El hecho es que el gobierno de Rafael Correa en dos años ha gastado más de 30 mil millones de dólares en subsidios, publicidad gubernamental, diversas e inútiles elecciones, aumento de burocracia y sus privilegios, lujos presidenciales, campañas de payasos y bufones, asamblea y nueva constitución; corrupción en definitiva y bajo buena ley. Tal cantidad fabulosa de dinero equivale al 40-50% de todos los ingresos petroleros del Ecuador desde el boom de los años setentas hasta los ingresos petroleros del día de ayer.
¿Puede sostenerse la dolarización con un ritmo de gasto así?
De ninguna manera. Los ruinosos subsidios de gas, gasolina, diesel y otros combustibles sólo continuarán en ascenso en la medida en que aumenta el consumo de gas, aumenta el parque automotor, el transporte de pasajeros y carga y el transporte marítimo y aéreo. Los subsidios clientelistas de harina, úrea y otros seguirán en ascenso y sin descartar a otros sectores productivos que podrían ser ser subsidiados para mantener adeptos. La vagancia subsidiada a través del Bono de la pobreza seguirá incólume, subsidio que existe con el sólo propósito de mantener masas adictas que voten en las constantes elecciones promovidas por el régimen.
El segundo hecho es que, las arcas fiscales están teniendo fuertes problemas del que muchos economistas, incluso los de la oposición política, parecen no estar concientes. Los presupuestos de algunos ministerios y programas han sido recortados, e incluso se llegó a eliminar el seguro de maternidad para que sea pagado por los empleadores (cosa que luego se revirtió), sin embargo estos recortes son insuficientes. Adicionalmente se han elevado los impuestos, se han elevado los aranceles, se han gravado diversos artículos con nuevos tributos, y todo ello ha resultado insuficiente. Se ha llegado a robar, y esa es la palabra, los beneficios de los pensionistas asalariados con el vil pretexto de que un pensionista que ya trabaja no merece recibir pensión, cuando ese dinero le pertenece al jubilado por derecho, gracias al ahorro de toda su vida ¿cuánto roba Rafael Correa a los jubilados? algo así como 8 millones de dólares, sin embargo sólo el nuevo avión presidencial costó más de 30 millones de dólares. Es decir, se le quita el humilde asiento al jubilado para sentar con lujo el trasero del amanerado presidente Correa.
El tercer hecho: el crédito y los ingresos del Ecuador se están agotando. El precio del petróleo se mantiene bajo, caen las remesas de los migrantes mientras el índice de Riesgo País está por sobre la estratósfera. Nadie le presta dinero a los bancos ecuatorianos, no al menos en la cantidad suficiente, curiosamente, el gobierno se ha involucrado en extraños negocios con la banca privada, con dinero que no le pertenece sino a los clientes y pensionistas del IESS, porque es con dinero del sistema de seguridad social, que el gobierno está financiando forzósamente "inversiones" sin claridad sobre el retorno de la inversión.
¿Cómo va a existir un retorno de la inversión gastando mil millones de dólares en campos petroleros para obtener una ganancia de producción del 1% con un precio de barril a menos de $50 mientras debe cumplirse la restricción de producción ordenada por el cartel de la OPEP? No, no tiene sentido, probablemente ni siquiera ese 1% de producción ganada será suficiente para recuperar lo invertido en los ineficientes proyectos petroleros estatales, y eso si es que se llega a cumplir esa promesa.
Con un panorama nada claro y con la dolarización en serio riesgo, los ecuatorianos se mantienen con la conciencia y la voluntad entumecidas, arrullados con promesas y publicidad engañosa que en el fondo saben es mentira ¿Pero quien puede sacarle del estado de negación a una persona que no sea a sí misma?