chileno y la �Ley para precaver una descendencia con taras hereditarias� dictada por el Tercer Reich en 1933. El n�mero y tipo de enfermedades que ambas normas recogen son id�nticos; contienen cap�tulos casi iguales. En cuanto a las diferencias, es m�s duro Allende: la esterilizaci�n de los alcoh�licos cr�nicos es obligatoria en el proyecto chileno, no en la ley alemana.
Pero dejemos hablar al Allende de Higiene mental y delincuencia: �Los hebreos se caracterizan por determinadas formas de delito: estafa, falsedad, calumnia y, sobre todo, la usura�. Refiri�ndose a los revolucionarios, destaca �la influencia perniciosa que sobre las masas pueda ejercer un individuo en apariencia normal y que, en realidad, al estudiarlo nos demostrar�a pertenecer a un grupo determinado de trastornos mentales (...) este tipo de trastornos colectivos tienen a veces caracteres epidemiol�gicos, y es por eso que cuando estallan movimientos revolucionarios en ciertos pa�ses, �stos se propagan con incre�ble rapidez a los estados vecinos.� Curioso pensamiento para un declarado marxista.
En una reciente entrevista para el diario La Segunda, Far�as se�ala que �En Chile hubo y hay una gran cantidad de antijud�os. Lo incre�ble es que mientras los l�deres nazistas Gonz�lez von Mar�es, Carlos S�ller y Tom�s Allende, el padre de la escritora Isabel Allende, afirman que los jud�os son un da�o, pero reconocen la pluralidad de las razas, en su Memoria Allende se muestra como antisemita en el sentido biol�gico�.
No es extra�o que quien defend�a las tesis del determinismo racial, la gen�tica del delito para jud�os, �rabes y gitanos, quien comulgaba con la eugenesia negativa de los nazis, acabara protegiendo en los a�os setenta, siendo ya Presidente, al criminal de guerra nazi Walter Rauff, residente en Chile. La denuncia procede directamente de Wiesenthal. �l puso a V�ctor Far�as sobre la pista cuando lo abord�, tras recibir el Gran Collar de la RFA, con la pregunta que nos sirve de t�tulo: �Qui�n era realmente Salvador Allende? La respuesta la hemos ido viendo, y se completa contestando a otra pregunta: �Qui�n era Walter Rauff, el protegido de la Unidad Popular?
Walter Rauff fue el inventor del sistema de exterminio con camiones de gas y, por tanto, el responsable de la muerte de medio mill�n de personas en Auschwitz, un criminal despiadado que asesin� �pr�cticamente con sus propias manos�, explica Far�as, a m�s de cien mil personas. Simon Wiesenthal deseaba para Rauff un final similar al de Adolf Eichmann. Por eso escribi� al presidente socialista narrando las atrocidades del criminal de guerra que su pa�s acog�a. En respuesta, Wiesenthal recibi� �una carta fr�a�. Hubo m�s cartas in�tiles. El cazador de nazis autoriz� a Far�as a publicarlas. Aparecieron en el ep�logo de Nazis en Chile, desencadenando una agria pol�mica entre el fil�sofo y la hija de Allende, Isabel.
Que decida el lector si hay relaci�n entre esas dos sombras en la biograf�a de Salvador Allende: la que se cierne sobre el m�dico y ministro de los a�os treinta, la que anubla al presidente de los setenta, �poca en que se forj� el poderoso icono del progresismo. Entre el racista de Higiene mental y delincuencia, pronto ministro responsable de una Ley de Esterilizaci�n calcada de la legislaci�n nazi que estaba siendo aplicada en Alemania, y el presidente de la Unidad Popular que entristece y decepciona a Simon Wiesenthal, sembrando la sospecha.
�Qui�n era realmente Salvador Allende? -pregunt� Wiesenthal a V�ctor Far�as, invit�ndole t�citamente a investigar. Pero si es tan conocido...
No, no. D�jeme contarle: Yo le escrib� a Allende relat�ndole las atrocidades del criminal de guerra Walter Rauff, residente en Chile.
�Y qu� le respondi�?
Recib� una carta fr�a. Como Salvador era un icono en el mundo entero, una v�ctima, lo dej� ah�. Pero quiz�s usted me pueda ayudar. �C�mo? Me podr�a ayudar a buscar las cartas, porque las perd�.
Parece evidente que si Wiesenthal quer�a que Far�as le ayudara es porque cre�a que la negativa de Allende a entregar a Rauff deb�a acreditarse en el futuro. El fil�sofo chileno tard� varios a�os, pero encontr� al fin la correspondencia. Una carta dorm�a en un archivo italiano, otra en Austria... Y entonces se puso en contacto con Wiesenthal:
�Puedo publicarlas? S�, aunque es triste.
Las cartas vieron la luz en el ep�logo de Nazis en Chile. Y, efectivamente, fue muy triste, porque revelaban, en palabras de Far�as, �la verdadera identidad hist�rica� de Allende, el l�der que se hizo fuerte en el Palacio de la Moneda, que muri� tras dejar grabado un mensaje cuya audici�n todav�a nos estremece. La publicaci�n indign� a la hija del m�rtir, Isabel, quien, �muy alterada�, le grit� a Far�as al tel�fono: ��Mi pap� no es nazi!� �l respondi� que su padre, que se proclam� revolucionario, se hab�a negado a entregar a un criminal de guerra, y de paso apunt� a �dos personalidades que (le) acompa�aron muy de cerca en su itinerario pol�tico: Eduardo Novoa Monreal y Enrique Shepeler�.
Sabemos que en 1972 le pidi� Wiesenthal por primera vez al presidente de Chile que iniciara los tr�mites oportunos para procesar a Walter Rauff o, m�s exactamente, para reabrir el proceso contra �l. En 1963, la Corte Chilena hab�a zanjado el asunto invocando la prescripci�n de los delitos imputados. Seg�n el tribunal, el paso de treinta a�os imped�a cualquier actuaci�n penal. Wiesenthal esgrimi� ante Allende lo que todos sabemos, que los cr�menes contra la Humanidad no prescriben. Pero no se limita a invocar el principio general, sino que se pone en la tesitura de recordarle al presidente de Chile la legislaci�n internacional firmada por su pa�s, y cita hasta tres tratados: de 1948, de 1952 y de 1970. Estas normas, que vinculan a Chile, recogen con claridad la no prescripci�n de los cr�menes contra la Humanidad y la primac�a, en estos asuntos, de la justicia internacional sobre la nacional. La conclusi�n es inevitable: Allende incumple a conciencia tratados vigentes.
A Wiesenthal le parece incre�ble que el socialista no acepte tan s�lida argumentaci�n, que mienta, que afirme que definitivamente no es posible actuar contra Rauff porque hay que acatar las resoluciones de la justicia chilena. Como afirma Far�as, �Salvador Allende asume la doctrina anterior a N�remberg, por lo tanto, de facto, defiende la posici�n de un criminal de guerra terrible�, o bien �Se trata de un encubrimiento de uno de los peores criminales de guerra que conoce la humanidad.�
No s�lo cae un mito �otro- de la izquierda, tambi�n hay que enfrentarse a una monstruosa simetr�a: los argumentos que infructuosamente repite en sus cartas Wiesenthal son exactamente los mismos que se emplean en el juicio elevado por Baltasar Garz�n y Joan Garc�s, el abogado valenciano que se entrevist� con su correligionario Allende en la Moneda el 11 de septiembre de 1973, unas horas antes de la muerte del presidente, y que un cuarto de siglo despu�s consigui� que el juez Evans dictara orden de detenci�n contra Pinochet a petici�n de Garz�n.
Si nos felicitamos por las actuaciones contra Pinochet, no podemos justificar a un Allende que ignora la misma fundamentaci�n para librar de castigo a Rauff, que hab�a matado ciento cincuenta veces m�s que el dictador chileno. Si es que la contabilidad pinta algo en el asesinato masivo. Y si aceptamos las razones de Allende, no podemos defender el procesamiento de Pinochet. Escojan.
La pol�mica reavivar� m�s recuerdos inc�modos. Apunta Far�as, entrevistado en La Segunda el 18 de marzo de 2005, que existen otros �elementos biogr�ficos lamentables de Allende, como son los dineros que trata de obtener de forma subrepticia de la Alemania Democr�tica, o los grandes negocios con conocidos personajes del mundo econ�mico, como los Urenda de Valpara�so (...) Existen en �l desfases fundamentales, porque afirma que es uno de los fundadores del PS, junto con Grove y otros jerarcas, sobre la base del marxismo-leninismo, al mismo tiempo que escribe textos absolutamente antisemitas y se�ala a los revolucionarios como sic�patas (...) En la vida de Allende hay casi s�lo incoherencias�. Publicado originalmente en Liberalismo.org
Comentarios sobre el artículo | Ver todos | Comentario de: Tamara publicado el: 6/15/2010 5:10:48 AM | Far�as es un autor de libelos. Documentos originales e �ntegros desmienten las afirmaciones del libelista sobre Allende. Son accesibles en http://www.elclarin.cl/fpa/hemeroteca.html . Tamara | Comentario de: Jorge Guam�n publicado el: 7/5/2010 6:56:49 PM | Visito frecuentemente esta p�gina, ya que aqu� se encuentran excelentes art�culos recopilados de ciencia y tecnolog�a. Pero me entristece ver como se quiere desacreditar los hechos y la memoria de un gran hombre. Estoy muy seguro que Salvador fue y es mucho m�s hombre del que dirige este espacio online. Los extremos son malos, y parece que el se�or webmaster se encuentra en la extrema derecha. | Comentario de: francisco sanchez publicado el: 7/24/2010 12:33:04 PM | Se�ores:
'Por cierto que Allende fue un nacionalsocialista de principio a fin,lo que aumenta su gloria.Yo,soy nazi y digo que el presidente Allende ha sido lo m�s leal y digno de imitarse que ha tenido Chile,siendo el �nico que se atrevi� a tocar el imperialismo jud�o que opera a trav�s de su capataz,el p�simamente denominado imperialismo yanqui,cuando son los jud�os quienes mandan en USA y en todo el mundo.HEIIL,Salvador Allende,Heil,Hitler���� | Comentario de: Juan D�az publicado el: 6/16/2010 4:43:27 AM | Como ser humano contingente, no pudo ser sino un "hijo de su tiempo y destino", se co-implic� en la pol�mica ideol�gica previa al Nazismo, quiz�s demasiado imbu�do por sus lecciones en logias mas�nicas. Todo hombre tiene sus limitaciones y falencias, sus grandezas y miserias. Su errores lo hacen m�s entra�able, no amamos a una estatua de metal, sino al recuerdo vivo de un hombre que supo cambiar su "vieja mirada decimon�nica" por la consecuencia democr�tica y socialista. No es bueno argumentar "ad hominem". Por otro lado, �no era ya suficiente con matar al Presidente, que ahora se quiere asesinar su memoria? Finalmente, se equivocan si piensan que un Pueblo sin ideales, sin utopias humanas,
sin lideres hondamente amados es un pueblo m�s "gobernable". Cambien la mirada: vean los discursos completos, de Allende, y en su contexto. Vean su amor por los ni�os en los consultorios, por los trabajadores, y sus di�logos en las universidades. | Ver todos |
Enlaces a sitios | | | �Al�grate el d�a! Recibe gratis en tu correo las efem�rides hist�ricas del d�a, los datos m�s sorprendentes y mucho m�s. Idioma: Espa�ol / Spanish; Castilian | A Priori - History Directory Searchable directory of resources and educational material. Idioma: English / English | Ancient Civilizations - Tracing the Past Offers a summary of several ancient historical topics and cultures. Idioma: English / English | Ancient History Resources Annotated directory features resources for the study of the ancient world. Contains search engines, directories, texts, and reference tools. Idioma: English / English | Ancient Worlds Includes information on several ancient civilizations as well as message forums. Additional features are available to subscribers. Idioma: English / English | Antigua - Historia y Arqueolog�a de las Civilizaciones Estudios, monograf�as, textos, im�genes y recursos relacionados con esta etapa de la humanidad. Idioma: Espa�ol / Spanish; Castilian | Antiquity Online Electronic text chapters describe ancient people philosophy on religion, power, and philosophy. Time line covers the period from the rise of agriculture to the early middle ages. Idioma: English / English | Archivo de la Frontera Banco de recursos hist�ricos distribuido por �reas geogr�ficas. Idioma: Espa�ol / Spanish; Castilian | Artehistoria Biograf�as de personajes hist�ricos, galer�a de grandes maestros de la pintura y foros de participaci�n para los amantes de la historia y el arte Idioma: Espa�ol / Spanish; Castilian | ArteHistoria.com Contiene art�culos, noticias, comentarios de revistas, cr�nicas, foros de discusi�n y libros. Idioma: Espa�ol / Spanish; Castilian | |
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