Un error gen�tico durante el desarrollo embrional puede derivarse en que una persona nazca con algunas malformaciones. Una de las m�s conocidas y extendidas, el labio leporino, se debe a una fusi�n incompleta de las c�lulas epiteliales que dan origen al labio superior. El coloboma del iris, por poner otro ejemplo, se describe como una peque�a fisura en esta zona del ojo, debido a que, durante su desarrollo, no se ha formado correctamente.
Entender, por tanto, los mecanismos implicados en la arquitectura de los tejidos (en c�mo la materia se organiza para adquirir su forma) es clave para profundizar en la etiolog�a de muchas de estas malformaciones cong�nitas. Desde el Centro Andaluz de Biolog�a del Desarrollo (CABD), el investigador Juan Ram�n Mart�nez Morales ha dado un paso en esta tem�tica, al relacionar un nuevo gen, bautizado como ojoplano (opo), con el plegamiento de tejidos epiteliales. Un proceso importante en la formaci�n de la mayor�a de los �rganos.
A ra�z de los resultados obtenidos, publicados recientemente en la revista cient�fica Development, la investigaci�n concluye que ojoplano es un gen espec�fico de los vertebrados, con un papel fundamental a la hora de controlar el modo en el que los tejidos adquieren su forma final. El trabajo ha tomado como modelo los peces medaka (Oryzias latipes) y se ha centrado en el an�lisis del caso espec�fico del ojo. Para ello, este cient�fico ha colaborado estrechamente con el grupo alem�n dirigido por Joachim Wittbrodt en el European Molecular Biology Laboratory (Heidelberg)
En concreto, en mutantes para ojoplano, el plegamiento del tejido epitelial que da lugar a la retina no llega a ocurrir. Por el contrario, el epitelio crece dando lugar a una retina plana que no logra adoptar la forma redondeada caracter�stica. �A trav�s de t�cnicas como la microscop�a confocal avanzada, hemos sido capaces de observar in vivo c�mo el epitelio no llega a adoptar su forma redondeada caracter�stica, la que confiere funci�n visual al �rgano�, comenta el investigador del CABD.
Problemas en la adhesi�n
Seg�n el estudio, el gen ojoplano codifica una prote�na que est� localizada en membranas internas de transporte de las c�lulas. �Cuando uno tiene una prote�na desconocida de este tipo es bastante dif�cil atribuirle una funci�n, pero a trav�s de t�cnicas de an�lisis indirectas hemos llegado a la conclusi�n de que servir�a como una especie de polic�a de tr�fico celular, controlando el transporte de otras prote�nas�, apunta Juan Mart�nez.
En este sentido, el gen opo tiene como objetivo final controlar la localizaci�n de ciertas prote�nas (concretamente, los receptores tipo integrina) que facilitan la adhesi�n del tejido a una fina capa, situada en la zona de base de todos los epitelios, conocida como l�mina basal.
Una funci�n muy importante, puesto que sin estos anclajes no se transmitir�an la tensiones que dirigen el plegamiento del ojo a la l�mina basal, y no se producir�an las contracciones necesarias para que el tejido adopte su forma final. �Uno necesita de estos puntos de anclaje para que la maquinaria que genera la tensi�n sea capaz de tirar del tejido epitelial plegandolo�, afirma el investigador.
Para Juan Mart�nez, el estudio de genes como ojoplano es importante, adem�s de para entender los fundamentos de muchas enfermedades cong�nitas, por su posible aplicaci�n a terapias dirigidas a enfermedades en adultos, tales como el c�ncer. Igual que ocurre con la retina embrionaria, la arquitectura de tejidos sigue operando en el organismo del individuo adulto, como en los tejidos que conforman la red vascular, en constante remodelaci�n. �Si uno interviene en la formaci�n de la red de vasos sangu�neos que alimenta un tumor en progresi�n, se puede atajar su crecimiento�, concluye el investigador.
Noticia publicada en Andaluc�a Investiga