De hecho, uno de los autores de esta investigación, Christopher Hsee de laUniversidad de Chicago (Estados Unidos), explica que cuando uno de sus asistentes no tiene nada que hacer le inventa una tarea aunque esta no sirva para nada. El especialista dijo que, de esta manera, su ayudante "es más feliz". Las conclusiones de su reciente estudio fueron publicadas en la revista Psychological Science.
ACTIVIDAD FELIZ
Hsee trabajó con voluntarios que, en primera instancia, contestaron una serie de preguntas por escrito. Los investigadores les dijeron que debían esperar 15 minutos antes de resolver el siguiente cuestionario, pero que podían dejar las respuestas ya desarrolladas en un buzón cercano o en uno más lejano, al que les tomaría 15 minutos ir y volver.
En ambos casos recibían un caramelo al depositar sus papeles en el buzón. El grupo de voluntarios que recibió como oferta el mismo caramelo en ambas ubicaciones tendió a estar ocioso, pero aquellos que sabían que un dulce más tentador los esperaba en el punto lejano optaron por caminar.
Pasados los quince minutos los investigadores analizaron el estado de ánimo de todos ellos, y notaron que aquellos que habían estado ocupados se sentían mucho más alegres que los que habían permanecido sentados.
Hsee dijo que en la sociedad moderna los individuos están sumamente ocupados. "Las personas corren de un lado a otro y trabajan mucho. Seguro que hay razones como ganar plata, ser reconocidos o ayudar a los otros, pero creo que hay un factor más profundo. Tenemos una excesiva cantidad de energía y queremos evitar el ocio", explicó.
El especialista dijo que si se tiene en cuenta que a la gente le gusta estar ocupada y prefiere encontrar un justificativo a sus actividades, entonces se puede desarrollar un mecanismo para que las personas ociosas se comprometan con actividades que beneficien a la sociedad.
Noticia publicada en Panorama Diario (República Dominicana)
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Imagen: Agencias / Internet
