Para quien no lo sepa, Body Worlds es una exposición itinerante de cuerpos humanos y partes del cuerpo conservados que se preparan utilizando una técnica llamada plastinación para revelar las estructuras anatómicas internas.
Ahora bien, cada persona se formará un criterio sobre esta obra, mas mi criterio personal es que ésta es a la vez ciencia exhibida artísticamente tanto como arte con base científica. Pero la exposición ¿Es éticamente correcta? sí lo es tanto el creador y su equipo ha obtenido los cuerpos humanos de donantes voluntarios que han expresado su consentimiento para ser exhibidos post-mórtem.
Posiblemente la imagen más controversial de la obra: madre y feto. Foto: Bodyworlds
Desde un punto religioso, muchas creencias han expresado al menos su preocupación sobre esta exposición, cuando no su censura. No obstante debemos recordar a la iglesia católica (sólo porque cuyo ejemplo está más a la mano, se puede usar otros ejemplos) de que muchas obras pictóricas religiosas ya exhiben -desde hace centurias- imágenes de cuerpos, vivos y muertos, siendo decapitados, flechados, crucificados, mutilados, atormentados de diversas formas. Recordemos también que algunas fiestas musulmanas y cristianas se celebran con la heridas autoinflingidas en el cuerpo o dolor autoinflingido en procesiones religiosas.
En ningún caso, tanto el artístico-anatómico de Body Worlds como el religioso, se intenta -o al menos eso se expresa- incentivar el morbo por la violencia gráfica, de hecho en ambos casos se arguye motivaciones educativas en la exhibición de obras donde seres humanos muestran sus vísceras.
Festivalde Ashura, niño chiíta autoflagelándose, la foto menos gráfica que hallé. Foto: Agencia AP.
Es comprensible nuestra aversión innata a los restos humanos, pues nuestra repulsión tiene razones evolutivas: encontrar un cadáver de un desconocido podría implicar una enfermedad o peligro cercanos: una tribu agresiva o un grupo de fieras. Más hoy, tenemos los elementos racionales para que, pasada la primera impresión, recordar nuestra humana fugacidad en el tiempo, conocer nuestro cuerpo de una manera artística tanto como educativa, y tal vez, reconocernos seres humanos semejantes y ofrecernos respeto entre todos.