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Es temprano en la ma�ana en los suburbios, escuchas con indiferencia las noticias mientras bebes el caf� previo a ir al trabajo, del noticiero s�lo recuerdas dos palabras: "escalada nuclear" antes de apagar el televisor. Despides a tu pareja y a tus ni�os, est�s en el auto, de pronto sientes un lejano resplandor como el de una soldadura, el auto no enciende y te das cuenta que no hay ninguna construcci�n cercana en donde se use soldadura.

El infierno est� por empezar.

Un gobierno hostil ha detonado una bomba de neutrones a gran altura sobre tu ciudad, un pulso electromagn�tico ha cegado la vigilancia electr�nica de los sistemas de defensa adem�s de todos los equipos electr�nicos en el aire o la superficie, inclu�do el encendido del motor de tu auto y todos los instrumentos del panel.

Un Estado ha iniciado una guerra nuclear y a�n no lo sabes. Te enteras poco despu�s cuando un, ahora s� enceguecedor destello, aparece de la nada a 10 kil�metros de distancia. Una segunda bomba, esta vez de hidr�geno, ha impactado el centro de la ciudad y desintegra a decenas de miles de personas en un instante, miles m�s morir�n aplastadas entre los restos, quemadas por el calor, asfixiadas por los gases o golpeadas por los objetos impulsados a gran velocidad por la explosi�n.

Horrorizado miras la b�rbara destrucci�n de edificios y barrios enteros, industrias y veh�culos. Te has salvado milagrosamente ocult�ndote en una alcantarilla abierta, pero lo cierto es que s�lo has pospuesto una muerte inevitable, te has convertido en un fantasma andante. Cuando sales a la superficie sientes na�seas y vagas entre los restos buscando a tus seres queridos, la destrucci�n es relativamente menor aqu� que en los lugares en donde la bomba cay� directamente.

Te recuperas de las na�seas y ahora est�s participando de las labores de rescate luego de descubrir con tristeza que tu familia ha fallecido. Te ocupas sin descanso en ayudar a los heridos y rescatar cad�veres, apagar indencios, arrinconar escombros y limpiar calles para permitir la llegada de los equipos de asistencia, quienes llegan luego de dos d�as*.

Ha pasado una semana, la cual ha transcurrido entre penosas tareas de rescate, descanso en refugios y filas de racionamiento, has visto morir a ancianos, enfermos y ni�os durante los �ltimos 3 d�as, presos de convulsiones, fuertes diarreas, delirios y deshidrataci�n. Hoy es tu turno, los efectos de la radiaci�n de la bomba de neutrones hacen su efecto hasta llevarte al coma y la muerte por envenenamiento radioactivo, porque lo que no supiste en un principio es que recibiste una dosis letal de radiaci�n de 10�50 Sv, dosis de la cual nadie sobrevive.

* Lla radiaci�n de una bomba de neutrones desaparece luego de 2 a 3 d�as, s�lo luego de ese tiempo los equipos de rescate podr�n operar con seguridad de sus propias vidas.