Ese fue el fin de la estrella central de la Nebulosa del Esquimal, una nebulosa planetaria formada por los restos del estallido de una estrella de tama�o similar al sol. Sus capas exteriores de gas se desprendieron de la estrella calcinando consigo los planetas y nubes cometarias que hubieren existido alrededor del astro. Si estos planetas albergaron vida similar a la que conocemos muy probablemente no sobrevivi� nada de ella, el intenso calor y radiaci�n frieron los planetas cercanos incluso antes de que la estrella se convierta en nova.
Pero este mismo destino nos aguarda en nuestro sistema solar... en miles de millones de a�os.