Este primat�logo catal�n (Barcelona, 1966) ha explicado en una entrevista con Efe que las ciencias sociales en general han comenzado "a tomarse m�s en serio" las investigaciones que se est�n llevando a cabo sobre el comportamiento y la cognici�n de los chimpanc�s y otros primates.
"�Por qu�? Porque muchos trabajos que ellos y nosotros hacemos est�n muy relacionados, y adem�s sirven como punto de referencia, la comparaci�n siempre es interesante" recalca Call, que ha pasado por Barcelona invitado por la Fundaci�n Mona y la Universidad Blanquerna para ofrecer un seminario sobre ciencias sociales y biolog�a evolucionista.
El estudio con chimpanc�s, gorilas, bonobos u orangutanes con los que Call realiza sus trabajos en Leipzig permiten no s�lo el estudio directo de estas especies sino obtener inferencias sobre la evoluci�n humana, por ejemplo, saber si la capacidad de utilizar instrumentos es algo reciente o se daba en especies m�s antiguas de primates.
"Sorprende que se diga que el hombre es especial en este planeta, pero no se observan a otras especies. Comparando a los primates te das cuenta de lo que hacemos unos y otros. �ste es un m�todo esencial en el �rea de conocimiento", argumenta.
El equipo de Call recibe peticiones de investigadores de �reas tan dispares como el derecho, la ling��stica, la psicolog�a o la econom�a para ver c�mo se comportan los primates ante ciertas situaciones, c�mo reaccionan, y si lo hacen de forma diferente al hombre.
Una de estas pruebas se basa en el juego que los economistas llaman "ultim�tum": a una persona se le ofrece una cantidad de euros que puede compartir con otra de la forma que quiera (d�ndole entre el 10 y el 90 %) aunque hay una regla: si el que recibe no est� de acuerdo y no acepta lo que se le ofrece, ninguno de los dos se queda con nada.
En la mayor�a de las culturas, los humanos ofrecen entre un 40 y un 50% de la cantidad y as� el "otro" suele aceptar. Si la oferta es del 20 % o menor, el que recibe habitualmente la rechaza. Se trata de un mecanismo un poco irracional, ya que el individuo que responde prefiere quedarse sin nada antes que el otro se quede con el 80 %.
En los chimpanc�s, el comportamiento es bien diferente, lo que suelen hacer es ofrecer el m�nimo pero, por el contrario, el "otro" acepta "cualquier cosa por encima de cero", es decir, se comportan como maximizadores racionales.
"Esto quiere decir que no est�n dispuestos a incurrir en una p�rdida por el hecho de que el otro se quede con m�s", afirma Call, quien recalca que los chimpanc�s son m�s pr�cticos en este sentido econ�mico, alej�ndose de un concepto m�s humano como es el de una supuesta justicia social del reparto.
Igualmente, los cient�ficos que trabajan con grandes primates en el Max Planck Institut realizan con estas especies pruebas pr�ximas al �mbito del derecho.
"Al igual que para el hombre es importante saber si una acci�n se ha hecho aposta o no, si ha sido accidental o por el contrario a prop�sito, esto tambi�n cuenta entre los chimpanc�s", explica Call.
As�, si uno de estos animales hace algo malo a prop�sito el castigo que puede recibir por parte de sus cong�neres es mayor que si se debe a un hecho accidental. Es decir, se produce un eximente como ocurre en la cultura humana.
Entre los trabajos que se est�n llevando a cabo en la actualidad en Leizpig para analizar el proceso cognitivo de los primates est�n los dirigidos a determinar si dos chimpanc�s son capaces de trabajar conjuntamente, comprobar si pueden cooperar haciendo cada uno una tarea diferente -utilizando herramientas o instrumentos variados- que les reporte un beneficio: alg�n tipo de alimento.
Una f�rmula cooperativa que se ha comprobado que utilizan, aunque su especie no tenga la capacidad de combinar la acumulaci�n de conocimiento que el hombre ha ido desarrollando evolutivamente y que se transmite de generaci�n en generaci�n en un proceso cultural educativo y de formaci�n que los humanos transmiten a sus "cr�as".
Call remarca que m�s all� del reciente inter�s de algunas de estas ramas de las ciencias sociales, el estudio de los primates es interesante en s� mismo como especies. En este sentido, se pregunta qu� pasar�a si en un futuro el hombre, en la carrera espacial, encontrara vida m�s all� en forma de una especie de primate. �Podr�amos comunicarnos con este individuo?.
"Lo bueno es que no tenemos que ir a otro planeta para encontrarlos, los tenemos aqu�", afirma el investigador.
Noticia publicada en ABC (Espa�a)