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La �nica responsabilidad de una empresa por peque�a o grande, es crear beneficios para sus accionistas, la "responsabilidad social" es s�lo un mecanismo de mercadotecnia para contrarrestar la perniciosa actividad de acad�micos orates, funcionarios p�blicos, intelectualoides con camiseta de El Ch� y par�sitos varios, cuya tarea diaria es denigrar la libertad e iniciativa personal y por ende toda actividad que proceda del intercambio pac�fico entre individuos como comercio, industria, banca, inversi�n, especulaci�n, empresa, propiedad privada, etc.

Los empresarios se empecinan en ayudar a ni�os hu�rfanos, a chicos con s�ndrome de dawn o a diversas personas con problemas, lo hacen a menudo porque lamentablemente el com�n de la gente no tiene una idea real del derecho que le asiste a todo emprendedor, aquel personaje que toma capital propio y riesgos y los convierte en servicios para otros y en riqueza para s� mismo. De modo que el empresario ha tenido que justificar su actividad -innecesariamente- para evitar que la turba �gnara encabezada por pol�ticos y funcionarios, confisque su empresa y le corte la cabeza. Lamentable que uno tenga que dar caridad para aparecer como "amigable y bueno", cuando realmente se merece respeto s�lo por el hecho de invertir capital, tiempo y esfuerzos en producir.

Hay malos empresarios o s�lo "hombres de negocios" que no es lo mismo, y a veces hay abusivos que lucran mediante el fraude, el hurto, el tr�fico de objetos robados o el secuestro y explotaci�n de otros, tales no pueden ser considerados como empresarios sino como mafiosos que utilizan la fuerza o la amenaza de su uso con fines lucrativos. Y son, parad�jicamente, los que no buscan justificar su conducta matonil con excepci�n de algunos bur�cratas que afirman que su trabajo es util "para servir a los dem�s".

El problema radicar�a en parte en las religiones, ya que �stas, sobretodo las de vertiente monote�sta (quiz� pura coincidencia), consideran al ego�smo un vicio y al autointer�s maldad, consideran m�s la solidaridad que la productividad, m�s el desapego que la leg�tima b�squeda de lucro, espantan con el carbon del infierno al ego�sta buscador de bien personal. Mientras Jes�s sacaba mercaderes del templo a l�tigo (uso de la fuerza) el Cor�n condenaba el inter�s como pecaminoso mientras que el confucianismo alertaba con tener cuidado de lo que uno desea. Contradictoriamente el profeta Mahoma era comerciante y Jes�s predic� la par�bola de los talentos que contradec�a a otras par�bolas suyas.

Reemplazado el viejo orden y junto a la novedosa idea vil de Estado se crearon tambi�n nuevas ideolog�as. Las ideolog�as pol�ticas tambi�n condenan con frecuencia el autointer�s y justifican el uso de la fuerza contra los individuos embanderando patra�as como el "bien com�n", la "seguridad nacional", la "protecci�n de la madre tierra", la "pureza de la raza", la "reinvindicaci�n social" y tonter�as de igual o peor calibre. Asambleas y congresos fueron, y son, la guillotina de papel en donde los derechos individuales son sumariamente juzgados y condenados a su desaparici�n.

As� que la forma de protegerse, al menos precariamente, de la turba colectivista de pol�ticos, pont�fices, intelectuales, activistas y par�sitos pescadores de r�o revuelto, ha sido crear este mercadot�cnico concepto de la "responsabilidad social", en realidad una trampa que ideol�gicamente afirma que existe algo as� como "un deber" del empresario hacia gente que no tiene ning�n v�nculo contractual ni negocio con la empresa. Es cierto, si a un empresario le da por dar desayuno a los ni�os pobres, bueno, ese es su asunto, quiz� muchos vean con buenos ojos tal acci�n, y est� en su plena libertad de hacerlo, pero no debe creerse que esa es una obligaci�n moral de alg�n tipo y extensiva por obligaci�n a toda forma de empresa, la empresa no es para eso, la empresa sirve para obtener beneficios, punto.

Pero de hecho la b�squeda de beneficios empresariales hace m�s por la gente que la solidaridad. En b�squeda de beneficios los empresarios invierten en aquello que m�s demanda la gente reduciendo los precios y haciendo asequibles bienes y servicios. En b�squeda de beneficios los industriales crean naves y adquieren maquinaria que deber� ser operada por personas que de otro modo estar�an desempleadas. En b�squeda de beneficios los empresarios demandan nuevos bienes y procesos productivos incentivando la investigaci�n cient�fica b�sica y el desarrollo t�cnico. En b�squeda de beneficios los empresarios buscan mercados extendiendo al mismo tiempo la comunicaci�n, el comercio, el entendimiento, la interculturalidad y desterrando con acciones productivas pac�ficas la posibilidad de acciones violentas, pues como es usual, las naciones que m�s libremente comercian entre s� son las que menos posibilidades tienen de entrar en guerra.

M�s hace la empresarialidad por la paz que todas las convenciones del Consejo de Seguridad de la ONU, y lo hace con el dinero leg�timo de cada capitalista y no con el dinero ajeno como acostumbran las burocracias.