La Oficina Nacional de Emergencias decretó la evacuación preventiva de unas 7 000 personas luego de observar un recogimiento del mar de unos 40 metros, que no fue ratificado por los organismos técnicos del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) ni organismos internacionales. "A las 23:46 (26:46) el director regional de la Onemi de la región del Maule tomó la resolución de levantar la alerta temprana preventiva para evacuación temprana", informó el portavoz del gobierno, Andrés Chadwick.
El sismo se produjo este domingo a las 19:38 (22:38) en la misma zona que sufrió un terremoto y un maremoto en febrero del 2010 que dejó más de 500 víctimas, por lo que en muchas localidades se revivieron momentos de pánico. "Cuando se produce un sismo de esta envergadura, todos sentimos temor, nos trae el recuerdo del 27 de febrero" cuando un terremoto de 8,8 sacudió el centro del país, señaló Chadwick.
El portavoz del Ejecutivo destacó que la evacuación fue de carácter "preventivo", por la voluntad del gobierno de "proteger" a la población de cualquier evento. Inmediatamente tras el fuerte sismo de magnitud de 7,1 que remeció el centro de Chile, la Onemi ordenó la evacuación de la costa entre la región de Los Lagos y la de Valparaíso.
Sin embargo, minutos más tarde, canceló la orden, luego de que el SHOA descartara riesgo de tsunami. La Onemi informó que no se registraron heridos de consideración, solo un lesionado a causa de un accidente de tránsito en la región del Biobío. Según el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, los heridos "pueden llegar a cerca de la decena", pero todos "han recibido lesiones leves", en muchos casos por caída de materiales. "Afortunadamente los daños no han sido de consideración para el país, pero vamos a seguir evaluando", señaló Hinzpeter.
En localidades sureñas como Talca, centenares de personas salieron a las calles para resguardarse del sismo, que se percibió durante casi un minuto, y que horas más tarde tuvo réplicas con magnitudes de 4,6, 3,8 y 4,7. En Santiago, el sismo se sintió con fuerza en los edificios de más altura. El movimiento telúrico causó pánico en lugares públicos como centros comerciales, supermercados o el estadio en el que se estaba disputando el partido de fútbol entre Colo Colo y Cobreloa, donde el público intentó abandonar el estadio durante el temblor.
En localidades costeras como Viña del Mar, vecinos evacuaron los edificios y trasladaron sus vehículos lejos de la primera línea de la costa, y en algunos casos, acudieron a las gasolineras para abastecerse. En una iglesia de la capital, se registraron algunos heridos por caída de material al interior del recinto. "Estábamos en misa y se desprendió material" y "la gente se asustó y salió", comentó el sacerdote a medios locales.
Muchas personas permanecieron en los cerros frente a la costa, por miedo a una posible crecida del mar tras el sismo, que produjo cortes de luz y congestión en las líneas telefónicas debido a un aumento de llamados.
Noticia publicada en El Comercio (Ecuador)