Estados Unidos quiere juzgar a un total de siete ejecutivos de Megaupload, entre ellos los cuatro detenidos en Nueva Zelanda, por piratería informática, crimen organizado y blanqueo de dinero. A Megaupload se le atribuye haber causado más de 500 millones de dólares (381 millones de euros) en pérdidas a la industria del cine y de la música al transgredir los derechos de autor de compañías y obtener con ello unos beneficios de 175 millones de dólares (133 millones de euros).
La semana pasada el también alemán Mathias Ortmann, confundador de Megaupload, recibió esta medida de gracia tras aceptar 17 condiciones para la libertad provisional, entre ellas la prohibición de utilizar internet. El nueve de febrero quedaron en libertad el jefe de programación, el holandés Bram van der Kolk, y el alemán Finn Batato.
Todos los acusados tienen prohibido abandonar el país, a la espera del juicio que debe decidir si son extraditados a Estados Unidos, país desde el que se ordenó su detención.