Nuevos análisis geoquímicos de los sedimentos marinos de ese período de tiempo, hace entre 2.650 y 2.500 millones de años, proporcionan la primera evidencia de la existencia de tal capa en la atmósfera.
Sin embargo, más que apuntar a un continuo período brumoso, lo descubierto sugiere que en aquella atmósfera terrestre periódicamente se alternaba un estado sin hidrocarburos con otro rico en ellos, similar al reinante en la atmósfera de Titán, la luna más grande de Saturno.
Esta alternancia entre niebla orgánica y un ambiente sin ella era el resultado de una intensa actividad microbiana y debió tener un profundo efecto sobre el clima de la Tierra.
Las condiciones que permitían la existencia periódica de la niebla orgánica terminaron cuando la atmósfera se oxigenó, unos 100 millones de años después de depositarse los sedimentos.
El descubrimiento aporta datos reveladores sobre el ambiente en la superficie terrestre antes de la oxigenación del planeta, y confirma la importancia del gas metano en procesos importantes de la atmósfera primigenia.
El equipo de Aubrey Zerkle y Simon Poulton de la Universidad de Newcastle en el Reino Unido, y James Farquhar de la Universidad de Maryland, en Estados Unidos, ha basado su investigación en análisis detallados de la geoquímica de los sedimentos marinos depositados hace entre 2.650 y 2.500 millones de años, en lo que ahora es Sudáfrica.