Procedentes de Sudamérica, las hormigas arrieras, cortadoras o santandereanas (entre muchos otros nombres) pertenecen al género Atta de la familia myrmicinae, las colonias de estas alcanzan con facilidad más del millón de individuos y pueden cubrir un área de más de 100 metros cuadrados de área y 5 metros de profundidad.
La razón de por qué estas hormigas cortan hojas, no es la alimentación en sí misma, sino el cultivo de un hongo que se alimenta de las hojas cortadas, el basidiomycete, Leucocoprinus gonglylophorus. De modo que estas hormigas practican la agricultura y poseen cultivos que pueden ocupar un área de un metro cuadrado, verdaderamente enormes. En su actividad, las hormigas migran de especies de árboles para evitar la sobreexplotación de recursos, similar a la rotación de cultivos que practican las sociedades humanas.